nueve

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NUEVEidiot

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NUEVE
idiot

    La chica sonrió suavemente cuando vio a Katsuki voltearse para ver si ella lo seguía al lugar donde habían estado almorzando días antes de salir de vacaciones. Le gustaba llevarse bien con Bakugo, le hacía sentir orgullosa en cierto modo el hecho de que a Katsuki le agradara ella sabiendo lo gruñón que era y lo mal que se llevaba con ciertas personas. Shiori era una persona sociable, simpática y una persona con la que es agradable estar. Era cierto que al cenizo en un principio no le caía bien, ya que la veía intensa e insoportable, pero se acostumbró a su intensidad, tolerandola en cierto modo.

    —¿Qué me ves? —cuestionó Shudai en un intento de burlarse del chico, inclinando su cabeza hacia un lado.

    —Tsk, tienes un grano en la cara —rodó los ojos, para poner sus manos en los bolsillos de su uniforme escolar y seguir caminando.

    —¡¿Un grano?! —exclamó aterrada, tocándose la cara. Notó como Bakugo la dejaba atrás, teniendo que correr para poder alcanzarlo—. O-Oye, para caminar encorvado caminas muy rápido.

    —¡¿Qué dijiste?! —empezó a hacer pequeñas explosiones con sus manos y Shiori no pudo evitar reír—. ¿De qué te ríes, idiota?

    —¿Sabías que las explosiones están hechas de materia? —preguntó, acercando su mano hacia la mano del chico. Él rápidamente la apartó, mirándola con el ceño fruncido—. Nunca he podido manipular una explosión. Déjame intentarlo.

    —¡La otra vez manipulaste la lluvia y la mano te quedó adolorida y temblorosa, ¿y vas a controlar mis fuertes explosiones?! —gritó dándole un suave golpe en la cabeza—. ¿Estás idiota, no hay nada en tu cerebrito?

    —Te estás preocupando por mí —más que una pregunta era una afirmación, diciéndolo a la misma vez que sonreía y tarareaba.

    —¡Claro que no! —contestó todavía con el ceño fruncido—. ¡Sólo que no voy a dejar que manipules mis explosiones, bastarda!

    —¿Entonces tienes miedo de que las pueda controlar? —preguntó con una sonrisa orgullosa. Esa fue la gota que derramó el vaso para Katsuki.

    —¡¿Ah?! ¡¿Piensas que las vas a poder controlar?! —se acercó a ella de manera desafiante. Una vena apareció en su frente cuando escuchó a la chica reír—. ¡¿De qué te ríes?!

    —P-Por nada —intentó contener la risa—. No quieres que me lastime la mano porque quieres que te siga haciendo galletas, ¿cierto? No me mientas.

    —¿A quién mierda le importa tus sucias galletas? —cuestionó apartando la mirada, sentándose en una banca para comenzar a comer. Shudai se sentó al lado de él, y aunque Katsuki parecía no estar interesado en comer con ella, sinceramente la había visto de reojo para ver si se sentaba con él o no.

    —A Midoriya le gustan —comentó con una sonrisa, sacando su comida también—. Mira, esta vez traje almuerzo.

    Bakugo frunció su ceño. No le prestó atención a la última oración, pero sí a la primera. No la miró, pero Shiori notó su ceño fruncido.

    —¿Te llevas bien con él? —preguntó Katsuki en un murmuro.

    —¿Con Midoriya? Pues sí, somos compañeros de asiento, deberías saberlo —se encogió de hombros, dando un bocado de su comida. Le pareció algo extraño eso, que primero Izuku le preguntara si se llevaba bien con Bakugo y que ahora sea él el que le pregunte lo mismo—. ¿Por qué? ¿Qué ocurre? Sé que no se agradan. Pero me alegra que no lo molestes.

    Bakugo frunció el ceño, mirándola y pidiendo una explicación ante lo que había dicho.

    —Es que no he visto en ningún momento que le trates mal o le molestes, o te burles de él por querer ser un héroe, ya que nosotros dos también queremos eso —Shiori sonrió un poco—. Me alegra que no seas como esos amigos tuyos, ese que puede hacer cosas raras con las manos y el otro, ellos molestan mucho a Midoriya, pero tú... Tú pareces guardar tu distancia.

    Katsuki no respondió, sólo soltó una muy baja maldición. Siguió comiendo, y repentinamente ella se acordó del tema del desconocido Deku.

    —¿Sabes quién es Deku? —Katsuki casi se atraganta con su comida y tuvo que disimularlo, agradeciendo que ella no lo estaba viendo—. Lo nombraste hace unos pocos días. Lo llamaste nerd.

    Bakugo parpadeó un par de veces perplejo.

    Shudai Shiori tenía que ser idiota.

    ¿Ella no lo sabía? No era un secreto en el aula lo mal que Katsuki trataba a Izuku. Aunque claro, todos estaban al tanto ya que todos también le decían una que otra mala cosa al pecoso, pero Shiori nunca hizo eso. ¿Tal vez por eso no estaba al tanto? Pero sabía que no se llevaban bien, ¿no sabía la historia completa? ¿Qué debería contestar Katsuki ante eso?

    Él sabía que muy en el fondo le agradaba Shiori. Entonces, ¿qué le decía a su compañera cuando ella le preguntaba por el chico que él molestó toda su vida? Claramente no iba a hablar con la verdad. No pudo evitar tragar saliva, pensando pacientemente su respuesta.

    —Un vecino mío. Se llama Deku —soltó una mentirita que en cierta parte es verdad, pero no quiso mencionar esa parte.

    —Pero, ¿Deku no significa inútil? —preguntó con los ojos entrecerrados—. ¿Midoriya lo conoce?

    —Lo conoce muy bien —contestó sin decir nada más, ignorando completamente la primera pregunta.

    —Mhm... —la chica pensó, para después asentir con la cabeza—. Ya veo.

    —Deja de hacer preguntas tan inútiles y come pedazo de idiota —habló mientras seguía comiendo. Parecía sumergido en sus pensamientos. Pudo escuchar a Shudai reír, pero no fue suficiente para sacarlo de su trance. Y la chica no parecía darse cuenta, cosa que él agradecía internamente.

    Shudai empezó a hablar sobre su vida, aunque Katsuki no le estaba prestando mucha atención. Por alguna razón lo de Deku lo había puesto muy pensativo, cuestionándose lo que le había dicho. ¿Y si ella se entera en algún momento que Deku era Midoriya, y que él siempre lo hacía sufrir? ¿Le dejaría de hablar? Se sentía raro estarse preguntarse eso, y a pesar de decirse a sí mismo que no le importaba si Shiori le dejaba de hablar, él sabía que no era así, sólo que no lo admitiría.

    Frunció el ceño para mirar a Shiori hablarle animadamente de algo que él sinceramente no estaba escuchando. Notó la sonrisa de la chica al contar lo que decía, y esa vez decidió prestarle atención, saliendo de sus pensamientos y olvidando completamente el tema de Izuku. Esperaba no volver a pensar en eso, ya que pensaba que Deku y Shiori no eran relevantes en su vida, pero sabía que esos pensamientos probablemente lo inundarían algunas veces.

    Miró a la chica, procesando el hecho de que se sabía su nombre, y no le decía extra como a los demás.

    Miró a la chica, procesando el hecho de que se sabía su nombre, y no le decía extra como a los demás

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ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora