-Capítulo 49-
Alice:
Había pasado una semana y media en casa, había días que dolían como nunca. Y otros que parecían incluso alegres.
Estaba lista para salir al mundo real.
Bueno, no estaba lista, pero debía de hacerlo. Había fingido un resfriado, esa fue mi excusa para no ir al colegio, no quería toparme con Evan, y no quería que nadie viera los golpes de mi cara, mis padres se habían marchado los primeros días después de aquella noche, así que no fue necesario cubrir absolutamente nada, aunque cuando regresaron tuve que comenzar a maquillarme y a usar ropa que cubriera mi cuello y prendas para cubrir mi cabeza. Había funcionado, no se habían dado cuenta. Además se creían que iba abrigada justo por el resfriado. No solo fue un gran justificado para no ir al colegio, si no que también lo fue para no ver a Marco.
Quería verlo, por supuesto que si. Pero no podía permitir que me viera de esta manera. Era humillante, y no estaba dispuesta a responder sus preguntas. Le mentí diciéndole que tenía un resfriado tan fuerte que no quería enfermarlo a él también. Por un momento pensé que llegaría a alejarse de mi, que se reducirían aquellos días en los que nos veríamos. Pero fue justo lo contrario.
Hablábamos cada día por llamada, y cada vez que Marco salía del colegio, venía a mi casa para traerme alguna comida extraña. Era simpática aquella dinámica, decía que era aburrido que comiera las típicas sopas cuando estaba enferma, así que se propuso traerme un platillo de un país diferente cada día, y al inicio pensé que traería comida china o italiana, pero a decir verdad me sorprendió. El primer día fue comida tailandesa, el siguiente comida hindú, libanesa, etc. Fue bastante curioso, y una experiencia agradable sin duda. Aunque no estuviese enferma realmente, me subía los ánimos por completo. Y era inevitable aquello, cuando en cada platillo ponía una flor diferente, acompañado de una nota, principalmente escribía chistes en ellos. Chistes muy malos, eran mis favoritos, porque eran los que más me hacían reír.
El día de hoy había decidido que mañana por fin saldría con las chicas y le sugeriría aquel plan a Marco. Aunque aquellas ganas fueron más grandes que mi paciencia y empecé a escribir el mensaje para el.
Alice: tengo buenas noticias, ya no estoy resfriada :)
Marco: sabía que la comida hindú te curaría ;)
Alice: también tus chistes malos me curaron
Marco: en otra ocasión me ofendería que dijeras que mis chistes son malos, pero esta vez fueron la cura de tu resfriadoYa estaba sonriendo a la pantalla con aquellos mensajes, así que fue inevitable escribir el siguiente.
Alice: quiero verte
No se si sonó como deseo, como plan, o como petición. Me sentí segura al enviar ese mensaje, aunque en el segundo en el que lo vio comencé a sentir los nervios dentro de mi. Parecía que estaba escribiendo, hasta que de pronto dejó de hacerlo, no me envió ningún mensaje, incluso dejó de estar en línea.
Ups.
Quizás fui muy directa.
¿Estaba mal?
¿Porque me preocupaba tanto esperar una reacción positiva de Marco?
Creo que una parte de mi lo sabía, pero no pensaba admitirla en voz alta.
Decidí distraerme, así que comencé a cocinar unos cupcakes. No era la mejor con los postres, pero si seguía la receta al pie de la letra seguro no fallarían. Además podría regalárselos a las chicas, y a Marco, si es que respondía. Regalarles cupcakes a mis amigas era lo mínimo que podía hacer por ellas, estos últimos días habían estado enviándome mensajes a diario. Era verdad que muchas veces no tenía ánimos de responder, pero cuando lo hacía los mensajes cariñosos por parte de Mia y las pláticas random con Valery, jamás fallaban.
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Para ti.
Teen FictionAlice ha tenido terribles experiencias en el amor, enamorándose de Daniel Anderson, el mejor amigo de Evan Peters, pero todo cambia cuando Evan y Alice revuelven sus sentimientos de amistad y comienzan a sentir algo más que eso. Ambos tendrán que c...