The Last Time (C.L)

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Charles.

La primera carrera despues del receso de verano había llegado. Los demás podrían jurar que era una carrera como cualquier otra, pero para mí era demasiado especial.

Era la primera carrera en la que mi Jules estaría presente.

Verlo crecer en estos meses había sido difícil, lo miraba apenas y tres veces al mes. Estoy seguro que me reconocía mejor mediante una pantalla que en persona.

Pero aún así no dejaba de sonreír cada que me miraba llegar a casa.

Saludé a Checo al ver que había llegado al hotel a la par que yo.

-¿Qué tal el vuelo?- pregunté mientras bebía un poco de agua.

-Cansado, creo que nunca lograre acostumbrarme- respondió- Max dijo que tú bebé vendría este fin.

Ese maldito.

-¿Será su padrino?- asentí- Sí, no ha parado de presumirlo, creo que lo va a presumir más este fin, ya sabes, porqué su familia estará aquí.

Hice una mueca- Eloise dice que aún es pronto para hacer su bautismo.

-¿Pronto?- movió su manos- En mi país no pasan después de cinco meses, ya sabes, hay muchas leyendas.

-¿Leyendas?

-Las brujas o duendes podrían robarse a los bebés- dijo con seguridad.

-¿De verdad?

-Te lo juro, a un primo se lo llevaron y apareció en la carretera por el rancho de mis abuelos- paso su brazo por mis hombros acercándome más a él- Descuida, le conseguiré un amuleto de protección para Jules- sonrió- ¿Está usando uno?

-¿Tiene que portar uno?

Checo me enseñó su pulsera, un ligero hilo rojo y una medalla, de la cual no supe que era, pero seguro y era un santo.

-Te traeré una a ti también, pensándolo bien, le traeré una a todos.

Me despedí de él y subió con Lorenzo a mi habitación. Miré el reloj, Eloise aterrizaba en dos horas.

Me cambié, dejé que el equipo de marketing me leyeran el itinerario que íbamos a tener este fin.

Estaba ansioso así que no prestaba atención a lo que me decían, estar sin Carlos era algo raro, aunque no me quejaba, George era un bien compañero, seguro y extrañaba a Lewis.

Siendo yo aún una celebridad, creo que estaba igual de ansioso que mis admiradores cuándo esperan a verme.

Lleve una mano a mi pecho, quizá por inercia o quizá solo para asegurarme que mi corazón siguiera latiendo después de haberla visto.

Tenía una mochila colgando de sus hombros mientras cargaba a Jules. Su cabello apenas y le llegaba a la barbilla. Nunca la había visto con su cabello tan corto y vaya que me encantó.

Se veía mucho más ardiente de lo que ya era.

-¡Eloise!- Max salió de la nada, paso a mi lado con rapidez y se acercó a la chica.

Ambos se abrazaron, el neerlandés tomo a Jules, Lissie siguió caminando junto con William.

Me acerque a ella, tomé su rostro y le bese. El olor a coco y a frescura invadieron mis fosas nasales al instante.

Uy, tenía un labial con sabor a cereza, lamí un poco más su labio antes de separarnos.

-Hmm, creo que sí me extrañas- dijo al separarnos.