doce

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DOCEcrybaby

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DOCE
crybaby

    Después de los sucesos en USJ, la UA suspendió sus clases temporalmente. Y a pesar de eso, el ambiente se sentía tenso y Shiori no estaba calmada. Su hermano podía notar que la menor se encontraba más callada que de costumbre, e incluso podría decir que apagada.

    —Hice onigiris —le dijo su hermano con una sonrisa—, tus favoritos.

    —Muchas gracias, Shimada. Se ve muy bueno —agradeció, con una suave sonrisa que se esfumó a los segundos. La expresión del mayor decayó un poco.

    —¿Quieres hablar? —se atrevió a preguntar, con una sonrisita nerviosa.

    —Cuando se come no se habla —respondió, sólo para evadir la situación—. Eso lo decía papá cuando comíamos todos juntos, ¿recuerdas?

    —Pero papá no está aquí —sonrió el adulto—. Bueno, eso sonó como si estuviese muerto.

    —Siempre está ocupado con el trabajo.

    —¿Me vas a decir lo que tienes? —insistió. Shudai soltó un suspiro.

    —Katsuki.

    —¿Katsuki? —cuestionó, confundido—. ¿Bakugo Katsuki?

    —Sí, Shimada —asintió—. No te lo conté, pero quedamos en el mismo aula-

    —¡¿En el mismo aula?! —exclamó sorprendido—. Bueno, no sé de qué me sorprendo.

    —Yo tampoco.

    —¿Y cómo...? —se calló, sin saber qué decir exactamente—. ¿Qué...?

    —Es todo muy raro, ¿sabes? —empezó, soltando aire por la nariz—. Al inicio actuó como si nada hubiese pasado, y eso no me gustaba. Sentía que ya lo había superado pero...

    —Superar un primer amor no es fácil, ¿cierto? —la interrumpió, con una sonrisa nostálgica en el rostro. Shiori asintió con la cabeza al no haber encontrado las palabras.

    —Lo volví a ver después de mucho tiempo y me sentí repentinamente nerviosa —explicó—. Y Katsuki me trataba tan... Igual, como si nunca hubiese habido distancia y nunca hubiese sucedido nada. Eso me descolocó un poco, terminé diciéndole que me dejara en paz.

    —Wow —susurró, asombrado. Shudai dejó soltar una risita amarga—. ¿Y qué ha pasado desde entonces?

    —Nada —suspiró. Miró su onigiri entero, y sonrió cálidamente al pensar que su hermano mayor lo preparó para animarla—. Desde ese día suspendieron las clases, y no hemos vuelto a hablar.

    —¿Y quieres que vuelvan a hablar? —esa pregunta dejó pensando a la chica, que apretó los labios ante eso.

    —Tengo dos respuestas —señaló, avergonzada. Shimada alzó las cejas—. La de mi cerebro y la de mi corazón.

ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora