ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !

veinticuatro

VEINTICUATRO
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     Shiori escuchó atentamente todo lo que decían los villanos recién aparecidos. Aparentemente había sido teletransportados ahí junto a Bakugo, y la de ojos morados se estaba conteniendo mucho en salir corriendo hacia el cenizo por lo mucho que le había hecho falta en esos pocos días que habían pasado, ya que sabía que no debía precipitarse y debía mantener un perfil bajo. Con la mano temblorosa tocó el hombro de Midoriya que sabía lo que estaba pensando; debían hacer algo para salvarlo, cosa que no habían podido hacer antes. Todos se encontraban nerviosos y alarmados, temblando y con miedo. Entonces el pecoso dio un paso para poder moverse, y Tenya lo detuvo.

    —Estás aquí, ¿verdad? —habló el villano del que ella tanto temía, y comenzó a temblar más creyendo que se refería a ellos. Pero se refería a All Might, el Símbolo de la Paz, que apenas apareció Shudai inevitablemente volteó a ver a Izuku. Apretó sus labios, sintió que no se podía mover, pero el número uno ya estaba ahí para derrotar a ese villano, ¿no?

    Tuvo mucho miedo al ver que el que se hacía llamar All for One quedó ileso después del ataque de All Might. Había perdido de vista a Katsuki, y ya no sabía qué hacer. Quería huir, pero no quería hacerlo sin Bakugo. Los villanos comenzaban a actuar y apenas la voz del cenizo se hizo escuchar el Símbolo de la Paz quiso ir hacia él, pero de nuevo el jefe de los villanos lo detuvo. Ciertamente era que no podían hacer nada mientras All for One estaba ahí, y los villanos querían escapar con Katsuki. Se sentía nerviosa, quería hacer algo, quería a Bakugo de vuelta. Le ponía mal el ver que All Might quería ir con el de ojos rubíes cueste lo que cueste, y que aún así All for One no se lo permitiese. Katsuki estaba luchando solo contra los villanos, y Shudai estaba cada vez más asustada. No sabía que podía hacer, no sabía como ayudar, ya que no podía dejarse llevar ni usar sus poderes, ya que seguía sin ser una heroína.

    Un rayo de esperanza se vio para Shiori al ver que Midoriya dijo que sí había una forma de rescatar a Bakugo, donde no se tengan que ver obligados a pelear y los deje irse. Ella escuchó atentamente, hasta que dijo que ella sería la clave para hacer el plan seguro.

    —¿Y-Yo? —había dicho después de que Izuku explicara bien el plan, con la garganta seca—. ¿No sería mejor, uhm... Kirishima?

    —Estoy seguro que si tú lo llamas, él vendrá sin rechistar —contestó el pelirrojo de inmediato. Shiori se avergonzó, negando y diciendo que la persona correcta sería Eijiro—. Tienes que hacerlo tú, Shudai. Cuando Bakugo y yo estábamos estudiando él–

    —No podemos perder más tiempo —interrumpió el pecoso. Shudai parpadeó un par de veces, perpleja, queriendo escuchar lo que Kirishima le quería decir—. Tenemos que hacerlo.

    Fue ahí cuando se vio abrazada de sus tres amigos, Eijiro destruyó un muro con su quirk, Shoto utilizó el suyo para ayudarlos a elevarse y Midoriya junto a Iida emplearon sus singularidades para impulsarse. Cuando estuvieron en el aire bajo la mirada de los villanos ella sin poder haberse negado extendió su mano hacia donde estaba Katsuki, algo nerviosa.

    —¡Ven! —exclamó, intentando sonreír de manera confiada. Sus ojos morados obtuvieron algo de brillo al ver la manera en la que sonrió el cenizo al verla, y soltó un suspiro que había estado reteniendo cuando Bakugo se impulsó con sus explosiones para irse con ellos. Su sonrisa se amplió de manera aliviada cuando la mano de Katsuki tomó la suya, y sin darse cuenta un nudo se le formó en la garganta al tenerlo de vuelta al fin.

    —Tonta —le dijo, con una sonrisa. Shiori soltó una suave risa, inclinando su cabeza hacia un lado viéndolo con dulzura.

    —Te eché de menos —formuló con sus labios en un tono realmente bajo.

    —Bakugo, a mi señal, haz una explosión...

    —¡Tu espera mi señal!

    —No es el momento —reprochó la chica. De repente, uno de los villanos también se elevó para poder agarrar a Bakugo, pero Mount Lady pudo detenerlo. La de ojos morados hizo una pequeña mueca al ver aquello, y otro héroe apareció para auxiliar a All Might. Sus pies pudieron tocar el suelo, y el agarre que tenía la mano de Katsuki en la suya nunca se fue, aún así ya estuviesen a salvo. Lo miró por unos momentos, pero ahora le daba vergüenza acercarse a él. Y el cenizo no parecía querer soltar su mano.

    —Debemos irnos —anunció Iida. Ella asintió con la cabeza, y caminó sin soltarse de la mano de Bakugo. Ya lo tenía con ella, sabía que ya podía estar a salvo, pero ya que antes no había podido tomar su mano para salvarlo, quería tenerlo con ella, saber con su tacto que estaba con ella. Llegaron hasta donde estaban los demás civiles y ella se sintió aliviada y a salvo, y comprobó el estado de todos sus demás amigos para comprobar que estaban bien. Cuando miró a Katsuki él ya la estaba mirando, y ella desvió su mirada al agarre entre sus manos. Sonrió un poco, sintiendo sus mejillas sonrojarse. A pesar de la situación, seguía sintiéndose nerviosa ante su presencia. Izuku comenzó a hablar con Todoroki, contándole la situación, y rio un poco al ver como el cenizo gritaba que no lo habían salvado, que sólo eran la mejor ruta de escape.

    —No quería estorbarle a All Might —murmuró después por lo bajo. Shiori apretó el agarre que tenía en su mano, y él giró a mirarla. Shudai entonces le sonrió suavemente, aquella sonrisa que siempre le dedicaba en la escuela media. La expresión de Bakugo se suavizó al notarlo y desvió su mirada—. Como se nota que me echaste de menos. No me quieres soltar la mano, ¿eh?

    —Tu también puedes apartarla si quieres —sonrió la chica, y el cenizo decidió ignorarla.

    —Sólo quiero darte el gusto de agarrarme la mano.

    —Claro.

    Se sintió completa con Bakugo a su lado de nuevo. Katsuki ciertamente también la había echado de menos.