diecisiete

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DIECISIETEvulnerable

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DIECISIETE
vulnerable

    Shiori suspiró con los ojos cansados, recostado su cabeza en los brazos cruzados que reposaban en su escritorio.

    Se acercaba la hora del descanso pero aún así ella no podía evitar cerrar los ojos en medio de la clase de matemáticas. Confiaba en que Izuku le pasaría los apuntes más tarde, pero aún así se esforzaba en escuchar las explicaciones de su profesor.

    —¿Estás cansada? —le preguntó Midoriya en un susurro para no interrumpir la clase—. ¿No dormiste bien anoche?

    —No he dormido bien desde hace dos días —admitió en el mismo tono de voz.

    —¿Por qué? ¿Te has estado desvelando?

    —Midoriya, ¿alguna vez te ha gustado alguien? —la pregunta tomó desprevenido al de pecas, haciéndolo tragar saliva y sonrojarse un poco—. ¿Me puedes decir cómo se siente?

    —P-Pues... —pensó bien en sus palabras unos momentos de manera nerviosa—. Supongo que... Tu corazón se acelera al ver a esa persona, te sientes feliz y calmada con su presencia y... Quieres que esa persona esté contigo siempre, no te quieres alejar nunca.

    Shudai volvió a suspirar, encogiéndose en la mesa. Izuku tuvo una idea de algo, y agradeció que la chica no viera la expresión de él al tener sus ojos cerrados.

    —¿Te gusta alguien, Shudai? —cuestionó Midoriya, y ella a pesar de fingir estar descansando notó como las mejillas se le ponían rosadas de la vergüenza.

    —Tal vez —contestó en un murmuro realmente bajo, como si se apenara de aquello—. Estoy confundida, Midoriya.

    —Lo entiendo —el chico suspiró—. Te sientes como... ¿Si no quisieras arruinarlo?

    —Sí —asintió con una risita nerviosa—. ¿Cómo lo sabes? ¿Te ha pasado alguna vez?

    —Digamos que sí —confesó Izuku, sin mirarla—. Sólo quieres dejar de pensar en esa persona, pero tu corazón acelerado no te lo permite.

    Shudai se quedó callada. Midoriya la miró un rato, apretando sus labios. Se maldijo a él mismo en su mente, intentando prestar atención a lo que quedaba de la clase.

    Se sentía un idiota.

    El timbre sonó. Todos se levantaron de sus asientos, todos excepto Izuku y Shiori. La fémina levantó su cabeza de la mesa mientras parpadeaba, y vio a Katsuki esperando a que el chico la esperara para pasar el descanso juntos. Bakugo sólo se levantó de su asiento y salió del aula, sin mirarla ni mirar hacia atrás. Shudai vio todo eso, más no dijo nada.

ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora