Cap22. Estrategias

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Notas de las Autoras:

Querido lector, te recordamos que, debido a un excedente de capítulos en esta historia y muchas ganas de compartirlo con ustedes, hemos decidido publicar un poco más de cuatro capítulos esta semana. Este es el tercer capítulo de la semana y el primero del martes. ¡Que lo disfrutes!

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La fiesta para vivir la primavera llegó con rapidez luego de que pude volver a Eisenreich. No había visto a Rozemyne aun, no sabía que cara poner frente a ella, pero eso dejó de importarme cuando ella no apareció en la fiesta.

Estaba sentado junto a Brunhilde y Karstedt, pero nadie parecía alterado o nervioso por su ausencia. Después de las celebraciones a los estudiantes de honor y a los que habíamos obtenido el mejor, se anunció oficialmente el ascenso de Brunhilde como candidata a archiduquesa.

Antes de poder ir al templo ella y yo debíamos enviar las invitaciones a aquellos que queríamos en nuestro sequito, confirmar su disposición y conversar con aquellos que se ofrecían a servirnos pero que no habían sido elegidos.

Lo más importante para ambos era que tanto eruditos como caballeros fueran al templo.

Una semana. Una semana tardaría en reunirme con todos los candidatos a asistente.

"Ferdinand, Freida trajo una caja para ti. Dijo que era de parte de Rozemyne", me informó Justus.

"Gracias, puedes retirarte", indiqué recibiendo la caja. Cuando la destapé casi dejé de respirar.

Ella sabía. Rozemyne sabía el motivo por el que había faltado a mi promesa.

'Espero que te ayude a dormir durante las noches', el mensaje corto estaba escrito en la letra que me era tan familiar, no decía nada más, solo eso.

Me encontré con una tela oscura y suave, un peluche de Shumil similar al santze que le regalé. Incluso podía sentir su maná en el juguete

'¿Era su forma de decirme que ya no me quería cerca?'

Necesitaba hablar con ella. Disculparme. Compensarla. ¡Cualquier cosa! Solo quería arreglar esto. Pensé en dejarle a Justus y a mis padres adoptivos el elegir asistentes para mí, pero como candidato a archiduque, al final necesitaba aprobarlos yo mismo.

No podía concentrarme, pero debía hacerlo. No quería que esto se alargara más de lo necesario así que estuve poniendo en pequeñas pruebas de fuerza, estrategia o habilidad a mis candidatos hasta reducir el número de aquellos dispuestos a seguirme incluso al templo. Para el final de la semana conseguí suficientes estudiantes para un sequito de tamaño correcto, el cual alcanzaba los veintitrés estudiantes entre eruditos, caballeros y asistentes, así como otros quince adultos.

Entre mis asistentes se encontraba Eckhart, un aprendiz de caballero en el mismo grado que Harmut, Lasfam, un laynoble que ingresaría ese año a la Academia Real y los dos caballeros varones que me appyaron en mi primer ditter.

Cuando al fin pude regresar al templo, la ceremonia de oración estaba por iniciar, pero Rozemyne no estaba por ningún lado. Me tocó dirigir a mi la reunión y dar las zonas a los azules. No me pasó desapercibido que éramos yo y Brunhilde los encargados de la zona de control directo.

"¿Dónde esta Rozemyne?", le pregunté a Margareth tan pronto como la vi. Era raro que usara sus túnicas de doncella azul, así que algo debía estar pasando.

"No lo sé", me dijo después de dejar sus hojas en el escritorio del despacho "desapareció después de los bautizos de primavera."

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El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora