The Last Time (C.L)

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Habían pasado ya tres meses, había entrado a mi último semestre en la universidad que siempre había soñado y también me habían contratado de medio tiempo en una empresa importante.

No había vuelto a ir a ninguna carrera, pero solía verlas para apoyar a mis amigos.

Había salido con Lewis y Max, incluso habían salido fotos de nosotros en varias revistas pero no hubo tanto escándalo.

Lando, Carlos, Pierre e incluso el mismísimo Toto Wolff me habían invitado a ir a un GP. Seguía teniendo el pase de Ferrari, pero aún no estaba lista para volver a ver a Charles.

El chico me mandaba mensajes y me llamaba cada día, pero no respondía estos. También sabía que venía entre semana, afortunadamente no lo veía porque yo estaba en la escuela o en el trabajo.

-¿Qué Carlos hizo qué?- dije sorprendida.

-Lo sé, yo también estaba sorprendida, sigo sorprendida- dijo mi amiga desde la otra línea- No le digas que te he dicho eso.

-Seguramente le voy a contar a Carlos como me has detallado que te dió como cajón que no cierra.

Mackenzie se rió, me hundí un poco en el asiento al ver qué Elliot me miró raro.

El rubio acercó su silla a la mía, le aparte antes de que pudiera escuchar más detalles.

-Mack, te llamaré luego- le interrumpí- Tengo trabajo que hacer.

-Lo siento, olvidé que estabas ocupada, te llamaré más tarde, visítame pronto.

-Te quiero- corte la llamada y mire al chico- Eres un chismoso.

-Ya lo sé- se rió- ¿Tienes planes para esta noche?

-Tengo proyectos que hacer.

-¿No prefieres embriagarte hoy?

-Gracias, pero en verdad necesito hacer los proyectos.

-A veces olvidó que sigues siendo una estudiante- rodé mis ojos- Bueno, si llegas a cambiar de opinión estaremos en el pub de siempre- tomó sus cosas y se puso de pie- Tienes qué disfrutar la juventud Bermont.

-La disfrutaré otra noche.

El rubio negó con una sonrisa y se fue, aún faltaban dos horas para que yo pudiera irme. Comencé adelantar los pendientes que tenía, pase los contratos que me habían encargado de editar y por fin pude regresar a casa.

-Hey- saludé a Henry.

Deje mi bolso en el sofá, Henry se miraba en el espejo y acomodaba su cabello con cuidado.

-¿Cómo me veo?

-Te ves bien, pero te vas a despeinar si sigues pasando tus manos así de rápido.

-Estoy nervioso- sonreí al verlo- ¿Debería de comprarle flores?

-Absolutamente.

-¿No son demasiado cliché?

-Un poco sí, pero son lindas- respondí.

-Se marchitan rápido, mejor le compraré otra cosa.

Se giró, quedamos frente a frente- Te ves bien, Hen.

-¿Huelo bien?- me acerque a olerlo, su fragancia lleno de inmediato mis fosas nasales.

-Apestas a elegancia- mi hermano se rió.

-Bueno, creo que estoy listo- sacudió sus manos- Lamento no cenar contigo hoy.

-Descuida, está bien- le reste importancia- Ten una linda velada.