Capítulo 51

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-Capítulo 51-

Evan:

Me había sentido como mierda durante días, después de aquella visita de Alice, había vuelto a poner mi mundo de cabeza, y de nuevo lo había jodido mucho más.

Me sentí como un imbecil, yo quería tenerla para mi, y por un segundo creí que lo había conseguido, hasta que mencionó el jodido nombre de Marco.

Comprobé que Alice ya no me amaba.

Comprobé que durante nuestra relación siempre pensó en el.

Antes los malos momentos la hacían pensar en el.

Pero ahora también los buenos momentos la hacían pensar en el.

Aunque ya nada era como antes.

La última vez que me confundió con Marco yo aun era un pobre tonto enamorado de ella, sin embargo esta vez si pude ponerla en su lugar. Y no me arrepentía de nada, daba igual si se sentía mal o no, lo merecía, además me hacía sentir mil veces peor a mi.

Después de aquella recaída fue evidente la pérdida de control. Pase días sin dormir, salí de la ciudad y estuve en las mejores fiestas posibles, sumergido en el viaje más largo de drogas en el que pude haber estado. Fue increíble.

Y ya estaba de vuelta en la ciudad, gracias a...Clara? Claire? No recuerdo ni su nombre. La había conocido cuando salí de la ciudad, era fantástica. Era impresionante todo lo que esa boca podía hacer, era una pelirroja demasiado atrevida. Perfecta.

Me había presionado para que le diera un tour por la ciudad. No tengo cara de querer hacer ese tipo de cosas, sin embargo prometió que lo compensaría, así que no dude en aceptarlo dos veces.

Comenzaríamos el trayecto yendo hacia mi bar favorito de la ciudad, pero necesitaba cigarros. Urgentemente.

Estaba en el coche con aquella desconocida cuyo nombre no recordaba del todo bien. Me detuve en la tienda de conveniencia más cercana que encontré, y me estacioné de inmediato. Apague el auto y cuando di un paso fuera de este, la voz aguda de la chica se escucho a mi costado.

-¿Quieres que te acompañe, Ev?-me miró la pelirroja con aquellos labios carnosos y sus ojos obscuros.

Ese estúpido apodo de mierda.

¿Cómo un apodo que antes había amado tanto que pronunciaba, ahora solo era capaz de darme rabia?

No podía pensar en Alice, no ahora que estoy con otra, no cuando ella está pensando en alguien más.

¿Porque Alice vuelve a mi sin siquiera pedirlo?

-No, quédate aquí Clara.-espete molesto. Cerrando la puerta del auto.

-Me llamo Carol.-gritó la chica aún en mi auto.

Me da igual.

Entré a la tienda y no encontré los cigarros que buscaba, de hecho no había de ningún tipo, por lo que tuve que preguntarle al chico que se encargaba de la caja, era un idiota con gafas y el cabello largo.

-¿Y los cigarros?-pregunte.

-Se nos terminaron.-me respondió con aburrimiento.

-Debes estarme jodiendo, no es posible que en esta estúpida tienda no haya una cajetilla de cigarros.

-No han surtido últimamente.-respondió el chico mientras le cobraba a una señora que se encontraba a mi lado.

Yo ya estaba perdiendo la paciencia.

Para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora