The Last Time (C.L)

48

Portaba la misma ropa que Max, me había dado una gorra idéntica y una de sus playeras oficiales en mi talla.

Checo no había parado de hacer comentarios sobre nosotros como pareja.

-A ver dense un beso- dijo el mexicano- No sean culos y besense.

-¿Culos? ¿Qué significa eso?- le pregunté a Max en voz baja.

-No sé, seguramente es algo genial- respondió en el mismo tono.

Checo solamente se rió- Un besito, uno chiquito.

Nunca había visto a Sergio Pérez ser tan insistente. Incluso los mecánicos de Max estaban alentando junto al mexicano.

-No, basta- dijo mi amigo.

-¡Beso, beso!

Rasque mi nuca incómoda, nunca había visto a Max tan sonrojado.

-Elo...- comentó acercándose a mi- Solo no vayas a abrir tu boca.

-¿Qué? No, Max no...- sus labios se posaron sobre los míos por segundos y se separó rápido.

Los gritos se hicieron presentes- ¡Un aplauso para esta pareja que está enamorada!

-No estamos enamorados- gruñó Max.

-Entonces no la hubieras besado- Max rodó sus ojos.

-Me iré a entrenar, Lissie, puedes quedarte aquí abajo si quieres te darán unos cascos para que escuches todo- asentí- Si Checo o alguien más sigue molestandote entenderé porqué te fuiste.

-No me voy a ir, buena suerte en la carrera si ya no logro verte antes.

-Gracias, Lissie.

Checo se quedó a mi lado- Es como un niño pequeño al que no le gusta que lo molesten con la niña que le gusta.

-No le gustó a Max- el mexicano se rió- ¿De verdad?

-Habla de ti todo el tiempo.

-Eso no significa nada- respondí tratando de restarle importancia- Me ha dejado muy en claro que solo quería ser mi amigo.

Checo soltó una carcajada. No había sido mentira que Max y yo nos volvimos más cercanos cuándo regrese a vivir a Londres.

Realmente creí que algo iba a suceder entre los dos, pero Max me rechazó amablemente diciéndome que apreciaba mucho mi amistad.

Llamaron a Checo, la carrera estaba a punto de comenzar. Me puse los cascos y me quede frente a las pantallas.

Charles iba a salir en primera posición, Max le iba a seguir en segunda, George iba en tercera.

El ambiente se volvió tenso cuando la carrera comenzó. Max no recibía tantas indicaciones, su auto parecía volar.

Ahora que éramos más cercanos, quizá le podría preguntar si tenía algo especial su auto.

-¡Ese maldito animal otra vez!- se escuchó en los audífonos que tenía.

Me reí al escuchar a Max, mi vista seguía a los rápidos que trataban de arrebasar para subir posiciones.

Charles seguía liderando la carrera, iban en la mitad de las vueltas. El carro de Max se detuvo unos segundos en su garage y salió ganando segundos en la pista.

El garage gritó de felicidad al ver qué tenían a sus dos autos en las primeras posiciones.

-¡Venga Checo, no dejes que te rebasen!- le grité a la pantalla.

Charles estaba a un aceleramiento de dejar a Checo en tercer lugar. Me saqué los cascos al ver qué el monegasco había arrebasado a ambos carros de RedBull.