Para ti.

Capítulo 25

-Capítulo 25-

Evan:

Me desperté en medio de la noche. Escuchaba ruidos a mi lado, Alice estaba tosiendo.

-¿Estas bien?-pregunte inmediatamente, Alice ya había despertado.

-¿Marco?

Sentí escalofríos cuando menciono su nombre, seguro no tenia ni idea de que yo la había recogido, ademas las luces estaban completamente apagadas, era imposible que me viera.

-No, soy Evan.

-Evan.-parece que dijo mi nombre para si misma, estaba confundida, así que encendí la luz de mi mesita de noche.-¿Como llegue aquí?

-Marco te saco de la fiesta y te quedaste dormida, así que me llamo y te traje aquí para que descansaras.

-Eres tan lindo, Ev.-me sonrió cansada, sus ojos parecían tristes, no tenía ni idea de lo que había sucedido en la fiesta pero aún así no quería abrumarla con preguntas.

-¿Necesitas algo?

-Solo tengo un poco de sed.

-Te deje un vaso con agua en la mesita.-inmediatamente ella lo tomo y comenzó a beberlo.

-¿Estas molesto?-pregunto tierna, no estaba molesto pero me sentía bastante extraño y confundido, claro que no con ella.

-No preciosa, duérmete de nuevo, mañana hablaremos.

No tardó en hacerlo, ya que termino el vaso de agua, lo coloco de nuevo en la mesita y durmió plácidamente.

Alice:

Desperté en el cuarto de Evan, estaba confundida, pero había recordado lo qué pasó anoche, dijo que me había recogido de la fiesta.
Definitivamente todo había salido mal, si no Marco no hubiera tenido la necesidad de sacarme de la fiesta y de llamar a Evan.

La cabeza me esta matando.

Sentía un fuerte dolor, jamás había tenido una resaca tan espantosa.

Busque a Evan con la mirada, no lo encontré, me daba curiosidad como había sido ese momento de Marco con el, la última vez se había puesto muy celoso, no sabía si esta vez había ocurrido lo mismo.

Me quede mirando al techo, recordando cada suceso del día anterior, pensar en Leo y en Xanat, dolía.

-Buenos dias cariño, que bueno que despiertas.-saludo Evan con una gran sonrisa. Llevaba en las manos dos platos con un omelette servido, se veía delicioso.

-Buenos días Ev.-sonreí.

-Te traje el desayuno.-me entregó el plato...olía bastante bien.- Te sientes mejor?

-Gracias Ev, si, me siento mejor.

-Que bueno, preciosa.- llevó el mechón de cabello que tenía en el rostro detrás de mi oreja.

-¿Te puedo preguntar algo?

-Lo que quieras.

-¿Que pasó ayer entre Marco y tu?-tenía miedo de que hubieran discutido o algo así.