Cap44. Acomodando las fichas

66 7 2
                                    

'Si le digo a Roz que tomaré el asiento para mí, tratará de detenerme diciendo que ella fue señalada por los dioses, pero tengo tanto derecho como ella a ese puesto, el antiguo Dios me lo solicitó.'

Fue lo primero que pensé luego del compromiso entre Anastasio y Eglantine, acunando a Rozemyne que dormía plácidamente a mi lado en un pijama normal.

No reclamarle por faltar a su promesa fue complicado. Justo el día anterior, cuando conseguí mi sabiduría, descubriendo que ESA era el Gutrisheit, descubrí que ella había faltado a su palabra. Que ella llegara desnuda y demasiado demandante me hizo tragarme el fastidio de descubrirla.

Su fiesta de té con Galtero fue bastante mal, tal y cómo me informaría Laurenz al día siguiente. Ese principito inepto no dejó de ver a mi novia como un trozo de carne, tomando su cabello para olerlo justo antes de tomarla de una mano.

Según Laurenz, Alerah estaba bastante segura de que ese insecto le pasó mana a Rozemyne porque no solo la vio saltar, soltarse y disculparse antes de salir huyendo, Alerah tuvo que curar a su señora después del baño. Mi novia insistió en que se le tallara justo esa mano una y otra y otra vez hasta casi arrancarse la piel. No era de extrañar que cuando llegó a mí casi me suplicó que pintara sus brazos con mi mana o que tuviera los ojos llorosos todo el tiempo.

"¿Qué voy a hacer contigo, Roz?" Murmuré mientras cepillaba su cabello, dejando escapar un poco de mana sobre su espalda antes de besar su coronilla.

Yo no tenia sangre real, sin embargo no parecía importar, o quizás la tuviera... algún noble caído en desgracia podría estar entre mis antepasados y por eso mi padre sabia como tratar el devorador.

'Poco probable pero no imposible.'

También recordaba que en la tierra existían algunas culturas en las que las princesas no podían gobernar por lo que eran casadas con algún príncipe, plebeyo rico o algún militar condecorado, cuando no tenían un hermano varón.

Había algunas, muchas, cosas que no entendía. La información que necesitaba para entenderlo estaba dentro de la sabiduría de mi novia. La mayor parte de lo que poseía en la mía eran hechizos, círculos mágicos, herramientas mágicas... pero no tenía suficiente información política como para saber cómo asestar un golpe de estado sin que me mataran en el proceso.

Necesitábamos hablar.

La certeza de esto me llevó a rememorar el día previo al compromiso de mi hermana adoptiva con Anastasius.

.

Tenía todas las tablas en mi schtappe. El círculo mágico en el cielo no solo era claro y visible, también era fascinante. Encontrar un círculo mágico con todos los atributos no era usual debido a que el atributo de vida solo podía usarse junto con el atributo de la tierra.

Cuando mi clase terminó y me retiré a comer, envié un ordonnanz a Justus para informarle que estaría en la biblioteca subterránea buscando una información que no me terminaba de convencer.

"¿Al menos llevas tu pequeña herramienta que detiene el tiempo con comida?"

"Se llama bento y si, la tengo conmigo. Le pedí al chef que la llenara y me la diera después del desayuno."

Las herramientas que detienen el tiempo eran demasiado estorbosas y consumían mucho mana, pero al utilizar la misma función en una caja mucho más pequeña, podía tener comida fría o caliente a mi disposición en cualquier parte, así que llevaba dos semanas llevando comida en una de estas para poder investigar y... si... conseguir el resto de mis tablas.

Justus no molestó más. Estaba disfrazado como asistente rubia para atender y vigilar a Rozemyne junto a Alerah durante las mañanas. El resto del día lo tenía consiguiendo materiales de formulación junto a Laurenz. Planeaba llenar a Rozemyne de amuletos. Cubriría cada centímetro debajo de su ropa si era necesario, al menos mientras lograba terminar el amuleto anti hombres. En el invierno sus amuletos quedaron visibles, ella admitió haberlos diseñado para protegerse, como nueva princesa seria natural que usara más, y nadie sabría que eran de mi parte. Nadie dudaría de su honor... o el mío.

El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora