ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !

veintiuno

VEINTIUNO
camp! camp!

    Las pocas vacaciones que tuvo intentó aprovecharlas de la mejor manera, saliendo con su hermano, incluso acompañándolo al trabajo de vez en cuando, y yendo a la piscina de la UA junto a sus compañeras y apoyando a sus compañeros entrenando. Sin darse cuenta sus "vacaciones" se pasaron volando, ya era tiempo de ir al campamento de verano.

    —¡Hora del campamento! ¡Campamento! ¡Campamento! —comenzó a gritar Ochaco, emocionada y con la cara roja. Kaminari y Ashido se le unieron y Shiori no pudo evitar carcajear, uniéndose a los tres poco después.

    —¡Campamento! ¡Campamento! —exclamó la chica junto a los demás, demostrando su emoción por el campamento. Después la clase B dio su aparición, ya que ambas clases convivirían juntas en el campamento. El autobús de la clase A también llegó y el delegado de la clase ordenó que se formaran por su asiento para mantener el orden.

    Pero ella se sintió nerviosa y pensó que en verdad tenía mala suerte al ver que esa vez, le tocaría sentarse con Katsuki. De todas las personas con las que podría estar sentada, tenía que ser con él. Suspiró disimuladamente, sentándose del lado de la ventana para por lo menos distraerse con el paisaje, y sus compañeros gritaban tanto que se le hizo inevitable el no ponerse sus auriculares y escuchar algo de música. Por esos momentos, no tenía intenciones de hablar con Bakugo.

    No supo en qué momento cerró los ojos ni en que momento se quedó dormida, pero ahora estaba siendo sacudida por el hombro de manera casi impaciente. Cuando abrió los ojos y se dio cuenta de dónde había estado durmiendo se apartó de repente, sonrojándose.

    —Que molesto fue tenerte durmiendo ahí. Se me durmió el hombro —se quejó Katsuki, y ella rio nerviosamente—. Anda, levántate, ya el autobús se detuvo.

    —Pudiste haberme apartado —murmuró la de ojos morados. El cenizo fingió no escucharla y se levantó para salir del vehículo, y ella tragó saliva sintiendo la garganta seca de repente. También se levantó y salió para comenzar a estirarse, y cuando localizó a Mina ella ya la estaba mirando de manera burlona—. ¿Por qué me miras así?

    —Sabía que aprovecharías estar sentada a un lado de Bakugo —dijo ella, y Shudai rodó los ojos avergonzada.

    —No lo hice a propósito —contestó, por lo bajo. Ashido rio asintiendo con la cabeza, hasta que Aizawa comenzó a hablar.

    Entonces sin previo aviso Mandalay y Pixie-Bob salieron de un auto, y Shudai no pudo abrir sus labios de la sorpresa y soltar un jadeo emocionado. Ya entendía el porqué Ragdoll le había dicho el último día de sus pasantías que se volverían a ver pronto. Midoriya comenzó a hablar, y cuando alegó la cantidad de años que las Pussycats tenían de experiencia, la heroína rubia lo tomó del rostro diciendo que tenía dieciocho de corazón. Shiori rio y saludó con una sonrisa a Mandalay que ya la había estado viendo. Estaba muy agradecida con su agencia por cómo la habían tratado y todo lo que le habían enseñado. También se fijó que les acompañaba un niño, que ella claramente conocía, pero en sus pasantías no había logrado hablar con el pequeño ya que se veía con sólo una mirada, que el menor la despreciaba. 

    Bueno, podría decir que no estaba tan agradecida, al darse cuenta que el campamento ya había comenzado en ese preciso instante.

    No se sorprendió cuando la singularidad de Pixie-Bob dio su aparición y los arrastró hacia el bosque, ya que había experimentado lo mismo en sus pasantías. Mandalay les gritó desde arriba que todos serían libres de usar sus particularidades con libertad al ser una propiedad privada, y ella internamente maldijo a la UA. Ella sólo quería vacaciones normales.

    En un principio todos se lanzaron hacia Shudai al saber que ella fue la única que conocía todo sobre los Pussycats al haber hecho sus pasantías con ellos, diciendo que ella podría conocer el bosque a la perfección. Pero la chica tuvo que destruir las esperanzas de sus compañeros diciendo que nunca había ido a ese bosque, y que tendrían que atravesar lo desconocido.

    Apareció una bestia y Koda de inmediato intentó calmarla, pero Shiori tuvo que explicar que era obra del quirk de Pixie-Bob. Ella rápidamente intentó crear una bestia parecida gracias a la técnica que le había enseñado la heroína, pero no era para nada parecida a la enorme bestia obra de Pixie-Bob. Lo único que pudo hacer fue acercarse y tocarla, que terminó desvaneciéndose y dejando como evidencia un charco de color marrón. Sus demás compañeros también comenzaron a atacar sin querer quedarse atrás, y así fue como lograron atravesar el bosque lentamente y como un equipo. Ella se ayudaba de vez en cuando con Uraraka, Ashido, Yaoyorozu, e incluso en un breve momento trabajó junto a Katsuki para derrotar a una bestia los dos juntos. Sonrió de manera orgullosa, y debido a la adrenalina del momento, chocó puños con el cenizo, que también sonrió con soberbia.

    —Ayúdame, Izuku —jadeó la chica cuando al fin estaban a punto de llegar al campamento. Tenían que haber llegado antes de las 12, pero ya el sol estaba comenzando a ocultarse—. No creo poder seguir caminando por mi cuenta.

    Cuando el peliverde, también agotado, comenzaba a acercarse a ella, Katsuki se puso a un lado y la agarró de la cintura para estabilizarla y ayudarle a caminar mejor. La chica debido al agotamiento y cansancio no replicó y Midoriya la dejó con el cenizo. Todos jadeaban y estaban cansados, ya que les había tomado como 7 e incluso 8 horas llegar hasta el campamento y poder descansar.

    Pixie-Bob comenzó a decir que Iida, Izuku, Todoroki, Bakugo y no sabría decir si Shiori fueron los que menos problemas tuvieron con sus bestias de tierra. Se apartó del de ojos rubíes cuando la mujer se abalanzó hacia ellos alegando que quería verlos a los cuatro en tres años, y se tambaleó un poco hasta llegar hacia Ashido, que se encontraba a punto de tumbarse en el suelo. Ella se tumbó a su lado, quedando a un lado de Kirishima también, intentando descansar y buscar aire de manera más tranquila, diciéndole a su amiga con voz temblorosa que su anemia leve no aguantaba para tanto. Mina rio débilmente.

    La fémina hizo una mueca cuando Izuku tuvo intenciones de presentarse con Kota, el hijo del primo de Mandalay, y el pequeño terminó dándole un golpe bajo. Ahí entendió que no sólo la despreciaba a ella, si no a todos los que aspiraban a ser héroes. 

    Su profesor ordenó que sacaran sus cosas del autobús para llevarlo a sus cuartos, para después cenar en la cafetería, darse un baño y terminar de esa manera el día. Shiori suspiró de alivio al escuchar esas palabras, y caminando junto a Mina y Eijiro, sacó sus cosas del autobús. El verdadero entrenamiento empezaba mañana, y con sólo pensarlo, su cuerpo dolía. Sobre todo porque sabía quién les daría aquel entrenamiento. Como lo extrañaba, pensó.

    No habló en ningún momento de la cena, más concentrada en lo vacío que se había sentido su estómago al no haber consumido casi nada en todo el día. Por otro lado, Mina, sentada a un lado suyo, hablaba animadamente con todos y pensó que su amiga llegaba a ser mucho más extrovertida que ella. Por un momento, la de ojos morados se preguntó en dónde estarían Tiger y Ragdoll.

    Sintió que se derretía al entrar a las aguas termales, y le agradeció junto a sus compañeras a Kota cuando Mineta intentaba ver al otro lado del muro. Después pudo dormir plácidamente, esperando lo que le avecinaba al día siguiente.

    Estaba emocionada por el campamento de verano, pero si hubiese sabido lo que sucedería, tal vez no se hubiese relajado tanto.