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Se había decidido. Una bufanda y un par de guantes para Reaper y, para el pequeño Goth, los peluches de los cuatro y también unos guantes. ¿Los cuatro? Claro, también hizo a Geno para el niño.

No iba a hacerle olvidar a su madre, ¿no eso ya lo había hecho Reaper de forma temporal con ese hechizo? Uno que se desvaneció con el tiempo y ahora le estaban dejando ver la realidad, que su madre ya no estaba presente, pero que estaría para él aún en un peluche.

Dejó los regalos de Goth en una caja, ¿dijo que iba a ir al Olimpo? No queria ir allá, sabía perfectamente donde quedaba gracias a que sabía los códigos y todo eso, pero siendo conocido como el Destructor no quería que los dioses se pusieran en su contra y quisieran pelear por un malentendido, y si bien él podría con ellos no tenía que arruinar el balance de los dioses...

Y esos dioses en sí eran como familia de Reaper, así que tampoco podía hacer algo.

Estaba quedándose dormido al estar divagando que, cuando Goth llegó, le asustó. El pobre Error saltó un poco, por suerte no se cayó de su sillón puff (que era más que obvio que se traería uno aquí).

—¡Perdón! No pensé que estuvieras dormido... —le vio con pena, pero claro, se notaba la curiosidad por las cajas que había a un lado de Error. —¿Trajeron esto?

—No, bueno... Yo lo traje para ustedes. Es un regalo... Toma —agarró la caja más grande y se la entregó, el pequeño niño la dejó en el suelo para abrirlo y... Error se sintió complacido al ver su sonrisa.

—¿¡S-Son para mi!? —sacó los peluches, encantado por todos, incluso cuando vio el peluche blanco de su "madre" Geno, solo podía sonreír con emoción que quería suprimir. —Los amo... ¡Me encantan mucho, papá!

Los dejó con cuidado en la caja para levantarse y así abrazar a su papá Error con cuidado. Error... No sabía cómo sentirse por esta muestra de afecto, ¿no había hecho los peluches para agradecer lo que habían hecho por él? Y ahora estaba ahí sin saber que hacer.

—Yo... Me alegro, Goth, tienes que cuidarlos, ¿bien? —correspondió el abrazo torpemente, el niño sólo asintió mientras más se pegaba a él como si fuera un cachorrito buscando calor y comodidad.

Solo podía sonreír, aunque le daba cierta pena, prácticamente Goth era su hijo, ¿no? Agh, no lo sabía, pero tenerle así, tan feliz y emocionado entre sus brazos derretía un poco su corazón.

Ahora faltaba el regalo de Reaper pero... No quería soltar a Goth.

Eres tu [DestructiveDeath]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora