—Cruzamos miradas y sucedió... nos enamoramos profundamente.
Seyeon le hablaba, pero ella no estaba tan interesada en escuchar la misma historia de todos los días, sus amores fugaces la tenían un poco harta, sin embargo, su pecho dolía cada vez que intentaba decírselo, parecía que una parte dentro de ella le advertía que podía terminar hiriendo sus sentimientos y eso, sería una catástrofe.
—¿Y qué pasó, entonces?
Cuando la vio arrugar la nariz, supo que también tendría el mismo desenlace.
—Nada, no es como si esperase que se acercara a hablarme o algo de ese estilo— suspiró— no seas así, Dongbaek.
—Es que, si quieres un novio deberías-
—Ya sé, debería dar el primer paso, pero no puedo, es humillante.
—Claro que no.
—No soy como tú, que fuiste valiente y ahora tienes al novio perfecto.
Pues, su deplorable ánimo ese día se debía a una discusión fuerte con su perfecto novio, ya comenzaba a sentirse tonta y culpable, pues analizó mejor sus argumentos y llegó a la conclusión de que fue egoísta con Jaehyun y sus intereses, así que, cada tanto veía la hora en su teléfono esperando a que terminase el partido de fútbol de este para llamarlo y disculparse.
Dongbaek todavía estaba en su penúltimo año de secundaria, a dos meses de iniciar el último. Tenía la vida que toda chica a su edad deseaba, como en las películas, vivía en un buen vecindario, sus padres ganaban buen dinero y era hija única, lo que significaba que todos los gustos y comodidades eran solo para ella, no solo eso, estaba en el equipo de animadoras, no era la capitana pues sería demasiado cliché, pero su novio sí capitaneaba el equipo de fútbol, por eso todas decían que él era tan perfecto.
Y lo es, de cierta manera.
Un metro ochenta y dos, cabello muy castaño, muy correcto, centrado, excelentes notas, inteligente, buen cuerpo—si hace deporte, es ley que tiene un físico que envidiar— su animal favorito es el hipopótamo, le gusta el color azul, piensa que es un color varonil, le gustan las cosas tranquilas ya que lo más agotador y arriesgado que hace es jugar fútbol y los demás deportes existentes son basura para él. Es romántico y la trata como a una princesa.
Dongbaek fue quien lo invitó a salir y también quien le preguntó si quería ser su novio, Jaehyun amó que fuese tan decidida y aceptó salir con ella, ser su pareja y más porque, si hay algo que a él le encanta es la estabilidad.
—Ya conocerás a tu chico ideal— le prometió, Seyeon le sonrió como niña pequeña y agradeció—¿Vas a quedarte a dormir?
—¿Te gustaría? Creí que irías a ver a Jaehyun.
No respondió, escuchó el característico sonido que hace la motocicleta del vecino e inmediatamente corrió a su ventana para, como todas las noches, esperar un milagro. Seyeon la siguió, en confusión total.
—Vamos, vamos...
Ahí estaba él, estacionando en todo el frente de su hogar, se quitó los guantes, revisó su teléfono durante un par de minutos todavía sentado en su vehículo, Dongbaek miraba fijamente y sin pestañear cada acción.
Perdiendo el interés cuando bajó de la moto y entró directo a la casa, bufó, casi pataleando.
—Me he perdido.
—Mi vecino— confesó— el señor misterio, mi mamá lo llama así y mi padre dice que le recuerda a Kakashi, de Naruto.
—Sigo perdida.

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𝗦𝘁𝘂𝗰𝗸 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝘆𝗼𝘂❝ 𝗷𝗷𝗸
أدب الهواةEran solo vecinos que luego fueron solo cercanos, que después fueron amigos y más tarde, confidentes. Eran mejores amigos que se negaban rotundamente a ser amantes. ➤Portada preciosa de @ohmyjooon.