El frunció el ceño ante la confesión de su esposa. - ¿Que? ¿Por qué no? Betts... Te necesito ahí, lo sabes.
- No quiero. -ella volvió a negar. - Jug, eres mi esposo, y mi vida está contigo y con los chicos en la central, no en la CIA fingiendo que hago justicia y que todo es legal ahí dentro cuando ellos hacen peores cosas que en las mafias. -rodeó sus ojos. - No quiero seguir ahí y fingir que no estoy contigo y que tengo una vida aburrida, quiero estar contigo sin importarme nada más.
El acarició su mejilla. - ¿Esto es una decisión tomada o aún lo estás dudando? -enarcó una ceja.
- Es una decisión que ya tomé y nada me hará cambiar de opinión. -se encogió de hombros. - No voy a volver ahí, y lo siento si esto jode todo el plan. -hizo una mueca. - No había querido decirte por eso... -bajó la mirada.
El la tomó del mentón y levantó su cara para que lo viera a los ojos. - Está bien, si no quieres volver yo no te obligaré, sabes que haré todo lo que me pidas. -sonrió de lado.
- Pero estuve pensando en otra cosa... Porfis no te molestes, solo quiero que el plan siga tan bien como va.
- Dime. -el aceptó.
- Bueno... Pensé que podrías dejar de jefe en la agencia a Brett. -murmuró. - Después de todo el podría hacer lo mismo que yo, sabemos que no hará nada en tu contra.
El entrecerró sus ojos. - Aunque no quiera admitirlo parece ser una buena idea. -suspiró. - Bien, mañana hablaré con él y le diré a los chicos las cosas que van a cambiar desde ahora.
Betty sonrió y se inclinó a besar sus labios. - Gracias Juggie.
- Te amo, preciosa, sabes que por ti haría lo que sea. -acarició su mejilla con lentitud.
- ¿Entonces irás mañana a la central?
- Si, pero solo a decirle a los chicos y a hablar con Brett, pero tú te quedarás aquí empacando porque luego tú y yo nos iremos. -sonrió.
- ¿Nos iremos? -preguntó sorprendida. - ¿A donde?
- Al lugar que elijas. -dijo tomando su celular de nuevo. - De los que te nombré.
- Oh. -ella sonrió. Se bajó de su regazo y se recostó a su lado abrazándolo para ver las fotos de aquellos lugares que su esposo tenía para mostrarle. Luego de que vió todas las fotos, ella misma tomó el celular y las devolvió a las que más le gustaron. - Me gusta aquí.
- Francia. -Jughead sonrió de lado. - ¿Entonces quieres ir ahí?
- Sipi. -asintió.
El sonrió con ternura. - Bien, amor, entonces nos iremos mañana.
- Gracias Juggie. -dejó un beso en su mejilla. - Te amo.
- Yo también, mi amor. -sonrió acariciando su brazo. - Ya puedes poner la película de nuevo. -rió levemente.
Ella sonrió y asintió, tomando el control para quitarle la pausa a la película que miraban y recostarse en el pecho de su esposo, quién ahora si le estaba prestando atención mientras acariciaba su cabello.
•
- ¡Amor! -Jughead exclamó al entrar a la mansión. - ¡El jet nos espera!
- ¡Ya va! -ella grito desde arriba.
Jughead rió, dejó las llaves en la mesita de siempre y se dirigió escaleras arriba hacia su habitación, donde al entrar, fue recibido por un pequeño montón de ropa en el piso, y a su esposa en la orilla de la cama con un puchero.
- No sé que empacar. -murmuró.
El rió. - Preciosa, estuviste sola todo el día... ¿Por qué a esta hora no has empacado?
- Juggie, es que yo intenté, pero tuve como... Cinco crisis existenciales y... ¡No se que empacar! -bufó. - Pero ya tu maleta está hecha. -señaló la maleta negra en una esquina.
Jughead suspiró y pasó con cuidado sobre el montón de ropa cuidando de no pisar nada para sentarse junto a su esposa. La abrazó por los hombros y dejó un beso en su mejilla.
- Yo te ayudo. -le sonrió. - Cálmate, ¿Si?
Ella asintió y le sonrió levemente.
- Pudiste llamarme y venía más temprano... Ya el piloto nos está esperando. -le comunico.
- Lo siento Juggie, no me di cuenta de la hora. -murmuró.
El negó y entrelazó sus manos dándole un leve apretón. - Tranquila, mi vida, no importa. -le quitó importancia. - A ver... El clima ahora en Francia está fresco... Mayormente frío, debes empacar ropa para el frío, ¿Que opinas de tu chaqueta de cuero café, y la negra?
- ¡Y la rosita! -ella exclamó con emoción ante la idea.
- Exacto, bebé, ¿Ves? No es tan difícil.
- Es que tú no estabas para ayudarme. -se inclinó a dejar un beso en su mejilla y se levantó para entrar al vestidor y comenzó a buscar las prendas que había nombrado su esposo.
Un rato después el equipaje estaba casi listo, ahora Betty estaba recogiendo su maquillaje mientras el pelinegro atendía una llamada telefónica.
- Si sí, vamos en... Veinte minutos. -respondió. - No me interesan cien dólares más, John. -rodeó sus ojos. - Si el piloto no está ahí cuando lleguemos yo-
El al parecer fue interrumpido porque dejó de hablar y cerró sus ojos suspirando.
- Bien. -asintió serio. - Págale lo que sea necesario, pero lo quiero ahí así tenga que esperarnos tres horas más, porque mi esposa quiere estar mañana en Francia. -dijo con molestia.
Luego de eso cortó la llamada y su ceño fruncido se relajó al escuchar la risa de la rubia.
- ¿Me usas para amenazar a tus trabajadores? -ella enarcó una ceja.
El sonrió acercándose. - Bueno... ¿Entonces no quieres estar mañana allá? -el preguntó.
Betty también sonrió. - Si quiero. -se puso de puntillas y plantó un beso en sus labios. - Y ya casi termino.
- Bien... Te esperaré abajo para hablar con Otto y dar la indicación de que vengan a arreglar este desastre. -hizo una mueca señalando el montón de ropa que seguía en el piso.
•
Holaa!
¿Que opinan del cap? ¿Les gusta cómo va la historia? Espero que sí.
Los amo, gracias por su apoyo, bye! 💘
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Criminal Love | Bughead | +18
Fanfic¿Que harías si por tu profesión y trabajo tu compañero te pide ayuda en uno de los casos más importanten en el que debes atrapar al mafioso más grande es Estados Unidos? El cual también... Es el amor de tu vida. Esa pregunta se hacía Elizabeth todos...