Capítulo 33

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-Capítulo 33-

Evan:

Mi mañana comenzaba de una forma perfecta. Había ido a desayunar a casa de Alice, fue un desayuno increíble hecho por ambos, el clima era maravilloso, había un cielo bastante soleado, y todo apuntaba a que mi día sería perfecto, pero para mi mala suerte no lo fue.

-Cariño, te amo...ten un lindo día, si?- dijo Alice igual de encantadora y perfecta que siempre. Verla usar mis sudaderas me parecía lo más perfecto del mundo, a ella le quedaban geniales y la hacían ver aún más tierna de lo que ya era, me encantaba como lucia sus jeans y su hermoso cabello, sin duda ella era arte para mis ojos.

-Gracias hermosa, también ten un lindo día...te amo.-le di un corto beso.-Demasiado.- odiaba los momentos en los que no podía estar con ella, cada clase y cada minuto sin su compañía era una maldita tortura...y verla a ella era como llegar al paraíso, sabía que esa sería mi recompensa, y que valdría la pena todo el infierno previo.

-Te amo mucho mucho mucho más...

-Esto es como una competencia o algo?- pregunte divertido.

-Mmm no lo se...pero si fuera una competencia, sin duda yo ganaría.- soltó una pequeña risa justo antes de irse. Mientras la veía caminar, tan alegre como siempre, me di cuenta de que ella era lo más precioso que me había pasado en la vida, y que sin duda haría lo que fuera por ella. Me sentía tan feliz y afortunado de ser yo el dueño de su corazón.

Claro que...la felicidad me duró muy poco al entrar a mi salon. Vi a Cassie sentada en la esquina del salón, mascando chicle y apoyando sus pies en en su pupitre, su presencia me molestaba, pero tenía tanto poder en mi vida que mas que molesto estaba preocupado. Me senté en el otro extremo para no hacer contacto con ella. Cosa que no fue suficiente, ya que a lo segundos de verme se sentó a mi lado.

-Es bastante linda tu novia.- sonrío irónica.

-¿Que haces aquí Cassie?

-¿Que? ¿no puedo estudiar en tu misma escuela?- rode los ojos ante su pregunta.-Bueno, bueno...realmente solo vine aquí para recordarte una cosa.

-¿Y que es?

-Que soy la única dueña de tu corazón.

Madre mía.

-Mierda Cassie ¿sigues con eso? Te lo e dicho miles de veces, no siento y jamás sentiré absolutamente nada por ti...ademas, Alice es la única dueña de mi corazón, la amo mas que a nada en el mundo y estoy seguro de que ella es la única chica a la que quiero en mi vida.

-Nunca creí que serías tan jodidamente cursi Evan, es desagradable.-hizo una mueca de asco y fingió una arcada.

-Solo aléjate de nosotros, si? nos amamos y enserio somos felices.

-Seguro que la felicidad les durará muuuuy poco, disfruta de tu "relación perfecta" mientras puedas.-me sonrío con una sonrisa maliciosa antes de irse...la detestaba.

-Estás loca.

-Chicos! tomen asiento y guarden silencio.- gritó el profesor que iba entrando al salón.

Cada segundo me preocupaba y me ponía más nervioso lo que podía pasar, mi relación con Alice era lo más hermoso que había tenido y me jodia tanto pensar que Cassie podría arruinarlo.

Alice:

Termine mis clases y corrí directo al salón de Evan, lo extrañaba demasiado.

Lo notaba molesto, estresado y nervioso...era una combinación de cosas terribles, me preocupaba por el, solo quería verlo feliz. Corrí a abrazarlo, sus brazos se sentían como el cielo.

-Preciosa.- sonrío...note como le cambio completamente la cara, se notaba feliz, solo que aún parecía preocupado en el fondo.

-Cariño ¿que pasa?

-¿Sobre que, linda?- pregunto mientras tomaba un mechón de cabello y lo colocaba justo detrás de mi oreja.

-Te noto raro...sabes? como preocupado, nervioso, incluso algo molesto.

-Son sólo los exámenes...-suspiro.

-Seguro que solo es eso?

-Si, linda.

-Ev...no deberías estar así por unos exámenes, además te dije que podía ayudarte con lo que sea que necesitaras.

-No hace falta hermosa, mejor cuéntame como te fue hoy.-dijo antes de besarme. Odiaba que evadiera sus problemas...yo solo quería ayudarlo, no me gustaba verlo así.

-Evan...-el volvió a acercarse a mi, así que lo aparte poniendo mi mano en su pecho.

-¿Que pasa, cariño?- pregunto mientras depositaba pequeños besos en mi cuello.

-Enserio quiero ayudarte, puedes contarme lo que sea o puedo hacer cualquier cosa que te estrese o que te demore mucho tiempo...lo que sea.

-¿Lo que sea?- enarco una ceja.

-Si si...lo que sea.

-¿Me das un beso?

-Evan!!!

-Que?? tu dijiste que podía pedirte lo que sea.

-Me refiera a trabajo o cosas así. quiero que te quites todo ese estrés.

-No, linda, mira...tu eres el paraíso y te juro que no necesito que hagas nada para hacerme sentir más relajado.

-Ev...eres muy lindo pero prométeme que si necesitas algo me lo pedirás sin pensarlo, si?

-Lo prometo.

-Bien.- sonrei.

-Wow wow wow, espera, ¿sabes que necesito mas que a nada?

-¿Que cosa?- me emocionaba la idea de poder ayudarlo.

-Es algo que solo tú podrías hacer.

-Bueno...dime que es.-estaba muy entusiasmada.

-Darme un beso.- por supuesto quería ayudarlo, esto no era el favor que me esperaba pero claro que sus besos eran como estar en el paraíso...cosa a la que no podía resistirme.

-Tú ganas, Peters.- rode los okis divertida, antes de besarlo.

Para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora