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Charles.

Eloise estaba en Mónaco ayudando a Mackenzie a comenzar con los preparativos de su boda.

Carlos y yo estábamos en el simulador, la carrera en Australia no había salido como lo planeamos. Max volvió a tomar el primer lugar y Carlos obtuvo el segundo.

Para mí suerte apenas y pude correr las primeras diez vueltas antes de que el carro presentara un problema.

-Charles- me saque mis audífonos- Es tu turno.

Dejé mis cosas en la mesa frente a Lorenzo y le dí una mirada a Carlos. Los entrenamientos parecían ser cada vez más pesados.

O quizá estábamos envejeciendo demasiado rápido. El simulador era sencillo, pero después de varias horas en él terminaba cansado.

-¿Vamos a casa ya?- preguntó Arthur.

La casa que tenía en Maranello era linda pero no pasaba mucho tiempo en ella. Seguramente la vendería si no renuevo mi contrato con la scuderia.

-Tengo hambre- le dije al mayor.

-Puedes prepararte algo en casa.

-No, en verdad tengo hambre de comida- explique dejando mi mochila en el maletero, le tendí las llaves a Arthur.

El chico sonrió con satisfacción y se adelantó al asiento.

-Pasemos por comida, yo invito.

-Insisto, puedes cocinar, Arthur maneja a casa- ordenó Lorenzo.

El mayor me dió un leve empujón y me metió al asiento trasero. Arthur manejaba mucho mejor que ambos estando en ciudad.

Le envié un mensaje a Eloise preguntando por su día y otro a mamá diciéndole que sí podía cocinarme de su lasagna en cuanto regresará a Mónaco.

-Arthur para aquí- dije acercándome al asiento- Venden una comida buenísima aquí.

-Ni lo pienses, que se cocine en casa.

-Arthur, detén el auto.

-Esta la despensa llena, solo tienes que cocinar- volvió a decir Lorenzo.

Suspiré pesadamente- Arthur...

Las manos de Arthur desviaron el volante dejándonos fuera del camino.

-¡No peleen cuando esté conduciendo! ¡Me da ansiedad, joder!

Deje mi espalda en el asiento- Lo siento- murmuré- Pero ya que estás aquí creo que podemos ir a comprar comida.

Los seguros volvieron a ponerse- Vas a cocinar llegando a casa, Lorenzo tiene razón, gastas demasiado en comida.

-No es mi culpa que se me antojen muchas cosas, además creo que aún estoy en condición- flexione mis brazos.

-Baboso- murmuró el menor y volvió a conducir- No creo que sean antojos, seguramente y tiene parásitos.

-¿Parásitos? Hmm, no lo había pensado.

-No tengo parásitos- saqué mi celular y comencé a deslizar el dedo mientras entraba a Twitter.

Al llegar a casa, subí a mi habitación a darme una ducha, baje y prepare mi cena. Llame a Eloise para fingir que estábamos cenando los dos.

-Bonne nuit mon cheri- deje un beso en la cámara en cuanto atendió la llamada- comment ça va?

-Bonne nuit- respondió, la chica tenía una pequeña sonrisa en su rostro- Ça va bien, et tous?

-Bien- respondí dandole una mordida a lo que había preparado- ¿Se divirtieron en las compras?

The Last Time (C.L)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora