ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !

ㅤextra cuatro

EXTRA CUATRO ; EVERYBODY TALKS
una buena disculpa

    —Te quiero, me encantaría que fueras mi novio.

    Escuchar esas palabras salir de los labios de ella le encantó, y lo puso muy feliz. Entonces la besó, sus manos se fueron hasta su cintura y las de ella hasta su cuello. Él subió una mano hasta la nuca de ella para que no se apartara e inclinó la cabeza, entreabriendo un poco sus ojos sólo para ver el rostro completamente sonrojado de la chica y sus ojos fuertemente cerrados intentando seguirle el ritmo del beso. Cuando se apartó, ella se avergonzó, desviando la mirada rápidamente.

    Katsuki, al verla tan sumisa, sintió que no podía resistirse más.

    —Katsu... —el cenizo la calló volviéndola a besar. Ella se sintió repentinamente abrumada y anonadada por la intensidad del beso, sintiendo que en algún momento terminaría por derretirse bajo el fuerte agarre que Bakugo tenía en su cintura. Cuando sintió como él la recostaba suavemente en su cama, sus nervios se alertaron, abriendo sus ojos—. K-Katsuki...

    Vio a su novio sobre ella, y la chica no supo hacia donde mirar. Se sentía nerviosa, avergonzada, confundida y embobada por la situación. Katsuki, en cambio, el autocontrol que tenía se le estaba agotando poco a poco al verla debajo de él con el rostro sonrojado y sin sentirse capaz de mirarlo a los ojos. Eso, junto a los labios hinchados de ella, haría que no pudiese contenerse más. La había extrañado, la había anhelado por tanto tiempo, que ahora que estaban juntos, no quería perder más tiempo.

    Pero aún así él no hizo nada y sólo la vio. Porque no quería hacer nada que ella no quisiera. No quería que ella volviese a alejarse de él. La amaba, y aunque su autocontrol se estaba perdiendo, las necesidades de ella estaban sobre las de él.

    —Shiori —la llamó para que lo mirara—. Te quiero.

    —Y-Yo tambi-

    —No —la interrumpió, acercándose a su cara de nuevo hasta que sus labios se rozaran—. Te quiero.

    Y con eso, sus labios volvieron a unirse, esta vez de manera más profunda. Los ojos de Shudai se cerraron fuertemente y tuvo que contener un jadeo cuando sintió la lengua de Bakugo acariciar sus labios pidiendo permiso para entrar a su cavidad bucal, y ella, con toda la inexperiencia del mundo, se lo permitió. Ella sentía las caricias que él dejaba en su cintura, y sentía que no podía concentrarse en muchas cosas al mismo tiempo, sentía que en cualquier momento explotaría. Cuando él se separó, ella vio con un sonrojo el hilo de saliva que quedó como evidencia de su reciente e intenso beso. En algún momento moriría, y Katsuki sería la causa.

    —O-Oye... —ella suspiró, inclinando su cabeza hacia atrás al momento de sentir los labios de Bakugo bajando de sus labios hasta su cuello, dejando besos en toda la zona. Ella estaba nerviosa y no tenía experiencia para nada, pero los estímulos que recibía por parte del cenizo la hacían querer más y reaccionar involuntariamente. Bakugo alzó la mirada, viéndola cerrar los ojos y recibir con gusto la atención que él le estaba dando a su cuello, y él sólo pudo sonreír ladinamente ante aquello.