78 » Posesivo

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Betty mordió su labio inferior evitando reírse. Jughead solo rodeó sus ojos y se sentó en un puesto vacío que quedaba en el sofá donde estaban Reggie y Verónica abrazados de costado.

En eso, Brett entró a la sala y paró en seco al ver a Betty justo frente a la entrada.

- Betty, hol-

El fue interrumpido rápidamente por Jughead, con voz seria. - Brett.

El rubio lo miró y tomó un largo suspiro, donde todos claramente notaron sus ganas de disimular la molestia, aunque considerando que todos lo notaron, fracasó. Se alejó lo más posible de la rubia, caminando al otro extremo de la habitación.

La rubia, realmente no tan concentrada en lo que pasaba, caminó hasta su esposo para sentarse en sus piernas, aún con la mente en lo que hicieron minutos antes en el sótano de la central, las imágenes apareciendo en su mente aún más claras cuando el rodeó su cintura con un brazo de manera posesiva y dejó la otra en su muslo, dejando pequeños apretones casi imperceptibles para los demás, pero no para ella, mucho menos en ese momento donde parecía que la cordura ya no era parte de sí.

La tensión se sentía clara en la habitación, y no hablo específicamente de la que sentía Betty, sino esa tensión que aparecía en segundos cuando Brett y Jughead se encontraban en la misma habitación.

- ¿Que quieres? -le preguntó Jughead directamente al rubio.

- Necesitaba hablar con Betty para-

- Ya comenzaste mal. -lo volvió a interrumpir. - Vuelvo a repetir la pregunta, Weston, ¿Que quieres?

Todos evitaban reír, porque aún con la tensión, les parecía gracioso como Jughead se ponía con Brett.

Jughead sabía que su esposa sería incapaz de engañarlo, de serle infiel. Tenía bastante claro el amor que se tenían, sabía que lo que ella quería era él y viceversa. Lo que le molestaba era el hecho de que un hombre que la quería tuviera el privilegio de estar tan cerca de ella, ya que lastimosamente no podía hacerle nada a Brett, no le convenía.

Porque si fuera otro hombre, en otro escenario ya probablemente estaría, sino muerto, en otro continente, lo más alejado de su esposa.

Brett volvió a suspirar con rabia y apretó su puño a su lado. - Necesito que alguien me ayude con algo de la agencia. Cosas de la CIA que probablemente sea tu esposa quién lo entienda mejor.

Jughead sonrió de lado al escucharlo decir "tu esposa" y no su nombre, de igual manera, el no merecía siquiera decir su nombre, según Jughead. - Si, ¿Toni, puedes? -miró a su mejor amiga.

- Si, pero ahora necesito que ustedes vengan conmigo para que me digan algunas cosas, es rápido.

El asintió. Hizo que su esposa se levantara de sus piernas y luego el lo hizo también, caminaron fuera de la sala con Toni.

- Yo iré a ayudar a Brett, ¿Si? -le dijo Betty a su esposo en voz baja.

Jughead enarcó su ceja. No le agradaba, pero si ella quería hacerlo, no era quién para evitarlo. Además... Brett parecía estar bastante claro de los límites que estaban bien marcados con Betty.

A un metro de distancia, sin confianza y totalmente profesional.

- Está bien. Pero si el hace hago algo, yo-

- No lo hará, Jug, lo sabes. -ella suspiró, evitando mirar a su esposo. Necesitaba alejarse de el si no quería morir de excitación en ese mismo momento.

Así que, tal vez, si se concentraba en otra cosa, como ayudar a Brett en lo que fuera que necesitara de la CIA, la ayudaría.

- ¿Estás bien? -él le preguntó al oído, con la voz algo ronca por hablar en casi un susurro.

Ella tragó en seco al escuchar su voz así. Quería besarlo como loca y llevárselo otra vez al sótano. - Si.

El sabía que mentía, pero como sospechaba que le sucedía, no dijo nada, simplemente sonrió de lado.

Luego de ir con Toni y responderle todo lo que necesitaba, cosa que no tardo más de cinco minutos, regresaron a la sala.

Jughead dejó un persistente beso en los labios de su esposa, y al separarse miró a Brett.

- Betty te ayudará. -aseguró con calma, volviendo al mismo sofá pero ahora con su bebé en brazos.

Brett lo miró con sorpresa pero no dijo nada, sino que siguió a Betty fuera de ahí.

- ¿Y eso que lo dejaste ir con ella? -Veronica preguntó burlona.

- No hará nada, y si lo hace, tendré la excusa perfecta para divertirme. -sonrió mirando a Liam. - ¿Cierto, pequeño?

- Espero que Liam no sea igual de celoso que tu. -Cheryl hizo una mueca.

- Este bebé será igual a su papá. -aseguró, dejando un beso en la mano del niño. - También dejé que fuera con Betty porque ella me lo pidió, ambos sabemos que si tiene que ver con la CIA, probablemente sea ella quien tenga todas las respuestas.

Al menos dos horas después la pareja regresó a la mansión con el bebé, quién se durmió en el camino. Betty fue directamente a dejarlo en su cuna y luego fue a su habitación, donde vió que su esposo la esperaba sentado en la orilla de la cama.

- ¿Que tienes? -cuestionó.

Ella enarcó una ceja. - ¿De qué?

- Ya estamos solos.

- No entiendo. -ella negó, más confundida.

- Te conozco, Elizabeth. -se levantó para enfrentarla. - Se cuando estás molesta, feliz, triste, nerviosa, incluso se cuando estás... -se inclinó para hablarle al oído. - Excitada. -susurró.

La rubia tragó en seco. ¿Tan obvia era? Si, hermana, no sabes disimular ni un poquito. Quiso bufar y se respondió a si misma en su mente: ¿Cómo esperas que disimule con tremendo dios griego que tengo de esposo?

Jadeó al sentir los labios de su esposo detrás de su oreja, quién con una sola mano la tomó de la cintura y la apegó a él.

- Ay, nena. -sonrió aún besando tras su oreja. - Si me hubieras dicho, me encargaba rápidamente de ti y de tus necesidades.

- Si lo sabías, ¿Por qué no lo hiciste?

- Porque quería que tú me lo dijeras. -se alejó para mirarla a los ojos. Besó sus labios y al separarse mordió su labio inferior. - ¿Una follada rápida no es suficiente para ti?

Ella negó. - No, no lo es.

- Eres insaciable, mi amor. -se arrodilló frente a ella y levantó su vestido hasta revelar sus bragas con una mancha de humedad, por la cual sonrió. - Dime, ¿Que es lo que quieres?

- Solo dame placer, follame y hazme venir las veces que quieras. -murmuró mirándolo.

El rió sin gracia. - ¿Las veces que quiera?

- Mhm.

- Está bien, preciosa, entonces eso haré. -comenzó a regar besos en su entrepierna mientras bajaba sus bragas. - No soy quien para negarle placer a mi esposa. -susurró con algo de diversión.







































BRO, QUE TENSIÓN

JAKSKAKSJA

Que divertido escribir sobre Brett solo para que Jug se ponga a la defensiva JAKSJA

espero que les guste 😘

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Criminal Love | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora