Eres tu [DestructiveDeath]

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El único sonido que se escuchaba en todo el antivoid eran esos besos y los dulces gemidos ahogados de Error en ellos, Reaper sabía perfectamente como hacerlo derretirse entre sus brazos.

Estaban acostados en el cojín puff favorito de Error, era lo único que necesitaban para poder estar cómodos. Error sentía su cuerpo ardiendo, lo cual era irónico ya que no tenía terminaciones nerviosas, así que se quitó su abrigo dejándolo a un lado de ellos.

—¿Oh? ¿Vamos a tener sexo de reconciliación? Ni siquiera hemos tenido nuestra primera vez y ya estas pensando en esto, y decías que yo era el pervertido~ —Reaper reía mientras acariciaba la espalda de Error, el cual tembló un poco, ¿o tal vez se había glitcheado?

—¡No lo hice por eso! En serio, eres un pervertido, ¿tanto quieres hacerlo? Pareces un perro en celo —cruzó sus brazos, viéndolo desde arriba al estar sentado en las piernas de Reaper.

Pero esa posición cambió, pues Reaper le tomó de la cintura para poder moverlo bajo él; casi se caían del cojín pero el dios logró acomodarlo bien, dándole una mirada bastante... Sensual.

—Claro que quiero hacerlo contigo, realmente deseo hacerlo, pero estoy esperando el momento perfecto para los dos... Además... —su rostro se acercó demasiado al suyo, como si amenazara con besarlo pero sin hacerlo, ¡lo estaba tentando! Era molesto, pero demasiado seductor. —Primero pienso en tener tu consentimiento, esperar a que estés cómodo y de acuerdo para hacerlo... ¿Aún parezco un perro en celo, mi lindo muñequito?

Error estaba tan ruborizado, su rostro parecía ponerse tan amarillo, ¡ese idiota tan hermoso!

Pronto lo abrazó, acercándolo más a sí mismo, incluso le abrazó con sus piernas haciendo que su cuerpo por fin se pegara con el suyo.

—Si, todavía, pero me gusta eso de ti —sonreía con orgullo al haberlo sorprendido, así que por fin rompió la distancia, besándolo e introduciendo las pocas lenguas que podía en la boca ajena. Se separaron, lo único que los unía era un hilo de saliva. —Me da algo de vergüenza, lo admito pero... Supongo que podemos hacerlo algún día, ¿no te sientes feliz de tener mi consentimiento? Siendo yo alguien tan increíble y espectacular... —lo decía como si antes no hubiera tenido problemas de inseguridades, hasta se sentía tonto.

Pero ver el rostro tan emocionado de Reaper le hizo olvidar todo. Volvieron a besarse, incluso Reaper metió sus manos bajo su suéter para tocar la piel falsa de su ectocuerpo. Era realmente vergonzoso, pero le gustaba  tanto.

No obstante, fue Reaper el que no quiso subir las cosas de tono, pues todavía tenían que volver por Goth, no confiaban en esos idiotas.