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El viento de invierno me daba una sensación de melancolía, no sabía si era por la temperatura o simplemente por aquello de las fiestas.

Diciembre llenaba mi mente de recuerdos familiares en dónde me la pasaba jugando con mis hermanos o viendo a mamá hornear. Habían sido buenos tiempos que no regresarían jamás.

Nunca me dí cuenta de cuando papá había cambiado, probablemente cuando entre al instituto o cuando sus negocios no comenzaron a florecer aquí en Mónaco.

-¡Tiene quince años! ¡Es prácticamente un niño!

William estaba llorando silenciosamente a mi lado, tome su mano por debajo y le dí un apretón a esta.

-No puedes tratarlo de esa manera.

Henry tenía veintiocho años, desde que era un adolescente supe que mi hermano sería mucho más maduro que cualquier otra persona que yo conociera.

-¿Estás tratándome de decirme cómo criar a mi propio hijo?

-Estoy tratando de que cambies para que tú hijo no sufra con tú método de crianza.

Sé que odiar es un sentimiento muy fuerte y negativo, no odiaba a nadie. No podía hacerlo. Detestaba a las personas que eran así.

No quería admitirlo, pero el mismo patrón que Max y su padre tenían lo estaba viviendo mi hermanito.

Y Henry y yo nos dimos cuenta muy tarde para prevenirlo.

-Se supone que esto iba a ser una reunión familiar- Henry estaba exaltado- Me acabo de comprometer y ni siquiera puedo celebrarlo por está situación.

Estaba molesto, tal y como el día que me divorcie.

-Esto no es algo que debas de estar resolviendo Henry- habló papá- William y yo lo resolveremos luego.

-No, no lo harás.

Miré a William, ¿Había sido él quien le dijo a Henry? Apenas y me había enterado en la mañana de toda esta situación.

-Si tú no vas a cuidar de William entonces seré yo quien comience a ver por él.

-Henry no...

-No hables- le dijo al menor- Tiene quince años, es tu hijo ni siquiera debe de recibir agresiones, especialmente viniendo de tí.

Las hematomas que mi hermano tenía en la espalda me dejaron sin habla cuando las ví está mañana.

-Le vas a romper el corazón a tu madre si te llevas a su bebé- dijo papá.

Henry me dió una mirada, tome la mano de William y le puse de pie- Ven, creo que necesitas un poco de aire fresco.

El chico asintió, no escuché la voz de papá hasta que la puerta se volvió a cerrar.

Ashley estaba viendo al final del pasillo, le dí una sonrisa a la pelirroja.

-Lo siento, no quise venir a espiar o algo por el estilo, solo quería ver porqué tardaban tanto.

-Descuida está bien.

El patio de la casa de mis padre estaba lleno de gente, los Leclerc y amigos cercanos a mi hermano habían venido a la cena de imprevisto que se hizo por su compromiso.

-Voy a buscar a Arthur- dijo William.

-Iré en un momento- el chico asintió.

-Es un poco raro estar ahí sin nadie a quién conozca- dijo la chica.

-Fue un mal momento para hablar con papá, lo siento- tome su brazo y salí junto con ella- Me alegra que mi hermano se vaya a casar contigo, Henry es un buen chico, demasiado bueno algunas veces- murmuré.

The Last Time (C.L)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora