Capítulo 39

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-Capítulo 39-

Alice:

Llevaba días en casa, no pensaba ir al colegio y mucho menos toparme con Evan, no quería saber nada de él ni de nadie, mis días los pasaba durmiendo o viendo películas y series de terror, tenía tanta ansiedad, no podía dejar de pensar en toda la situación con Evan y en todo lo que había hecho mal, que las películas de terror me ayudaban para preocuparme de otra cosa que no fueran mis problemas. No había comido bien, de hecho no había comido más que 3 veces en una semana, simplemente bebía agua y me duchaba.
En otro mal día en el cual no podía dormir, coloque como de costumbre una serie de terror. Comencé a verla y de pronto alguien tocó a la puerta, seguro era mi madre o mi padre.

Ambos sabían que Evan me había dejado, fueron muy comprensivos conmigo al dejar que no fuera a la escuela por lo mal que me sentía, estaban preocupados, intentaban que comiera pero no era capaz, me motivaban a salir pero simplemente no podía.

Al abrir la puerta me tope con la cabeza de un chico asomándose a mi habitación, específicamente Marco.

Mierda.

A él le había dicho que me había ido de viaje, seguro así no se preocuparía por mi.

-¿Que haces aquí?-pregunté de inmediato.

-Creo que yo debería preguntarte lo mismo, se supone que estabas en las Bahamas, y lo único cercano al mar es el azul de tus cobijas.

-Perdón, es solo que...

-Se que no te encuentras bien.-me interrumpió.

-¿Como supiste que no estaba de vacaciones?

-Porque antes sin importar que te fueras de viaje respondías todos mis mensajes y mis llamadas, ademas al pasar por delante de tu casa podía ver las luces encendidas.

-Lo siento, es solo que me siento demasiado mal.

-Lo se, no conozco los motivos pero si quieres hablar de eso sabes que te escucho, y si no quieres hablarlo también estaré aquí, solo no quiero que estés sola.

-¿Puedo darte un abrazo?-pregunte, no sabía si quería hablar con el o no, y menos sobre Evan.

-Lo que quieras, pétalo.-de inmediato me abrazo.-Estás más delgada, ¿estás comiendo bien?-pregunto cauteloso mientras me observaba.

-Claro que si.-menti.

-Te conozco incluso mejor que a mi mismo, Alice.-rodó los ojos un poco decepcionado por mi mentira.-¿Hagamos algo, ¿si?

-No se Marco, no me apetece salir.

-Silencio, tengo un plan maravilloso para nosotros, y lo único que necesito es que existas.-dijo con una sonrisa deslumbrante.

-Bueno, creo que sigo viva.-force una sonrisa.

-Fascinante, es lo más importante del plan.-estaba realmente animado, incluso hizo que se me contagiara una sonrisa. Saco su celular y de inmediato comenzó a teclear rápidamente.

-¿Que haces?-pregunté curiosa.

-Estoy pidiendo lasaña de tu restaurante favorito de pasta, llegará en menos de 20 minutos, ¿es increíble, no?-se encontraba muy animado escribiendo en su celular, hasta que me miró, hace un rato que se había sentado en la cama.-Bueno, está claro que esa serie no la he visto, así que tendrás que poner otra película.-me entrego el control remoto de la televisión y no tarde en encontrar una película para ambos.-Ven aquí.-dijo extendiendo sus brazos.

Nos recostamos y fue demasiado lindo, sentir su calor y sus brazos rodeándome, me gustaba escuchar el latido de su corazón.

Cuando llego la comida no tardo en llegar a mi cuarto con dos platos de lasaña.

Para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora