Capítulo 69

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-Capítulo 69-

Alice:

Estaba nerviosa. Hoy sería la galería de arte.

Había esperado tanto tiempo esto.

Y todo gracias a Marco.

Dios, cuánto lo amo.

Había pasado una noche de locura.

Aquel viaje con la marihuana era algo que jamás había experimentado. Y después de todo lo que sentí, y del hambre que tuve, procedí a asaltar mi propia cocina y terminarme varios paquetes completos de galletas. Después dormí como un bebé.

Hasta que Marco me despertó. Con un ramo inmenso de peonias rosas. Y un desayuno espectacular traído hasta la cama.

Al verlo me abalancé de inmediato a él para abrazarlo y besarlo.

-Es tu gran día preciosa.-dijo mientras me abrazaba con todas sus fuerzas.

-Y todo gracias a ti.-dije mientras esparcía besos por todo su rostro y el reía.

-Claro que no, es todo gracias a ti, pétalo. No sabes lo orgulloso que estoy de ti.-me regalo una sonrisa espléndida y me beso con intensidad.

-Me muero de nervios.-admití.

-Todo saldrá bien, Alice. Te lo prometo.-sonrió y en atrajo hacia el, sacándome de la cama.

-Huele delicioso.-admití, señalando la bandeja que Marco había colocado sobre mi cama. Tenía un croissant con frambuesas que olía de maravilla.

-¿Te parece si desayunamos en la cocina?-sonrió Marco.

-Claro.-dije.

Me di una ducha rápida y al bajar a la cocina, me di cuenta de que Marco estaba recogiendo los envoltorios de todas las galletas que comí ayer.

Mierda.

Era un caos, había dejado las bolsas por todas partes y había moronitas de las galletas desperdigadas por toda la mesa.

Marco llevaba varios envoltorios de las galletas en las manos mientras caminaba hacia el bote de basura.

Me apresuré para quitarle las envolturas de las manos.

-Dios, lo siento, no deberías de estar recogiendo esto, dame unos segundos y estará todo listo.- yo misma tiré las envolturas a la basura.

-Descuida, te ayudaré a limpiar.-sonrió y tomó un trapo de cocina.-No sabía que te gustaban tanto estas galletas.

Ni siquiera yo lo sabía. Probablemente nunca antes había comido esos paquetes de galletas de avena que había en la casa, prefería otro tipo de snacks, pero a la yo drogada le parecieron un manjar.

-No las había probado antes.-admití.-Estaba tan cansada ayer por la noche que me olvide de recoger todo, no sabía que vendrías.-una parte de mi se arrepentía de haber fumado anoche, me dolía la cabeza de una manera terrible.

-Descuida, si te ayudo a limpiar acabaremos más rápido, no?-me miró y asentí.-Aunque igual debí de preguntarte si te parecía bien que viniera, lo siento.

Detuve lo que estaba haciendo y me acerqué a él para rodearlo con los brazos.

-No me mal interpretes, me encanta que estés aquí, puedes venir cuando sea, enserio. Gracias por venir, Marco.-deposite un corto beso en sus labios. Marco fue el primero en apartarse, me tomó la barbilla y me miró con atención.

-Tienes los ojos rojos.-dijo en un tono de voz bajo que me puso nerviosa.

-Debe ser porque me desperté hace poco.-dije alejándome de él, retomando mis actividades de limpieza.

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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