ㅤdo i wanna know?ㅤ★ㅤbakugo katsuki !

diecisiete

DIECISIETE
alone

    —Shiori, ¿estás bien? —su padre se acercó mientras ella descansaba en la enfermería. Shiori le sonrió alegremente, asintiendo con la cabeza.

    —Para la próxima, tendré más resistencia —se propuso, sin perder su sonrisa. Aún así, el mayor parecía seguir preocupado.

    La puerta de la enfermería volvió a abrirse, y el cuerpo de la de ojos morados se tensó al ver de quién se trataba. Pudo esperarse a Izuku, a Mina, a Ochaco e incluso a Iida, pero nunca a él. Y él tampoco se esperó ver al padre de la muchacha ahí, por lo que se detuvo en seco. Y la fémina se sintió aún más nerviosa al ver como una vena se marcaba en la vena del mayor al a esa persona parada en el umbral de la puerta.

    —¿Qué haces aquí? —su padre tuvo el descaro de preguntarle al cenizo, y Shiori tembló en su lugar al ver el ceño fruncido de Katsuki al escuchar aquello.

    —¿Yo? Nada —contestó de manera indiferente, poniendo las manos en sus bolsillos—. Sólo iba a la sala de espera, pero parece que me equivoqué de habitación.

    —Pues ya puedes irte —contestó el mayor.

    —Papá —replicó la muchacha—. Lo siento, Bakugo. Que te vaya bien en el último combate.

    —Como sea —respondió, y cerró la puerta tras de él.

    —¿Eres amable con él después de lo que sucedió?

    —No soy como tú, papá —contestó. El mayor rodó los ojos—. Y yo debería ir con mis compañeros al ver la final.

    —Yo creo que regresaré al trabajo. Sólo quería verte a ti, no a los demás —habló su padre, ayudando a su hija a levantarse de la camilla—. Estoy muy orgulloso de que hayas quedado de tercer lugar.

    —Igual yo —sonrió la menor—. Nos vemos.

    —Mándale mis saludos a Shimada.

    —Lo haré.

★

    Bakugo había ganado el festival deportivo, pero Shiori sabía que él no se sentiría satisfecho con esa victoria. Y ella se conformaba con poco, por lo que se sentía satisfecha con el tercer lugar.

    En el momento de la ceremonia de premios, Shudai no pudo evitar sentirse algo incómoda al tener a su lado a Katsuki prácticamente atado y amordazado por los héroes. «Eso es imprudente» pensó. Y a pesar de que no quería quedarse quieto, esa no era una buena manera para presentar al estudiante que había ganado el festival deportivo. Se sentía mal por Bakugo, aunque el chico odiaría que ella se sintiese mal por él.

    —Felicidades, Todoroki, Bakugo —halagó la del tercer lugar, con una sonrisa sólo para romper la tensión que había gracias a Katsuki. Todoroki sólo la miró y asintió con la cabeza murmurando un "igual" y el cenizo al parecer ni siquiera la escuchó.

    También se sintió algo mal al ver que compartía tercer lugar con Iida y el chico tuvo que irse por motivos personales, pero era buena ocultando sus preocupaciones en una sonrisa. Le hubiese gustado que su padre viera la entrega de medallas, pero sabía que tenía que trabajar, e incluso había hecho demasiado con escaparse un rato para verla. Pensó que si eso hubiese pasado unos años antes, su padre ni le hubiese escrito un texto.

    Rio internamente al ver que All Might sería el que daría las medallas, bien sabiendo que su hermano estaría viendo todo por la televisión y estaría envidiando a Shiori. 

    —Joven Shudai, felicidades —Shiori tuvo que contener una sonrisa orgullosa, sintiendo como el héroe número uno le colocaba la medalla de bronce—. Eres fuerte y decidida. Pero te agotas rápido.

    Se tensó al ver que el mayor le daba un gran abrazo, esta vez sin contener su sonrisa. Se sintió gustosa ya que nunca hubiese pensado que el Símbolo de la Paz le estaría dando un abrazo en ese momento, así que sólo disfrutó del momento.

    —Confía más tu singularidad y explora sus límites. Mejora tu resistencia, y lucharás mejor —señaló, dando suaves palmadas en la espalda de la fémina. Ella asintió con la cabeza cuando él se alejó, y sonrió cuando bajó la mirada y vio la medalla colgando en su cuello.

    Después de ella fue con Todoroki, y después con Katsuki. Shudai vio la escena con una sonrisita nerviosa asomándose por sus labios. 

    Cuando finalizó el evento por fin se encargó de contestar los mensajes que le había dejado su hermano, que alegaba comprarle el pastel más grande del mundo por todo el esfuerzo que había hecho para quedar en el tercer lugar. En el aula, el profesor Aizawa comenzaba a comentar que algunos héroes profesionales que se encontraban en el festival deportivo querrán reclutarlos, y esa idea hizo que su corazón se acelerara. 

    Los días siguientes no habrían clases, y cuando ya pudieron salir de la academia, Shiori de manera apenada se acercó a Katsuki. Le sonrió de manera temblorosa a pesar de que él estuviese frustrado y enojado por esa victoria no merecida, y aunque ella tiempo atrás le había dicho que la dejara en paz y rechazara cualquier palabra que él le dirigía, la percepción que tenia hacia el cenizo cambió debido a las palabras que Ashido le había dicho cuando la  de ojos morados se desahogó con ella. 

    —¿Me dejarías...? —murmuró, acomodándole la medalla para que colgara orgullosamente de su cuello. Bakugo se resistió al principio, pero al ver la sonrisa concentrada de la chica, se dejó llevar. Aún así, puso las manos en sus bolsillos y apartó la mirada, sin saber si fue por orgullo o por vergüenza—. Así se ve mejor. Yo pienso que esa victoria te la merecías, y cumpliste tu palabra.

    —Pues yo no pienso lo mismo —contestó. Shiori sabía que diría aquello—. Y me habías dicho que te dejara en paz, pero ahora tú no me dejas en paz a mí. 

    —Lo siento —susurró, apenada. Tenía razón, ella le había dicho aquello a Katsuki y aún así estaba actuando de manera normal, como si nada hubiese pasado; pero él había hecho lo mismo cuando volvieron a verse, así que no tenía nada de qué quejarse. Sólo eran dos adolescentes que no eran buenos para expresar lo que verdaderamente sentían, y lo ocultaban actuando como si nada pasara—. Felicidades por ganar, nos vemos después.

    Y entonces Shudai se fue, dejándolo atrás. De nuevo, Bakugo se quedaba solo.