diecinueve

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DIECINUEVEwild wild pussycats!

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DIECINUEVE
wild wild pussycats!

    —Todos tienen sus trajes, ¿verdad? Recuerden, no pueden usarlos en público. No los boten.

    —¡Sí!

    —¡Habla claramente! Es "sí" Ashido.

    —Sí... —Shiori carcajeó suavemente, dándole palmadas en el hombro a su amiga para consolarla.

    —¡Asegúrense de cuidar sus modales con los héroes en sus pasantías! Vayan.

    —¡Sí!

    —La agencia Pussycats queda algo alejada, ¿no? —le preguntó Mina. La de ojos morados asintió con la cabeza.

    —Está apartada de la ciudad —explicó.

    —Probablemente no tendrás señal... —murmuró Ashido, deprimida—. ¡No podremos hablar!

    —Serán unos pocos días —respondió, riendo—. No creo que te mueras por eso.

    —¡Sí lo haré!

    Shudai sonrió, y esperó que su experiencia en las pasantías la ayuden a mejorar no sólo como heroína, si no como persona.

    «Este entrenamiento es demasiado para mí...»

    —¡Levántate! ¡No podrás hacer nada si no mejoras tu resistencia! —le había gritado Tiger. Ella tembló y se tambaleó un poco al momento de levantarse—. ¡¿Cómo se dice?!

    —¡S-Sí, señor! —respondió ella, abalanzándose hacia él para atacar. Pixie-Bob le había enseñado a controlar la tierra e incluso crear seres hechos de estos, aunque ella seguía sin superar por completo la técnica. Tiger contraatacó y la hizo caer al suelo, y ella soltó un jadeo derrotado.

    —¿Por qué te agotas tan rápido? —le preguntó Ragdoll. Shiori no respondió al estar jadeando por aire—. ¿Comes bien? ¿Acaso tienes anemia?

    Shudai sonrió de manera avergonzada, rascándose la nuca.

    —Anemia leve —habló en tono bajo—. Antes no comía casi nada. 

    —¡Tienes que tomar más vitaminas! —gritó de nuevo el único hombre del equipo—. ¡Sigamos!

    —¡Sí, señor!

    Tiger atacaba y ella se defendía, poco después se unió Ragdoll a la pelea haciéndola un dos contra uno, y Shiori sentía que no podía más. Contraatacaba y lograba golpear y aturdir a los dos profesionales, pero eran más los golpes que ella recibía a los que ella lanzaba.

    —Descansen —habló Mandalay después de un tiempo. Shudai sonrió aliviada, dejándose caer al suelo. La mujer le tendió una botella de agua la cual ella aceptó gustosa—. No te relajes tanto, Dandelion. En una pelea contra un villano no podrás descansar hasta que ganes.

ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora