veinticinco

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VEINTICINCOstrange

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VEINTICINCO
strange

    Shiori sintió que se quitaba un peso de encima al desahogarse con Katsuki. Nunca lo había hecho con alguien, mucho menos con una persona que realmente le gustara. Por eso sintió calidez en su corazón y calma después de un tiempo, al contárselo por primera vez.

    Shudai tomó la mano de Bakugo. Él apretó el agarre, sin mirarla a los ojos. Su corazón estaba acelerado y la punta de sus orejas rojas. Sentía la mano de Shiori temblar sobre la de él.

    —Vamos a comer taiyakis después de clases —más que una sugerencia, la estaba invitando a salir. Shiori alzó la cabeza que descansaba en el hombro del chico, mirándolo atentamente—. ¿Qué me miras?

    —No eres fan del dulce —señaló ella en un susurro.

    —¿Y? No me importa.

    —¿En serio? —inconscientemente sonrió sintiendo sus mejillas arder, jugando con la mano de Bakugo—. Entonces está bien. Después comeré algo picante contigo, aunque no soy muy tolerante a eso.

    —Pues toléralo, no es tan difícil —Katsuki rodó los ojos hablando con sarcasmo, escuchando la linda risa de la chica que le gustaba.

    ¿Quién diría que el arrogante, malhumorado, y sobre todo guapo Bakugo Katsuki se enamoraría de la simpática, divertida y sociable Shudai Shiori? Nadie se lo hubiese imaginado. Pero ahí estaba el cenizo, tomado de la mano con la chica, teniéndola acostada en su hombro. Se sentía como en un sueño del que no quería despertar.

    Pero sabía que despertaría algún día. Y no quería que ese día llegara.

    La incomodidad en su pecho seguía al pensar en cómo reaccionaría la fémina si se enterase lo que él le ha hecho y le sigue haciendo a Deku con el paso de los años. Shiori era muy amiga del pecoso, no tan cercana como lo eran ambos, pero ya hasta se llamaban por sus nombres. Aquello descolocaba a Katsuki, pero, ¿qué podría decirle? Él podría ser gruñón, narcisista, orgulloso, imbécil, idiota, mentiroso, pero nunca le gustaría quedar como un tóxico. Sobre todo porque la Shudai podría sospechar de la extraña relación que tenían Midoriya y Bakugo.

    —Se va a alejar si se entera —escuchaba que decían en su oído. Katsuki volteó de manera brusca, haciendo sobresaltar a la chica que descansaba en su hombro.

    —¿Katsuki? —cuestionó en tono suave, mirándolo con esos ojos que siempre le encantaron—. ¿Ocurre algo?

    —Nada —contestó de inmediato—. Anda, colócate ahí de nuevo.

ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora