- Puedes cumplir lo que me dijiste a mi... -él moreno habló mirando al piso. - Pero no tu palabra de proteger siempre a tu hijo. Tarde o temprano te-
No logró terminar su oración, ya que el pelinegro, con la rabia reinando en él al escuchar que volvió a mencionar a su bebé, dejó un fuerte golpe a puño cerrado en su cara, haciendo que su nariz comenzara a sangrar.
- No tienes ningún derecho de mencionar a mi hijo. -escupió con molestia tomándolo de la camisa.
Se alejó de él y arremangó sus mangas hasta arriba de sus codos, enseñando sus brazos con las venas marcadas.
- ¿Y ella? -miró a Betty y soltó una risa que salió también como una queja de dolor. - quieren verte sufrir... Y ella y tu hijo son la única manera de lograrlo.
Betty también se enfureció desde la primera vez que lo escuchó hablar, así que esta vez fue ella la que se acercó al hombre y lo tomó del cabello con fuerza para que levantara la cabeza, mirando su cara ensangrentada.
- Tienes que estar demasiado jodido como para meterte con un bebé. Con mi bebé. -susurró con molestia.
- Como si ustedes fuesen unos santos. -soltó él.
- No lo somos, pero no podría hacerle nada a un niño. Ellos no tienen la culpa de lo jodido que está el mundo.
- Tu bebé es-
Otro golpe.
Esta vez de parte de la rubia. - Mi esposo lo dijo, no tienes derecho de hablar acerca de él. -susurró y se alejó.
Jughead se quitó la chaqueta negra de su traje quedándose solo con la camisa blanca de botones arremangada. Le tendió la chaqueta a Toni y ella la tomó.
Tomó el arma del bolsillo de la chaqueta y se acercó de nuevo al hombre.
- ¿Donde será mejor dispararte para que sufras más tiempo? -sonrió.
- Solo hazlo. -él hombre pidió en un gruñido.
Jughead soltó una risa sin gracia. - No quiero matarte tan rápido, así no sufrirías nada. -suspiró, dando vueltas alrededor de él como pensando.
De la nada, un disparo se escuchó junto a un grito de dolor del moreno, quién gritaba entre quejas pues la bala entró en su muslo derecho y fue enseguida que la sangre comenzó a correr.
El pelinegro se acercó de nuevo y jaló su oreja para hablarle al oído. - Se lo dije a tu jefe y ahora te lo digo a ti, -susurró demandante. - Nadie se mete con mi familia y sigue con vida. Nadie. -gruñó y lo soltó con rabia.
Cuando salió, solo Betty lo esperaba afuera. - Toni subió.
- Vamos. -empezó a caminar en dirección al ascensor pero Betty negó.
- No.
El se volteó a ella. - ¿No?
- Ven aquí. -abrió la puerta de la habitación de al lado y lo metió ahí con ella, cerrando de nuevo.
- ¿Que pasa? -cuestionó él.
Pareció entender cuando ella retrocedió hasta chocar contra la pared tomándolo de la corbata para que se acercara, hasta que la acorraló.
- Tenemos cosas que hacer. -él susurró contra sus labios.
- Y una de esas es bajarle la calentura a tu esposa. -ella también murmuró desabrochando los botones de su camisa.
El se inclinó y comenzó a besar su cuello. Tomó una de sus piernas y la dejó alrededor de su cintura para meter entre sus muslos una de sus curiosas manos y tocar bajo su vestido de color café.
- ¿Y que te calentó? -él preguntó en su oído, tocando con su otra mano uno de sus senos a través de la tela de su vestido.
- Escucharte amenazar a ese sujeto. -pegó su cabeza contra la pared y cerró sus ojos complacida. - Y que saques tu lado posesivo con nosotros.
- Siempre te ha gustado que sea posesivo. -él sonrió contra su clavícula.
- Me encanta. -admitió ella en un jadeo cargado de placer al sentir sus dedos contra su feminidad húmeda.
El pelinegro, sin separarse de ella llevó sus dos manos a su pantalón y comenzó a desabrocharlo. No lo dejó caer sin antes sacar un condón de su billetera, y cuando ya lo tenía lo soltó y a este le siguieron los boxers.
Se puso el condón y así, sin quitarle las bragas a la rubia simplemente las hizo a un lado y la penetró con fuerza, apegandola más contra la pared.
Ella terminó de abrir su camisa y tocó su pecho directamente, y mientras el la embestía le dijo al oído: - Y que dejes tus mangas hasta ahí... -tocó sus brazos fuertes. - Me pone tanto. -admitió.
El sonrió de lado pero no dijo nada, eso solo aumentaba su ego y le hacía querer romperla, destruirla de placer y lujuria, hacerla suya de mil maneras y que gimiera su nombre millones de veces.
- Jug. -jadeó cerrando sus ojos.
- Nos correremos juntos, preciosa. -dijo en su oído y mordió el lóbulo de su oreja.
Continuó penetrándola hasta que ambos se dejaron llevar, las piernas de la rubia temblaron y el soltó su carga dentro del condón.
Besó su cuello con lentitud dejando pequeñas mordidas y sonrió. - ¿Si se te bajó la calentura?
- Un poco, pero tal vez puedas seguir luego en casa. -ella sonrió también, con sus ojos cerrados aún y su respiración agitada.
El se volvió a vestir y ella arregló su cabello, luego salieron de ahí directamente a un baño y juntos volvieron hacía el ascensor.
Cuando llegaron a la sala de descanso, todos seguían ahí con Liam.
- Hasta que al fin aparecen. -se quejó Toni.
- Estábamos... Ocupados.
- Si, la cremallera abierta de tu pantalón dice muchas cosas. -Reggie hizo una mueca de asco señalando el pantalón de Jughead.
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Holiss, buenos días <3
Ya sé que extrañaban estos capítulos JAJSJS
espero que les guste, los amo, byee ✨
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Criminal Love | Bughead | +18
Fanfic¿Que harías si por tu profesión y trabajo tu compañero te pide ayuda en uno de los casos más importanten en el que debes atrapar al mafioso más grande es Estados Unidos? El cual también... Es el amor de tu vida. Esa pregunta se hacía Elizabeth todos...