Para ti.

Capítulo 43

-Capítulo 43-

Alice:

-Menos mal que ahora no estés nerviosa.-Marco sonrío tan cerca de mi, aún con sus manos en mi cintura.

-¿Porque estaría nerviosa? tú tampoco estás nervioso, ¿cierto?-le pregunté divertida.

-Claro que no, preciosa.-aun con una luz color rosa iluminándonos podía notar la claridad de sus ojos, y como siempre que estábamos juntos, sentía como si estuviese sola con el, ya no importaba la gente a nuestro al rededor bailando, incluso parecía que el ambiente había cambiado. Ya no había ese baile descontrolado, era más tranquilo, más disfrutable...era diferente.

Sonaba desire de years and years mientras miraba al chico más increíble de todo el lugar, ¿era cosa del alcohol? no lo se, pero había algo que me hacía sentir magnífica, liviana, segura, confiada, feliz.

Y por suerte sabía que Marco se sentía exactamente igual a mi.

-No me gusta cuando me pones nerviosa.-admití acercándome un poco hacia el, mientras bailábamos aún.

-¿Y porque no?-sonrió.

-Porque me gusta más estar tranquila y feliz contigo.-solté una pequeña risa después de tocar los mechones despeinados de su cabello, e intentar ordenarlos.

-A mi tampoco me gusta ponerme nervioso contigo.-admitió con una pequeña risita.

-¿Porque no?-repetí su pregunta, un poco divertida.

-Porque así puedo estar más cerca de ti.-estábamos tan cerca, que podía sentir el calor de su cuerpo en el mío, me encantaba aquella sensación, provocaba que todos mis vellos se pusieran de punta.

-Aun cuando estás nervioso puedes estar cerca de mi.-dije casi susurrando, no importaba el volumen de la música, estábamos tan cerca que podía escucharme perfectamente. Me perdí viendo sus labios, los cuales estaban entreabiertos. Tenían un ligero rosa natural el cual los hacía aún más tentadores de lo que ya eran.

-¿Enserio?-aquellos labios se curvaron en una sonrisa coqueta, mis favoritas.

-Por supuesto.-nuestros alientos ya estaban combinándose, aquella cercanía estaba volviéndome loca.

-Te aseguro que no desaprovechare la oportunidad.-sonrío.

Me va a dar un infarto.

No sabía que era, pero me estaba enloqueciendo. Y me encantaba.

No sabía si era la distancia casi inexistente que manteníamos, el increíble aroma de Marco, todo el alcohol que tenía en la sangre, lo guapo que se veía, su sonrisa, lo bien que se sentían sus manos en mi cintura, la música o aquellos susurros que me daba, con esa voz un poco grave, toda la combinación, me mataría definitivamente.

Y de la mejor manera posible.

-Entonces demuéstramelo.-dije con toda la valentía que jamás hubiera tenido de no ser por el alcohol.

Y al parecer el estaba tan deseoso como yo. Tan deseoso de que aquella distancia entre nosotros fuese inexistente.

Una de sus manos abandonó mi cintura, se apresuró a ponerla en mi nuca, y para conceder aquel deseo que había entre nosotros, me apresuré a acercarme aún más a él, no hizo falta que me moviera mucho, ya que el también se acercó a mi de inmediato.

Y después de todo aquel deseo que habíamos estado guardando por no se cuanto tiempo...al fin sentí la calidez de sus labios sobre los míos.

Y para mi fue el mejor beso que había dado en la vida.