ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !

veintiséis

VEINTISÉIS
it'll drive me crazy

    —¡Te voy a extrañar!

    —Eres un llorón, Shimada —se burló la menor, aunque sabía que también extrañaría a su hermano—. Ya sabes lo que sentía cuando seguías en la universidad. La diferencia es que eres un adulto independiente. Bueno, no tanto.

    —¡Shiori...! —lloriqueó el mayor—. Te voy a extrañar.

    —Sí, ya me lo dijiste.

    —Cuando seas la mejor heroína de Japón y estés en el top 5, no te olvides de mí —dijo, de manera dramática.

    —No lo haré, Shimada —suspiró, para después sonreír de manera nostálgica y correr a abrazar a su hermano—. También te extrañaré. Te voy a llamar todos los días.

    —¡Shiori! —volvió a gritar el mayor. Shiori rio un poco.

    —Ya me tengo que ir, Shimada —anunció, mientras su tono se apagaba un poco—. Escríbele a papá también.

    —S-Sí, hermanita. Cuídate.

    —Claro que sí. Te quiero.

    —¡Te quiero!

★

    En su camino, no pudo evitar pensar un poco. Claro que recordaba lo que había pasado hace algunos días; había ido a la casa de Katsuki, había permitido que él la besara. Y mentiría si dijera que no lo había disfrutado, que no lo había anhelado por tanto tiempo. Y después de eso nada pareció cambiar, ambos chicos decidieron actuar como si nada hubiese sucedido; ella no le había mencionado nada debido a la vergüenza —había permitido que la besara por la tensión del momento, pero esa misma noche cuando llegó a casa se avergonzó completamente, preguntándose si había sido buena idea haber permitido eso—, y no sabía lo que pensaba o sentía Bakugo. Tal vez tenerla sólo para él le subía el ego, más no sentía nada por ella. Puesto que después de ese beso, a pesar de que el cenizo le haya pedido otra oportunidad, no habían hablado de lo que sentían.

    Y ella no le había contado a nadie. Ni siquiera a Shimada, Izuku o Ashido. A nadie, estaba completamente avergonzada de ella misma. Lo curioso era, que no estaba nada arrepentida.

    Entonces se mudaría a los dormitorios de la UA, Heighs Alliance. Además de ver a Bakugo todos los días en clase, lo vería todo el día todos los días. No sabía si eso era bueno o malo, premio o castigo; no sabía si eso mejoraría su relación o la empeoraría, no sabía si eso quitaría la tensión entre ambos o la aumentaría. No sabía si eso haría que sus labios volvieran a encontrarse. Y es que desde que lo besó, lo único con lo que pudo soñar fue con sus labios. Tanto tiempo había pasado desde la última vez que los había probado, que ahora que ambas bocas volvían a encontrarse, el deseo, anhelo y necesidad había aumentado. Quería volver a besarlo, y eso la avergonzaba más, ya que no sabía cómo se sentía él.