En un pueblo tranquilo, vive Denise, una chica que está harta de su entorno y cotidianidad. Trabaja en una librería reconocida, pero ella desea salir de allí y conocer más allá de su pueblo, alejarse de todas las personas que considera aburridas.
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Isabel quiere un hermanito
Lo más difícil de tener un hijo, es mantenerlo vivo y lo he confirmado varias veces. Icarus y yo nos turnábamos en tener a Isabela en nuestros horarios laborales, aunque la mayor parte del tiempo está en mi trabajo, es mucho más seguro que estar en un bosque, a veces se queda en casa de mi mamá, pero no quiero abusar de su confianza. Isabel es bastante tranquila, sí, ha tenido sus berrinches como todo niño e Icarus era mejor que yo a la hora de corregirla y lo hacía sin necesidad de gritarle o levantarle la mano.
Sí, él tiene mucho mejor paciencia que yo en varios ámbitos y yo no me considero impaciente a la hora de tratar con niños. En mi defensa, Isabel se llevaba mejor con su papá, su primera palabra fue "papá" y siempre cuando lo ve, alza sus brazos para que la cargue. No quiero ser una dramática, pero a veces me dan ganas de decir "te tuve nueve meses en mi panza para que termines prefiriendo a tu papá", sin embargo, no quiero hacer sentir mal a Icarus por eso.
Cuando Isabel cumplió dos años de edad, fuimos a un parque acuático un domingo por la tarde, el mismo en el que habíamos ido a nuestra luna de miel. Isa detesta el bloqueador solar, sobre todo en el rostro, así que fue un pequeño forcejeo hasta que se dejó. Fue una tarde agradable, pero lamentablemente, después de paseo, noté que el agua de la piscina le hizo unos nudos espeluznantes en el cabello de Isa.
—Tranquila, ya casi termino.
Isa tenía el rostro enrojecido por llorar, no gritaba en llanto, pero verla así, me mortifica un poco. Cuando le quité los nudos, terminé de lavarle su bonito cabello rizado y pareció calmarse mientras jugaba con las pompas de jabón.
—Mamá, mida. —Me muestra con mucho orgullo una burbuja que no se reventó en su mano.
—Ah, pero qué bonita.
Tengo que aprovechar que sigue siendo una niña inocente, porque en un futuro, me preguntará de dónde vienen los bebés o peor, que me pregunte cómo la hicimos. Nunca sabrá que salí embarazada luego de hacer un juego de rol en la que hice que Icarus se disfrazara del fantasma de la ópera. Aunque se podría decir que la hicimos con mucho entusiasmo. ¿Qué puedo decir?, tengo mis fantasías y esa la desarrollé luego de ver la película en la que actúa Antonio Banderas, los astros parecieron alinearse cuando Icarus me dijo que tenía una máscara parecida entre sus tesoros.
Cuando seco el cuerpo y el cabello de mi hija, ella bosteza. Dicen por ahí que todos los hijos son hermosos para sus madres, ¡pero por Dios, obviamente mi hija es la más linda de todas!, parece haber acumulado los mejores genes de ambos. ¡Denle un premio a la fábrica (yo) y al que le puso en peño a la producción (Icarus)!
—¿Ajiel? —me pregunta—. Quedo un hermano.
Hace un mes, Laila había dado a luz a su segundo hijo, su nombre es Abdiel y lo conocimos unos días después de su nacimiento, eso hizo que Isabel se emocionara y se la pasara pidiéndome uno igual. Sí, así es, Isa me está pidiendo un hermano, lo peor del asunto, es que creo que Laila fue de las que le metió esa idea en la cabeza.
