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VEINTIDÓS when something you love is taken from you
«Rebasar mis límites... Voy a terminar inconsciente» pensó Shiori.
El transformar los estados de la materia de varias cosas a la vez la agotaba demasiado, y es que en su entrenamiento podría aprender a transformar una gran cantidad de cosas al mismo tiempo y a su vez mejorar su resistencia, pero sabía que a la primera no podría lograrlo y acabaría inconsciente en cualquier momento. También se le ocurrió estar junto a Katsuki y Shoto, moderando la intensidad de las explosiones del cenizo y ayudando a derretir el hielo del bicolor. Pero seguía sintiendo que era demasiado para ella, y cuando vio como Pixie-Bob aparecía y se dirigía hacia ella de manera amenazante, supo que sería su perdición.
Esperaba que la cena de ese día valiera la pena. Y aún así estando agotada, tendría que hacerla ella misma.
—Al menos es curry... —murmuró, con una sonrisa cansina. Se apoyaba de Ashido para no caer.
Después de cocinar todos comieron juntos, y de nuevo Shudai se sentó a un lado de Mina. No sabía si estaba disfrutando tanto la comida porque tenía demasiada hambre o porque en verdad sabía bien, pero no dijo nada al respecto.
—¿Dónde está Izuku? —le preguntó a Ashido con la boca llena al darse cuenta que su amigo todavía no se presentaba para comer.
—Por ahí —contestó la pelirosada encogiéndose de hombros—. Estoy tan concentrada comiendo que no puedo pensar dónde podría estar Midoriya.
Shiori rio y después se ahogó, y gracias a eso Mina se burló de ella riéndose también, causando que la contraria se ahogara con la comida. Las dos comenzaron a reír más mientras seguían ahogándose, y con la vista borrosa vio como Ojiro y Tsuyu les pasaban un vaso con agua. Lo aceptó gustosa y bebió un sorbo, pero escuchó otra carcajada por parte de Ashido que la hizo volver a reír, causando que se ahogara con el agua y la escupiera. Mina hizo lo mismo y de nuevo comenzaron a reír ahogándose de vez en cuando, bajo la mirada ya acostumbrada de sus compañeros de mesa.
Al día siguiente siguió entrenando duro, esforzándose para mejorar. Siguió haciendo el mismo entrenamiento de ayer, entrenó con Pixie-Bob y Ragdoll, y escuchaba consejos por parte de Mandalay. El atardecer había llegado rápido, y como había mencionado Pixie-Bob, había una prueba de valor entre las dos clases. Ayudó a sus compañeros a preparar la cena y rio de manera silenciosa por la reacción de Uraraka al ver que Bakugo era bueno usando el cuchillo para la cocina. Ella recordó por un momento la charla corta que tuvo el cenizo con su padre, donde él había dicho que de vez en cuando ayudaba a su madre a preparar la comida. Sonrió un poco, y después sacudió su cabeza para desviar esos pensamientos y ayudar a Izuku con la leña para el fuego.
Escuchó la charla entre el pecoso y el bicolor, y la chica sonrió al ver que su amigo se preocupaba por el pequeño Kota.
—Cuando estaba en mis pasantías, yo quise llevarme bien con él —comentó, mirando a Izuku. Shoto también parecía prestar atención—. Pero no me fue muy bien... No me golpeó como lo hizo con Izuku, pero me ignoraba y otras veces me contestaba mal. Pensé que no tenía caso, pero aún así... ¿No es triste que un pequeño niño odie todo lo relacionado con los héroes?
