Cartas de Alice (II)

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II

Alice:

Era embriagador, intenso, difícil y agotador.
Lo era todo ese cariño, ese amor, me ahogaba, tanta inestabilidad me abrumaba, y podía entenderlo todo y a la vez no entender nada. Recuerdo estar entre tus brazos y sentir una calma retadora, una calma efímera, pero al final de cuentas era calma, podía besarte y sentir amor, sentir que tú también me amabas, pero nada bueno se quedaba conmigo, quizás todos aquellos sentimientos duraban casi tanto con un beso, y claro que duraba tanto como eso, porque en un simple chasquido no dudabas en arrebatármelo todo, porque cuando no te estaba besando, podía sentir la traición en mis entrañas, podía sentir la inseguridad, la culpa, la insuficiencia dentro de mi, porque cuando ese beso se acababa, todo para mi se terminaba, en ese momento perdía la vida, me arrebatabas todo, me arrebatabas la seguridad, la paz, la confianza, pasabas de ser el héroe a ser el villano, pasabas de ser quien me daba de beber a quien me ahogaba entre sus mares. Y quizás eso fue lo que lo hizo tan adictivo, porque mientras me ahogaba y sentía que no duraría viva ni un segundo más, recordaba estar en aquel beso, en aquel increíble paraíso en el que estaba junto a ti, y de anhelarlo tanto me iba alejando aún más de aquel sueño. Hasta que mis sueños se convirtieron en pesadillas a tu lado y decidí despertar antes de seguirme ahogando.

Para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora