Capítulo 65

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-Capítulo 65-

Alice:

Estábamos en el centro comercial. Al llegar fuimos todos juntos a comer un helado, al terminar, todos nos habíamos dividido por parejas para encontrar la ropa adecuada para la galería de arte.

Yo estaba algo distraída, aun así Marco no paraba de mostrarme vestidos y traerme un montón de diferentes colores y formas.

Fui al probador a colocarme uno amarillo. No me gustaba del todo. Me llegaba hasta los talones, no tenía mangas, pero tenía cuello de tortuga.

Salí y Marco pareció encantado.

-Ese me gusta mucho, te ves increíble, deberías comprarlo.-me sonrió.

-Me probaré este azul.-dije al primer vestido que encontré.

-Aquí te espero.-añadió, mientras se sentaba afuera de los probadores.

El vestido azul marino me quedaba como un guante, no tenía mangas ni tirantes, era de satin y tenía una abertura que dejaba al descubierto una de mis piernas.

Me sentía increíble en el.

-¿Qué te parece, te gusta?-salí del probador, enseñándole a Marco.

-Si, pero creo que prefiero el amarillo.-al ver mi cara desanimada continuó.-Iré a buscaré otra talla, seguro ese te quedaba muy grande. Ahora vuelvo.

Me quedé mirándome al espejo. Cuando escuché mi celular sonar.

Evan: No le hagas caso a ese idiota, el azul se te ve perfecto.

Evan estaba observándome, estaba aquí.

Me puse a buscarlo con la mirada, cuando Marco llegó a interrumpir mis pensamientos.

-¿Qué buscas?-sonrio.

-Solo estaba buscando un vestido.-sonreí intentando disimular.

-Te traje una talla más chica, quizás así te guste más.-tome el vestido amarillo y me adentré de nuevo al probador.

No me gustaba ese vestido amarillo. Yo quería el azul. Daba igual, me quedaría con el.

Logré quitarme el vestido y ahora estaba en ropa interior. Estaba tan concentrada en el vestido que no noté que alguien estaba detrás de mí, hasta que di la vuelta y pude verlo.

Evan.

Estaba ahí, en el mismo probador que yo.

Usaba unos jeans azules y una camiseta negra. No me podía creer que estaba ahi.

Me quedé petrificada ahí.

No puede ser real.

No puede ser real.

No puede ser real.

Sonrió y la mirada se le obscurecio. Yo tenía la respiración agitada, estaba en shock.

Se acercó a mí y me besó.

A pesar de la brevedad, sentí sus labios arder contra los míos.

Me quedé estática.

No me moví ni un milímetro.

Cerré los ojos, no podía creer que esto estaba pasando.

Y al abrirlos, el ya no estaba.

Salí del probador y el no estaba, por ningún lado.

Estoy enloqueciendo.

Tome mi celular y abrí el chat que tenía con Evan. Y ese último mensaje que me confirmaba que el estaba ahí, viéndome, siguiéndome. Había desaparecido, ya no estaba.

Mierda.

Me vestí lo más rápido que pude y salí del probador.

-¿Qué te pareció la talla chica?-me preguntó Marco.

-Me gusta más el azul, llevaré ese.-sonreí. Intentando fingir que no estaba enloqueciendo.

-Está bien, preciosa. Todo te queda increíble.-sonrió y tomó mi barbilla para mirarlo.-Se te corrio el labial.

Frunció el ceño, y con su pulgar borró los residuos que había en mi rostro de mi labial. Para después ser el quien me besara.

Estoy mareada.

El labial. Se corrio.

Evan en verdad me beso. El debió de estar aquí.

-¿Marco, viste si alguien salió o entró de los probadores?-pregunte de repente, después de alejarme de aquel beso.

A pesar de conocer a la perfección los besos de Marco, y conocer su tacto. Aún podía sentir el beso de Evan.

-No, no ha entrado nadie, ¿porque?

A la mierda, me voy a desquiciar aquí.

Había visto claramente a Evan. Lo había sentido. Había sentido sus labios contra los míos, era completamente real.

¿O no?

Quizás yo misma corrí mi labial, mientras me colocaba la ropa, había pasado cientos de veces.

-Por nada, iré a pagar el vestido.-prácticamente corri hasta la caja. No podía soportar seguir ahí.

Mientras esperaba en la fila de pago, tome mi celular y busqué el número de Xanat.

Alice: Voy a necesitar tu ayuda.

Y de inmediato, respondió.

Xanat: Estuve esperando tu mensaje. ¿Vas a querer algo en específico? ¿o lo que te recomendé?

Alice: Lo que me recomendaste.

Xanat: Las llevaré a tu casa por la noche, prepara tu cartera.

Alice: Te estaré esperando.

-¿Con quién hablas?-preguntó Marco frente a mi.

-Con mi madre.-respondí y estuve segura de que no me creyó, así que lo bese de inmediato para distraerlo.

-Déjame pagarte el vestido.-susurró en mi oído.

-No te preocupes, puedo pagarlo.-le asegure.

-Quiero dártelo como regalo por ser tu primer galería.

-Marco, gracias a ti estaré en esta galería, no tienes que darme nada, además ya me diste ese brillante kit.-añadí. No me gustaba molestar tanto a Marco, a veces sentía que el hacía tanto por mi y no creía merecerlo.

-¿Hay algún problema si quiero dártelo todo?-preguntó con la voz en un tono bajo y grave. Su aliento a menta rozaba mi nariz.

-No es necesario, Marco.-le asegure. Tragando saliva. Me ponía nerviosa tenerlo tan cerca de mi.

-Pero estamos juntos en esto, ¿no?

Juntos.

Que difícil se ponía todo.

Ninguno tenía idea de que éramos y aquel era terreno peligroso.

-Si obvio.-sonreí.

Pasamos a la caja en donde la cajera ya estaba esperándonos.

-¿Pagarán con efectivo o con tarjeta?-preguntó la cajera frente a nosotros. Era una chica que tenía más o menos nuestra edad.

-Con tarjeta.-respondió Marco.

-Es un lindo vestido.-me sonrió la chica.

-Gracias.-le sonreí de vuelta.

-Mi novia lo usara para su primer galería de arte.-dijo Marco orgulloso, entregándole su tarjeta.

Novia.

Mierda.

-Wow ¿enserio? Felicidades.-añadió la cajera mientras me entregaba el vestido en una linda y lujosa bolsa de regalo.

-Gracias.-apenas pude pronunciar.

Siento que me voy a desmayar.

La pantalla de mi celular se encendió y un mensaje salto.

Evan: Más te vale que no sea real lo que dijo ese idiota.

Voy a vomitar.

Para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora