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Veronica entró esa tarde a la comisaría luciendo un lindo vestido morado. Tenía la peluca rubia que caracterizaba a Mónica y unos lentes de sol negros.

- Buenas tardes, señorita... -saludó a la recepcionista en voz baja. - Q-quiero visitar a mi hermano, no sabía de él hace varias semanas y apenas hoy se contactaron conmigo para decirme que lo tienen aquí. -explicó con pesar.

La morena la miró con un ceja enarcada. - ¿Puede decirme el nombre de su hermano, por favor? -cuestionó.

Verónica asintió. - Andrew Blake.

La recepcionista asintió al encontrar el nombre en la base de datos. - El está detenido, no lo han trasladado a la cárcel porque siguen investigándolo.

- Dios, mi hermanito. -la miró con pesar. - Por dios, que habrá hecho. -miró hacia arriba y se hizo la señal de la cruz mientras murmuraba una rápida oración. - ¿Podría verlo, por favor? -le preguntó unos segundos después.

La chica suspiró. - Necesito su identificación. -explicó. - Y que firme aquí.

Ella rapidamente asintió, rebuscando lo que le pidió la chica en su bolso y le tendió la identificación falsa con el nombre de Mónica Blake en ella, luego de copiar la firma de la identificación en la hoja que le tendió la recepcionista.

- Tiene solo cinco minutos. -explicó, luego de que un policía revisó que ella no tuviese ningún arma u objeto peligroso.

Veronica asintió y el mismo oficial la guió por un pasillo, hasta llegar al final donde entró a una habitación con tres celdas y el policía se quedó afuera.

Ella caminó frente a las tres celdas y no reconoció al sujeto, su supuesto hermano, sino hasta que llegó a la última, donde lo vió sentado en el piso con su cabeza contra la pared.

- Hermanito... -sonrió ampliamente al verlo. - Estaba tan preocupada por tí.

El frunció el ceño, y cuando estaba por hablar se quedó callado al notar que ella le hizo una ceña de silencio y de que se acercara.

- Dios, acércate, necesito orar por ti.

El hombre totalmente confundido se acercó a las rejas y Veronica lo tomó del cuello de su camisa para hablarle al oído.

- Si quieres salir de aquí debes hacer exactamente lo que te digo, ¿Me oyes? -le dijo en un murmuro y el asintió algo atemorizado, sin moverse. - Mañana dos agentes vendrán a interrogarlos a los tres y tú, dirás que el día que buscaron la carga en el puerto viste a un chico alto y escuchaste que lo llamaron Enmanuel, luego de que te insistan, ¿Entiendes?

El asintió. - S-si. -respondió nervioso.

- Bien. -lo soltó. - Que el señor esté contigo, hermanito, se que con su gracia pronto podrás salir de aquí. -sonrió mirándolo, hablando más duro que antes.

- Amén, hermana. -el respondió.

- Nos veremos pronto, te amo, por favor no abandones tu fé. -eso fue lo último que dijo comenzando a llorar falsamente, y cuando ya muchas lágrimas salían de sus ojos, salió de ahí.

Se acercó a la recepción para tomar su bolso y su identificación que le tendió la chica mirándola con pesar.

- T-tenga buen día. -le dijo con la voz entrecortada y salió de ahí.

Al salir limpió sus lágrimas y luego de caminar dos calles se subió a una Range Rover negra, donde la esperaba un hombre de traje.

- A la central. -pidió, abriendo el espejo de arriba y se quitó la peluca y los lentes.

- Bien, crea el perfil de Vero- digo, Monica Blake en el sistema de la comisaría. -le ordenó Jughead a Toni, justo cuando la pelinegra entró a la oficina en la que se encontraban de la central.

- Está hecho. -les dijo.

Jughead sonrió. - Bien hecho, Mónica. -se burló. - La más religiosa.

Ella rodeó sus ojos. - Mañana le darán la información a Brett de que la "hermana" de uno de los detenidos estuvo ahí, ¿Lo sabes, no?

En ese momento entraba Betty a la habitación que estaba llena de pantallas y soltó una risa sarcástica. - Por dios, Veronica, ¿Con quién crees que hablas? -preguntó sentándose en el regazo de su esposo quién dejo una mano en su muslo. - Jughead planea hasta como y cuando respirar, por supuesto que tomó eso en cuenta.

El dejó un leve apretón en su muslo y ella volteó su cara para unir sus labios en un beso descarado.

- Agh, ya van a empezar. -se quejó la pelinegra. - Iré con los chicos.

- Ya yo terminé aquí, así que yo también. -dijo Toni levantándose y siguiéndola fuera de la habitación.

- Primera vez que te veo usar una falda tan corta para ir a la agencia... -el le dijo al oído.

Ella sonrió. - ¿Te gusta?

- Mhm. -asintió tomándola del mentón para mirarla a los ojos. - Me encanta cuando usas faldas. -dijo metiendo su mano bajo la prenda entre sus muslos.

- Jug. -jadeó cuando el la tomó del cuello.

- ¿Ah? -el cuestionó besando su cuello. - ¿Quieres que pare?

Ella negó y cerró sus ojos al sentir sus dedos tocar ahí, a través de sus bragas. - N-no.

- Que bien, porque no iba a hacerlo. -el murmuró.
























Holi!

La verdad tengo otros capítulso escritos desde hace días, pero siento que la falta de inspiración que tengo para escribir esta historia se debe a que aún necesito pulir algunos detalles para que la historia tenga más sentido, y por eso no los he publicado.

Hago lo posible por escribir cosas lógicas y que nada sea al azar, así que ténganme paciencia.

Espero que les guste, leeré sus comentarios como siempre! <3

Bye... ✨

Criminal Love | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora