En un pueblo tranquilo, vive Denise, una chica que está harta de su entorno y cotidianidad. Trabaja en una librería reconocida, pero ella desea salir de allí y conocer más allá de su pueblo, alejarse de todas las personas que considera aburridas.
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Espero que comenten y voten, les tengo una sorpresa.
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La princesa Denise
Me quedé en el baño, retorciéndome del dolor, como si me hubiesen pateado repetidas veces en el vientre. Lo único que me aliviaba de mi espera tortuosa era las voces de los niños que se tomaron muy en serio sus papeles de caballeros protectores, ya que escuchaba sus pasos alrededor de la puerta, con el ritmo como si estuviesen marchando, a veces se inventaban un enemigo imaginario para "proteger" la puerta.
«Ni mis sobrinos son tan creativos como este par de niños.»
―¡Cuidado, detrás de ti hay un dragón de cuatro patas! ―expresó la voz más aguda.
―Los dragones tienen cuatro patas, Manuel ―corrigió el mayor.
―¿Sí? ―Se quedó callado, creo que lo escuché contando en voz baja, lo más probable es que lo esté haciendo con los dedos―. ¡Ah, sí, si es cierto!
Me puse las manos en la cabeza y me reí, tengo la sensación de que debe haber anécdotas muy divertidas por parte de estos niños. Me pregunto si Icarus era así de pequeño, con sus primos, ya que me quedó claro de que es hijo único.
―¿La princesa se siente protegida? ―preguntó Manuel.
Me reí antes de contestar:
―Sí, sigan así, que hacen un buen trabajo, son los mejores caballeros. ¡Tengan cuidado con el dragón!
Ni siquiera sé por qué les estoy siguiendo el juego, nunca fui muy buena jugando con mis sobrinos, la mayoría de veces los aparté, ya que sentía que ellos podrían divertirse sin mí. A diferencia de mí, por lo poco que pude ver, Icarus era alguien que jugaba con sus sobrinos.
No sé cuánto tiempo pasó, pero por fin escuché el regreso de Icarus, quien les dijo a los niños que salieran a la sala, puesto que les compró galletas. Escuché a Icarus suspirar y decir "qué desastre", a lo mejor los niños hicieron un desorden en medio de sus juegos, no sé, yo estoy en el baño con cólicos. Él tocó la puerta.
