37

15.3K 1K 265
                                    

-¡Lissie!

-¿Qué?- pregunté desde la cocina.

-¡Te necesito!

Deje el cuchillo a un lado y salí corriendo al estudio, apenas entre el chico me rodeó con sus brazos.

-Gracias, ¿Cómo sabías que necesitaba un abrazo?

-Es la tercera vez en el día- me quejé al sentir mi espalda crujir.

-Me iré en la noche, te estoy dando los abrazos suficientes para que no me extrañes.

-Bobo, irás solo a presentarte en las oficinas de Ferrari y regresaras a Mónaco.

El chico sonrió- Mejor aún- tomó mis mano el yeso se había ido apenas ayer- Hueles a cebolla.

-Estoy cocinando.

Charles sonrió- ¿Te ayudo?

-No, prefiero comer bien- rodó sus ojos- Llama si solo son cosas realmente importantes.

Éramos unos bobos. Yo principalmente. Charles no tenía ningún problema en hacer cosas o necesitar ayuda.

Pero me gustaba mucho su compañía. Disfrutaba de su compañía y de las nuevas muestras de cariño que me daba. Aún no me acostumbraba del todo.

-¿Vas a verme en la carrera del domingo?

-Esta a la vuelta de la esquina, seguramente te vea desde el balcón.

Charles sonrió, sentí como me siguió a la cocina.

-¿Por quién apostaras?

-Creo que por todos- volví a seguir picando un poco más de cebolla.

Comencé a preparar la carne molida que había dejado en el sartén.

-Sabes, creo que a nadie le importa esta carrera, solamente piensan en la fiesta que hay al finalizar está.

Charles rió ante mi comentario- ¿Vas a ir?

-Por supuesto- gire a verle.

Charles se había sentado sobre la barra.

-Es la oportunidad perfecta para ahogarte en alcohol sin importar si estás celebrando o no- añadí.

-Entonces te vas a embriagar el domingo- asentí- No es justo, si tú te pones ebria no habría motivo de que yo pudiera tomar, tendría que cuidarte.

-¿Cuándo me has cuidado en mis borracheras? Qué yo recuerde fuiste tú quien me invitó al mundo del alcohol.

-Qué mala influencia soy.

-Demasiada- volví a mirar la carne.

-¿Quieres ir conmigo a Monza?

Negué- Tengo que ir a clases, me siento aún más comprometida a no faltar solo porque has pagado este semestre.

-No tengo problema si deseas faltar el resto del semestre, de verdad no me importaría.

-Pues a mi sí, se supone que papá iba a  seguir pagando mi educación, estaba escrito en el contrato- murmuré.

-Eres diferente.

-¿En qué sentido?

-No lo sé, siempre creí que eras diferente... Lo cuál es bueno- le mire un poco- Eres como un patito recién nacido.

-¿Un pato?

-Son tiernos.

-Y olorosos- Charles rodó sus ojos.

-Pero lindos.

-Gracias.

Mi celular comenzó a sonar, me aleje del sartén y mire las notificaciones.

The Last Time (C.L)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora