62 » Apetito

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Cuarto mes

Cuatro meses de embarazo... La panza de Betty cada vez se veía un poquito más grande, y ahora, al menos se notaba cuando usaba ropa ajustada.

Pero habían cambiado algunas cosas en cuanto a los síntomas del embarazo. Lo que era una rubia que no quería ni ver la comida y se obligaba a si misma a comer por salud, se había convertido en una chica embarazada que sentía que era capaz de comerse hasta el mundo.

Sus antojos crecían y cada vez eran más frecuentes, se le antojaba hasta lo más extraño que pudieses imaginar y quería comer a toda hora, sentía que nunca quedaba satisfecha, su apetito volvió pero multiplicaba el de su esposo por tres.

- Tengo hambre. -Betty perseguía a su esposo por las escaleras. - Juggie. -se quejó intentando llamar su atención.

El pelinegro suspiró con su celular contra su oreja. - Sweet Pea, resuélvelo tu, ¿Si? Tengo a una mujer embarazada con hambre, tu no podrías manejar esto. -dijo serio y cortó la llamada. - Amor, estoy por ir a una reunión, comimos hace... -miró si reloj. - Veinte minutos.

- Y ya tengo hambre, no es mi culpa. -bufó. - ¿Quién te entiende?

- ¿Por qué? -él preguntó parando frente a un espejo que iba de piso a techo en el pasillo que daba a la sala, donde quedó mirándose y arreglando su cabello.

- Porque antes te quejabas de que no quería comer y ahora de que quiero comer siempre, ¿No se supone que es mejor? -se cruzó de brazos.

- Si, es un poco mejor, pero no tanto... -él se encogió de hombros. - Recuerda que la doctora te dijo que si comes en exceso puedes subir de peso y eso no es tan recomendable para ustedes. -dijo refiriéndose a ella y a bebé.

Betty suspiró y lo miró con un puchero. - Tengo hambre. -repitió.

Jughead se volteó hacia ella. - Preciosa, en serio, ¿No puedes esperar un rato para volver a comer algo?

- Nop. -negó.

El pelinegro rodeó sus ojos. - Bueno, bueno, ven, te daré fruta picada antes de irme. -la tomó de la mano y se fue con ella a la cocina.

Luego de un rato le dio una taza con algunas frutas picadas y ella lo tomó sonriente. - Gracias Juggie.

El se sentó junto a ella en otra de las sillas de la isla y se inclinó a besar su frente mientras ella masticaba. La rubia levantó su mirada algo sonrojada y con las mejillas infladas.

Jughead soltó una risita ante lo tierna que se veía su esposa así. - Ya debo irme. -le recordó.

Betty asintió. - Bueno, Juggie, pero no tardes.

- No está en mis manos, bebé, pero si me necesitas llámame y llegaré en cuánto antes, ¿Si? -acarició su muslo lentamente.

La rubia asintió. - Sipi. Besito. -estiró sus labios hacia él.

El pelinegro se inclinó y unió sus labios en un casto beso que los hizo sonreír al separarse. - Te amo... -dijo levantándose. - Recuerda que en una hora te tocan las pastillas.

- Ya se Juggie, tengo la alarma. -ella le recordó.

El asintió de camino a la puerta y se volteó hacia ella de nuevo lanzándole un beso al aire. - Te amo. -repitió y salió.

Criminal Love | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora