Eres tu [DestructiveDeath]

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Luego de su reinicio, Error despertó en una habitación demasiado... Elegante. Podía escuchar el correr del agua, ¿una fuente? Había una paz increíble que le podría hacer dormir en esta cama tan cómoda, pero el sentir a alguien más a su lado le hizo saber que no iba a poder.

Al levantar su mirada se encontró con Reaper, que estaba sentado mientras revisaba su teléfono. Notando su mirada sobre él apagó su teléfono, dejándolo a un lado para verlo.

—Buen día, mi amor~ ¿Ya estas mejor? —soltó una risita, acostándose a su lado para poder verse cara a cara. —Perdón si te incomodó ese comentario...

—No me incomodó, fue demasiado repentino, sé que eres un pervertido —gruñó con un rubor en sus mejillas, haciendo reír a Reaper.

—Entonces... Si te lo pido con anticipación, ¿estarás dispuesto a hacer algo más con este "pervertido" que tienes de pareja?

Le cuerpo de Reaper se acercó más al de Error, presionandolo suavemente, podía sentir la forma de su ectocuerpo formándose bajo su túnica, ¿no podía poner más nervioso a Error?

—N-No lo... No lo sé... —quiso alejarlo, pero su pareja le abrazó para pegarlo más a él. —¡T-Tu...!

—¿Puedo besarte? Quiero probar esas lenguas tuyas... Siempre nos besamos tan inocente, pero ya tenemos tiempo siendo novios... ¿No es normal querer experimentar algo más? —susurró cerca de su orificio auditivo, incluso parecía que estaba más ronroneando como un gato. —Aunque sí no te sientes cómodo, dimelo.

Le hacia estremecer, no era algo malo... Error podía caer fácilmente por este idiota, pero no quería verse como alguien tan fácil.

—Puedes... Solo besarme, hacer algo más no, ¿bien? No me siento preparado —mentira, su cuerpo le decía que quería algo más que besos, siempre que se besaban terminaba con ganas de más.

Reaper soltó una dulce pero seductora risa antes de tocar la mejilla de Error, acercándose para poder besarlo. Error torpemente correspondió su beso, sacando sus lenguas como tanto lo había querido su novio. Era raro, una sensación muy curiosa, pero ver a Reaper disfrutando de jugar con sus lenguas le hacia estremecer tanto.

Nunca se dio cuenta cuando fue que terminó por subirse sobre el dios, besándose apasionadamente, sintiendo sus manos acariciando su cuerpo sobre su ropa. Incluso pudo sentir que Reaper había metido una mano bajo su suéter. Quiso alejarlo para decirle que no, pero tuvo que hacerlo cuando escuchó la puerta abrirse de golpe.

—¡HERMANO, ERES CRUEL! ¿¡POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE—se quedó helado al ver al Papyrus de Reaper ahí, el cual también se quedó en su lugar por unos segundos antes de volver a gritar. —¡CIERRA LA BENDITA PUERTA SI VAS A HACER COCHINADAS, SANS!

Ahora los dos estaban tan avergonzados, ¿¡por qué siempre es que los interrumpían!?