ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !

catorce

CATORCE
weird

    —Buenas... —susurró Shiori entrando a la casa ajena, mirando a su alrededor y dejando sus zapatos en la entrada de la vivienda del cenizo.

    Se quedó callada al igual que el chico. Shudai miró a Katsuki, notando que no había dicho nada cuando llegó, y sólo se dedicó a seguirlo hasta su habitación, donde el chico tiró su bolso en una esquina y se sentó en su cama.

    —¿Y tus padres? —preguntó la chica con una sonrisa algo incómoda. Se sentó en la silla del escritorio de Bakugo, mirándolo atentamente.

    —La bruja debe estar en su habitación. El viejo debe estar trabajando —el chico se encogió de hombros, a la vez que miraba a la chica sacar lo esencial para el trabajo de su mochila.

    Shiori asintió con la cabeza. Le causaba curiosidad conocer a los padres del chico, pero no quería decir nada al respecto. Katsuki se puso junto a ella, y la fémina no pudo evitar sentirse algo nerviosa debido a la repentina cercanía.

    —¿Qué? —preguntó Katsuki con una ceja alzada debido a la reacción de la chica.

    —Nada —murmuró Shudai tragando saliva, siguiendo con su acción. Bakugo sólo la observó unos momentos más a ver si decía alguna otra cosa, pero no lo hizo, optando por buscar material que tenía el para hacer la maqueta.

    En silencio comenzaron a hacer la actividad. Cada tanto Bakugo miraba a Shudai con el ceño fruncido. Notaba a la chica extraña, pero no decía nada, ya que se supone que él no es su amigo y no la conoce para nada.

    La poca paciencia que tenía Katsuki se fue cuando en un intento de alcanzar el pegamento rozó la mano de Shiori, causando que ella se alterara y apartara su mano de repente.

    —¿Qué te pasa? —le preguntó el cenizo con el ceño fruncido. Shiori lo miró con una sonrisa entre confundida y nerviosa para después negar con la cabeza.

    —Nada —murmuró mirando hacia abajo. Bakugo alzó una ceja debido a la clara mentira—. Sólo estoy confundida respecto a algo.

    Bakugo asintió con la cabeza. No quiso preguntar más para no forzarla a decir algo, por lo que la dejó tranquila y siguieron haciendo el trabajo. Aún así, al chico le inquietaba un poco la manera algo distante en la que lo trataba Shudai, y aunque sea a propósito o no, a él no le gustaba aquello.

    —¿Respecto a qué? —su voz salió en un murmuro extremadamente bajo, ya que le había dado vergüenza formular la pregunta. No se quería entrometer. No quería demostrar preocuparse por Shiori. Pero su pregunta salió sin haberlo pensado. Se maldijo internamente por eso.

    Notó como las mejillas de la chica se tornaban un poco rojas y una pequeña sonrisita nerviosa se aparecía en el rostro de ella. Desvió su mirada de la de él y Bakugo se sintió un poco confundido.