Capítulo 68

6 0 0
                                    

-Capítulo 68-

Alice:

No sabía que era lo que el amigo de Xanat traería para mi.

Así que cuando Tristan, o Hawk como le decían (me dijo que lo llamaban así porque era bastante hábil) me entregó un cigarro de marihuana, me sorprendí, y pague por el.

Pero cuando Tristan se marchó de mi casa, me quedé en blanco. Y no pensé nunca en que, no sabía fumar un cigarro de estos, ni siquiera sabía fumar bien un cigarro convencional. Y el paso más importante, no podía encenderlo, no tenía encendedor o fósforos.

En el mundo de los vicios, soy una perdedora.

Me avergoncé de mi misma, pero quería fumarlo ya mismo. Así que tome todo el valor que pude, salí de mi casa y perseguí a Tristan.

-Lo siento, es que quería pedirte un favor.-sonreí, avergonzada.

-Dime.-sonrió Tristan.

-Vaya, es que...yo no fumo estas cosas así que esta es la primera vez que...tú sabes...-estaba tan avergonzada que ni siquiera me atrevía a terminar la oración, el era un camello y yo una chica que jamás había fumado nada igual, era ridículo.-Y además no tengo encendedor, así que quería saber si tú podías prestarme uno.

-Puedo enseñarte, te regalaría mi encendedor pero lo usaré, ¿traes el churro? si quieres te lo enciendo ahora.-a pesar de parecer un chico malo, se portaba de manera muy amable, tenía un brazo lleno de tatuajes, piercings en el rostro, iba todo vestido de negro y me sacaba más de una cabeza de altura. Creería que alguien como él me intimidaría, pero no me sentía intimidada por el.

-Oh no, no quiero encenderlo aquí, ¿te importaría hacerlo en mi casa? no me gustaría que algún vecino chismoso nos viera.

O LA POLICÍA. Pero por supuesto eso no se lo diría. Era muy cobarde con respecto a la ley.

-Para nada, vamos.-me gire para caminar de vuelta a mi casa y el me siguió, caminando detrás de mí.

Cerré la puerta de mi casa tras de mí y me apresuré a llenar el silencio que había entre nosotros.

-Que vergüenza, la verdad es que jamás había fumado algo como esto, seguro que ninguno de tus clientes te había pedido que les enseñaras a fumar.-reí, nerviosa.

-La verdad no, todos son bastante expertos, pero no tengo problema en enseñarte a ti.-sonrió sacó un encendedor de metal de su bolsillo.

-Gracias.-sonreí y le entregué el cigarro.

-Lo primero que debes de hacer es encender la punta, como si fuese un cigarro normal.-mientras me explicaba, el mismo encendía el cigarrillo. Al ver que lo miraba con mucha atención, preguntó.-¿Ni siquiera fumas cigarros convencionales?

-Bueno, la verdad es que no, no suelo fumar.-dije nerviosa.-Bueno, alguna vez lo he hecho pero no me considero una experta.-tenía una risita nerviosa que no podía quitarme.

-Aww eres una chica buena...me gusta.-me dio una risa coqueta y se acercó a mi. Tragué saliva y me alejé un poco. Tenía sus ojos obscuros fijos en mi.

-Bueno, ¿y cuál es el siguiente paso?-pregunte nerviosa.

El dejo de mirarme y volvió a fijar su atención en el cigarrillo que tenía entre sus dedos.

-Ahora, para fumarlo, tienes que hacer una inhalación profunda.-Tristan lo hizo de inmediato.-Ponlo en tus labios, inhala despacio, y asegúrate de mantener el humo en tus pulmones un par de segundos antes de exhalar.

Para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora