Betty frunció el ceño. - Si lo perdiste en el camino significa que no nos seguiste todo el tiempo desde la agencia... ¿Como llegaste hasta aquí entonces?
- Metí un rastreador entre tus cosas esta mañana. -se encogió de hombros el rubio que seguía atado a la silla. - No me crean tan idiota... Ustedes mismos saben que el caso si era difícil, tu pudiste avanzarlo dos veces y casi capturarlo una vez solo porque trabajas con él.
- De hecho, no. -Jughead sonrió. - La primera vez si logró encontrarme y aún no estábamos juntos... Pero me dejó ir.
- ¿Por qué?
- Tenemos historia, Weston. -Jughead respondió. - No comenzamos solamente porque sí un día, no es como tú crees que la "utilizo" -hizo comillas con sus dedos. - para sacar información de la CIA, las cosas no son así.
El rubio miró al piso de nuevo con el ceño fruncido. Estaba furioso, y no sabía muy bien la razón.
Aunque mientras más lo pensaba se daba cuenta de que su molestia no era por todo el engaño de Betty... Era por Jughead que le restregaba a cada segundo que eran esposos, como se sonreían y el la tomaba de la cintura.
Quería poder soltarse de esa jodida silla y matar a golpes a Jughead Jones.
- ¿Que me van a hacer? -Brett preguntó en un murmuro. - Háganlo de una jodida vez.
Jughead sonrió. - De hecho, nada. -se encogió de hombros. - Puedes salir libre...
- ¿Que? -todos en la habitación preguntaron al unísono, mirando fijamente al rubio.
¿Es que acaso a Jughead no se le ocurrían ideas lógicas? Parecía decir solo locuras a la hora de hacer un plan.
- Jug... -Betty murmuró mirándolo con una ceja enarcada, esperando un contexto, una respuesta a lo que había dicho.
- Eso, ya escucharon. -se encogió de hombros. - Brett quedará libre como que si aquí nada pasó, lo único que va a cambiar es que ahora vas a trabajar para nosotros dentro de la CIA, como Betty. -señaló a su esposa.
- Jughead. -Betty murmuró desafiante acercándose a él. - ¿Estás loco? -le cuestionó, solo para que él escuchara.
- Calma, bebé, se lo que digo. -le murmuró también y la abrazó por la cintura.
- ¿Por qué mierda haría eso? -Brett bufó. - Prefiero que me maten de una jodida vez, no voy a traicionar a mi propio país de esa manera.
- Joder, Brett, el gobierno de tu propio país trabaja con la segunda mafia más grande del mundo en conjunto y se están haciendo ricos con la droga, las armas, la trata de blancas y muchas muertes de por medio, no jodas. -rodeó sus ojos. - Y no te estoy preguntando si prefieres morir o hacer lo que digo, lo harás.
- ¡No hay ninguna razón! -Brett exclamó. - ¡No debo hacerlo!
- Es cierto, no debes. -Jughead sonrió. - Pero lo harás, ¿Y sabes por qué? -lo miró desafiante. - Porque tenemos en la mira a tu hermana y a tu madre. -la cara de Brett cambió a una atemorizada y preocupada. - Eso, ahí está. -sonrió. - Tengo su ubicación todo el tiempo, sé donde viven, sé donde trabaja tu hermana y su esposo, sé a que escuela va tu sobrina y están vigilados todo el tiempo. Así que si no quieres que les pase nada, harás todo lo que diga, y estoy seguro de que así será, porque si entregas a Betty a la CIA o a quién sea y nos jodes, así tu también estés en peligro, tu familia va a pagar.
El rubio mordió su labio inferior con molestia, furia y miedo. Mierda. Ya no tenía escapatoria.
- Bien. -gruñó entre dientes. - Lo haré solo si me aseguran que mi familoa estará segura.
- La seguridad de ellos depende de tí. - Betty lo miró seria. - Así que procura no intentar hacer nada en nuestra contra, porque nos enteraremos incluso antes de que comiences.
•
- Jug. -Betty entró a la oficina de su esposo, luego de un rato.
- Nena. -el levantó su mirada. - ¿Donde está Brett?
- Con los chicos, le están enseñando todo y le pusieron una tobillera electrónica... -dijo entrando y cerró la puerta tras ella.
El pelinegro alejó su silla de la mesa frente a él, sabiendo perfectamente lo que haría la rubia, y no se equivocó. Apenas ella cerró la puerta se acercó a él y se sentó en su regazo.
Jughead sonrió abrazándola por la cintura y la miró a los ojos.
- ¿Que te pasa? -rió.
- Juggie... ¿De verdad crees que el no hará nada? -preguntó con algo de inseguridad. - Me da miedo que nos traicione... Literalmente lo estamos haciendo parte del equipo.
El suspiró. - Dudo mucho que haga algo porque sabe que su familia está en peligro. -acarició su mejilla. - Aunque sea mentira, claramente no le haremos nada a ellos, mucho menos a su sobrina. -se encogió de hombros. - El cree que sí, y sabe lo que le conviene ahora que se enfrentó con nosotros.
Betty asintió. - Te creo, Juggie... Pensaré como tú.
El sonrió y besó sus labios lentamente, mientras la tomaba de la cintura y acariciaba su espalda baja.
- ¿Y ahora que haremos con el caso? -preguntó Betty cuando se separaron.
- ¿Solo en eso pensabas mientras nos besábamos? -cuestionó divertido.
Ella se sonrojo y dejó un golpecito en su hombro. - Juggie... -murmuró apenada.
El soltó una risita. - Ya el trabaja para nosotros así que podemos parar el caso los días que necesite para terminar de arreglar todo en la cárcel. -dijo mientras la rubia recogía su cabello en una coleta. - Así que te ahorras las excusas para no seguir con el caso, ahora el hará solamente lo que tu ordenes y el no opinará si tú no lo permites.
Betty asintió y lo abrazó. - Está bien, Juggie. -murmuró dejando besitos en su mejilla. - Te amo.
- Te amo, mi vida.
- ¿Nos vamos a casa? -cuestionó ella en voz baja. - Quiero dormirme con tus mimitos...
El sonrió. - No podemos ahora, nena, debemos esperar que terminen con Brett y luego si nos iremos.
- Bueno. -ella suspiró. - Mientras tanto abrázame. -pidió.
El rió y dejó que lo abrazara mientras el dejaba besos en su frente y acariciaba su espalda con lentitud.
•
Holi!
¿Que opinan? ¿Creen que es una buena decisión ljna que Jug tomó con respecto a Brett?
Espero que les guste! 💗
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Criminal Love | Bughead | +18
Fanfic¿Que harías si por tu profesión y trabajo tu compañero te pide ayuda en uno de los casos más importanten en el que debes atrapar al mafioso más grande es Estados Unidos? El cual también... Es el amor de tu vida. Esa pregunta se hacía Elizabeth todos...