- ¿Que sabes, Weslie? -Betty le preguntó al agente a través del celular, en la llamada.
- Pararon frente a un edificio de solo dos pisos, no es tan pequeño, vi a Toni Topaz y a Fangs bajar juntos y entrar.
- ¿Dónde es?
- A solo cinco calles de la agencia. -respondió.
- Es bastante cerca. -la rubia murmuró. - ¿Como es el edficio?
- Parece ser una empresa nueva. -el respondió. - En la puerta dice B.J. Cosmetics.
Brett y Betty cruzaron miradas. Ambos estaban escuchando ya que la llamada estaba en altavoz.
- Perfecto, no se queden ahí para que no se den cuenta pero manténganse cerca y pendientes de todo.
- Entendido.
Betty cortó la llamada y vió a Brett. - Debe ser ahí, ese debe ser su lugar, está más que claro que esa tal empresa de cosméticos es solo una fachada.
- Debemos ir. -dijo Brett al instante. - O atrapar a esos dos chicos... -dijo refiriéndose a Toni y a Fangs.
Ella negó. - Alto ahí, relájate. Hay dos razones por las que no podemos hacer eso. -se levantó caminando por la oficina. - La primera, si son muy importantes en el equipo de Jughead entonces lo más probable es que no hablen, en ese tipo de mafias son muy leales y lo sabes. -el asintió mirando al piso. - Y la segunda razón es que si los atrapamos solamente a ellos enseguida ese lugar va a desaparecer, y eso nos alejará de nuestro blanco, que no son ni Toni Topaz ni Fangs Fogarty, es solamente Jughead Jones.
El rubio asintió. - Tienes razón, ¿Entonces que haremos?
- Alejarnos lo más posible de ese lugar, dejaré que los chicos se queden hoy a ver que otra cosa averiguan, pero mientras hagamos un plan para proceder, entonces nos alejaremos. No nos podemos arriesgar a ser vistos y joder todo.
- Bien... Entonces comencemos.
- No. -la rubia negó. - Mañana, ahora me siento un poco mal. -admitió. - Volveré a casa a descansar, y tú deberías hacer lo mismo. -propuso. - Así volveremos mañana con más energía, mientras esperamos que el agente Weslie y su compañero nos den actualizaciones de todo lo que vieron hoy.
El se encogió de hombros. - Bueno, está bien. La verdad si necesito dormir bien. -hizo una mueca.
- Me iré a mi departamento. -la rubia suspiró levantándose y tomó sus cosas de la mesa.
- Yo me quedaré a ordenar esto. -señaló unas hojas que él mismo regó por toda la mesa. - Y también me iré.
- Nos vemos mañana. -se despidió y salió, luego de que él le dedicó una pequeña sonrisa.
La rubia se dirigió al estacionamiento de la agencia que estaba en la parte trasera del edificio. No habían muchos autos, diez como mucho, y ella se dirigió al suyo.
Al subir, cerró la puerta y luego intentó encenderlo, fallando en el intento. Frunció el ceño y de nuevo movió la llave hacia adelante en otro intento.
- ¡Agh! -se quejó dejando un golpe contra el volante.
Estaba cansada, su cabeza dolía y el estrés la consumía. Definitivamente no estaba siendo su día. Siquiera tenía mente para pensar en revisar que le pasaba a su auto, así que solo se quedó ahí unos minutos intentando concentrarse mientras inhalaba y exhalaba con calma.
A los pocos minutos vió a Brett acercándose a su auto, el cual estaba a tres puestos del suyo, así que bajó y lo miró a unos metros.
- ¡Hey! -llamó su atención. - ¿Podrías llevarme a mi departamento? -pidió, con una pequeña mueca.
El frunció el ceño, pero asintió. - Eeh... Claro, vamos. -se encogió de hombros.
Betty tomó su bolso del asiento y las llaves del auto para luego cerrar la puerta y dirigirse al auto de Brett, donde el ya estaba en el asiento del conductor y con el auto encendido.
- ¿Que le pasó? -el preguntó cuando Betty subió a su auto.
- No enciende. -murmuró abrochando su cinturón cuando el retrocedió. - No tengo mente ahora para revisar o intentar a rreglarlo. -admitió.
El soltó una risita. - Ya llegarás a tu casa y podrás descansar. -se encogió de hombros.
La rubia asintió dejando su cabeza contra el asiento. Realmente si se sentía un poco mal, pero tal vez lo estaba exagerando solo un poco frente a Brett.
No podían actuar tan rápido, no podían adelantar tan rápido el plan porque ella no estaba en contacto ni con su esposo o alguno de su equipo, y para hacer algún plan necesitaba luz verde de alguno de ellos para proceder.
Unos minutos después, Brett aparcó el auto justo frente al edificio de la rubia y la miró. - ¿Puedo subir? Necesito el baño... -admitió apenado.
La rubia soltó una risita y asintió. - Si. -se encogió de hombros.
Le daba toso igual en ese momento. Solo quería llegar, ponerse su mejor pijama y dormir lo que restaba de día. Y claro, también quería ser abrazada por su esposo, pero eso por ahora no se podía, así que debía conformarse con abrazar una almohada como había estado haciendo las últimas noches.
Cuando bajaron del auto, juntos se dirigieron al ascensor, Betty marcó su piso y se recostó contra la pared cerrando sus ojos.
El rubio hizo una mueca, parecía que ella realmente se sentía muy mal.
Luego de unos segundos el ascensor se abrió y juntos salieron al pasillo, Betty lo guió a su puerta por más que el sabia donde era porque no era su primera vez ahí, y sacó las llaves de su bolso para abrir.
Cuando entraron, Betty cerró la puerta luego de dejar entrar a Brett y se acercó a la mesada confundida.
- ¿Tienes un admirador? -el preguntó algo divertido.
Betty tomó el ramo de flores y abrió la nota para leerla. - No tiene nombre, me tocaron la puerta en la mañana y como esyaba apurada solo las dejé ahí. -mintió luego de leer.
"Tres días lejos de ti que se han sentido como una eternidad, pero te dije que no nos separaríamos mucho tiempo y ya volví a tí. Te ama F.P."
Obviamente no era cierto, el ramo pareció ahí por arte de magia. Y si alguien entró a su departamento... Aguantó su sonrisa, tenía un buen presentimiento.
- Solo una nota con un poema que parece sacado de un libro de niños. -se encogió de hombros, dejando el ramo de nuevo sobre la mesa. - Como sea, puedes pasar al baño en mi habitación. -permitió.
Bueno, ese era el único baño del departamento. Brett asintió y se perdió en el pasillo. Mientras tanto Betty entró a la cocina y rebuscó una pastilla para su dolor de cabeza y se la bebió con un poco de agua.
Cuando Brett salió del baño, Betty habló. - Iré ahora yo rápido y te acompaño al ascensor, ¿Si? -preguntó. Debía acompañarlo porque solo ella con sus llaves podía seleccionar cualquier piso del edificio, el no podía hacerlo si no las tenía.
Cuando la rubia se fue al baño, Brett en total silencio abrió la nota y la leyó quedando totalmente confundido, y varias preguntas comenzaron a surgir.
¿De quién se había separado por tres días? ¿Y quién era F.P?
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¿Que opinan?
Espero que les guste! 💗
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Criminal Love | Bughead | +18
Fanfiction¿Que harías si por tu profesión y trabajo tu compañero te pide ayuda en uno de los casos más importanten en el que debes atrapar al mafioso más grande es Estados Unidos? El cual también... Es el amor de tu vida. Esa pregunta se hacía Elizabeth todos...