93 » Desayuno

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En la mañana del sábado Jughead despertó primero que su esposa. Normalmente se ejercitaba un poco en el gimnasio de la casa o salía a correr, pero no lo hizo al saber que quería pasar más tiempo con ella al menos ese día.

Podría estar con ella y los niños hasta el mediodía, pues les había dicho a los chicos que se verían en la central en la tarde porque quería al menos la mañana libre.

Normalmente no iba a la central en fin de semana, pero por lo que pasó el día anterior, era necesario.

Ella se removió despertando. - ¿No vas a correr? -le preguntó dejando su mentón sobre su pecho desnudo, mirándolo a los ojos.

El quitó el cabello de su cara y negó. - No. Quiero pasar tiempo contigo. ¿Como dormiste?

- Perfecta. -ella sonrió. Miró el reloj en la mesa de al lado y luego volvió a mirarlo a él. - Son casi las 9:00 y anoche llegamos casi a la 1:00 AM, así que dormimos ocho horas como debe ser. -sonrió. - ¿Y tú, cómo dormiste?

- Perfecto, también. -dijo y los volteó en la cama dejándola abajo de el. - ¿No te parece raro que los ni-

Ella dejó su dedo índice contra los labios del pelinegro y negó. - no lo digas.

Jughead soltó una risa y besó sus labios.

- Podemos aprovecharnos de eso. -ella lo miro pícara. - Así igual te ejercitas. -se burló.

El sonrió de lado. - Traviesa. -dijo y la besó con fuerza.

Betty lo aceptó gustosa, y aunque el se sorprendió cuando los volteó y se subió sobre él, la dejó tomar el mando.

La rubia rápidamente se quitó sus bragas y le bajó los boxers a su esposo revelando su miembro. Lo masturbó con su mano derecha y cuando estuvo completamente erecto se elevó para alinearlo en su entrada y luego dejarse caer sobre él.

Gimió cuando lo sintió completamente dentro pero mordió su labio evitando hacer ruidos muy fuertes.

Jughead la tomó de la cintura guiando sus movimientos con los ojos cerrados y la boca abierta jadeando de placer.

- Betty, más rápido. -exigió.

Metió sus manos en la camiseta de él que ella tenía puesta para tomar sus pechos que rebotaban con los movimientos de la rubia.

- J-jug. -lo miró con los ojos cristalizados.

- Hazlo, Betts. -pidió. - Vamos.

Ella dio un par de saltos más y minutos después de comenzar se corrieron juntos.

La rubia se dejó caer sobre su pecho de nuevo jadeante. - Estás de suerte. -dijo algo burlona, aún con la respiración agitada.

El rió con los ojos cerrados. - ¿Por qué? -le preguntó acariciando desde su espalda baja hasta su trasero.

- Porque anoche obtuviste lo que querías y hoy los niños no nos interrumpieron. -respondió.

- Oye. -la tomó del mentón. - De verdad anoche no estaba intentando nada cuando entré al baño, -la miró a los ojos acariciando su mejilla. - ¿Lo hiciste solo porque yo quería?

Ella negó. - No, Juggie. -besó su mejilla. - Te conozco. Se que solo querías tocarme y ya. Como siempre.

El la abrazó contra él. - No puedo vivir sin tocarte, bebé. -negó. - Sin abrazarte, o darte besitos, o acariciarte, o tomar tu mano. -besó su cabeza repetidas veces. - No puedo.

- Lo se. -rió. - Somos iguales en ese aspecto.

- Pero si, tienes razón, estoy en mis días de suerte. -asintió burlón.

Ella rió. - ¿Me haces Hot cakes? -le preguntó jugando con su cabello negro.

- Está bien, vamos. -hizo que se levantara. - Seguramente Liam está despierto ya.

- Si es así, que raro que no ha tocado nuestra puerta. -sonrió rebuscando sus bragas entre las sábanas. Al encontrarlas se las puso y se puso uno de sus shorts con la camiseta de Jughead.

El pelinegro también se vistió y juntos bajaron. Pero antes, Betty verifico que Liam siguiera durmieron y así era, no le parecía raro porque durante la noche e incluso mientras amanecía el niño despertó varias veces.

En la sala vieron a su hijo mayor comiendo panqueques con fruta mirando la televisión.

- Buenos días mami y papi.

Betty se sentó a su lado. - Buenos días amor. -besó su mejilla. - ¿Me das?

El asintió, picó un poco con el tenedor y lo tomó con este mismo. Betty lo tomó del tenedor y le sonrió.

- ¿Tienes mucho tiempo despierto? -preguntó Jughead.

- Estaba mirando Bluey. -señaló el televisor.

- Bueno, -Jughead tomó a su esposa de la mano. - Tu mamá y yo estaremos en la cocina, ¿Si, hijo?

El asintió. - Sip.

Vieron a la empleada ahí y le pidieron que los dejaran a ellos prepararse su desayuno, quién ya se lo había hecho a Liam.

- ¿Y yo por qué si tú eres el que los va a preparar? -se quejó ella.

- Porque quiero estar contigo. -respondió.

- Y Liam solo. -se cruzó de brazos.

- Esta concentrado mirando Bluey, por algo no nos había despertado antes. -dijo obvio.

Ella rió y lo abrazó por atrás. - Te amo.

- Yo te amo más, Betts.

En eso escucharon pasos en las escaleras. Betty se asomó y sonrió al ver a Siena bajar con lentitud tomando la baranda.

- Eso mi vida, ya estás aprendiendo. -la tomó en sus brazos y besó su frente. - ¿Como dormiste?

- Bien mami.

- ¿Quieres ver Bluey con tu hermano? -le preguntó.

Ella asintió.

- Primero vamos a saludar a papá.

Entró a la cocina y cuando Jughead vio a la niña le sonrió. - Mi amor. -la tomó en sus brazos luego de lavarse las manos. - Voy a preparar Hot cakes, ¿Quieres?

Ella asintió con una gran sonrisa. - ¡Si!

El rió y besó su frente. La dejo en el piso. - Ve con tu hermano mientras, está en la sala.

Ella salió de la cocina mientras sus padres la miraban sonrientes.
















Espero que les guste, bye ✨

Criminal Love | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora