Al día siguiente, Jughead recibió la comida por debajo de su celda, en la cual estaba totalmente solo. Un guardia solo lanzó el plato con comida por el piso debajo del espacio que había entre la celda y el piso.
En todas las celdas había normalmente dos hombres, pero a él lo dejaron solo por ser considerado bastante peligroso.
El rubio bufó, tomando el plato y comenzando a comer. - Esto es asqueroso. -murmuró para si mismo, pero aún así lo comió todo.
Si quería escapar de ahí con éxito, iba a necesitar mucha fuerza, así que lo que fuera que le dieran lo iba a comer.
Volteó el plato al terminar toda la comida y despegó una nota de la parte de abajo de este. "Hoy. 5:00 PM. JDS".
Sonrió de lado, le había prometido a su esposa que en menos de un día iba a estar libre, así que lo iba a cumplir a como diera lugar.
Tenía mucha gente infiltrada en la prisión como trabajadores, entre esos, un amigo de la preparatoria que conocía bastante bien y le tenía confianza, Joaquín De Santos, era quién lideraba el equipo para poder sacar a Jughead de ahí.
Suspiró dejándose caer en la "cama" que tenía, que más que eso parecía una cama de concreto con una manta para nada acolchada o cómoda encima.
Bueno... Por suerte no tendría que acostumbrarse a eso.
Mientras el estaba ahí, sus amigos, Toni y Fangs estaban también solos en distintas celdas, pero con la diferencia de que la pelirrosa estaba en otro edificio ya que la prisión estaba dividida en dos edificios, uno para hombres y otro para mujeres.
Cuando los relojes de la prisión marcaron las 5:00 PM en punto todo comenzó.
A esa hora, todos estaban juntos en la cafetería de la prisión para la cena, era el único momento donde todos los prisioneros (o al menos la mayoría) estaban juntos en un mismo lugar.
Jughead, Fangs y Toni seguían en sus celdas, de las que no salían sino una sola vez en el día para asearse y por supuesto con dos guardias que los escoltaban.
Jughead estaba apegado a las rejas de su celda, intentando ver o escuchar algo, pero nada pasaba.
Hasta que repentinamente, gritos de hombres y quejas comenzaron a escucharse en todo el eco del lugar. Sonrió de lado al darse cuenta de que ya Joaquín y su equipo estaban haciendo lo suyo.
- ¡Necesitamos refuerzos! ¡Se van a matar! -exclamó uno de los guardias desde el primer piso.
Los del pasillo donde estaban las celdas de Jughead y Fangs rápidamente salieron corriendo de ahí dispuestos a ayudar.
Y luego de un rato las puertas de las celdas se abrieron, fueron abiertas por Joaquín, quién tenía las llaves, vaya dios a saber cómo las consiguió.
- Por alguna extraña razón los encargados de vigilar las entradas y salidas están o desmayados o muertos... Y las cámaras desactivadas. -Joaquin sonrió ampliamente.
Jughead rió y lo tomó de la mano abrazándolo amistosamente.
- Ya deben irse. -miró a Fangs y al rubio. - La puerta del primer piso junto al baño, salgan por la cocina, no hay nadie ahí ahora, hay un auto esperándolos justo frente a esa puerta.
- Hey... ¿Y Toni? -Jughead cuestionó preocupado.
- Yo me encargaré de que ella salga, pero no será ahora, ya vayan antes de que lleguen refuerzos del otro edificio, tienen como... Dos minutos. -hizo una mueca.
Ellos asintieron y salieron corriendo de ahí, aún escuchando los gritos que provenían de la cafetería. Si, Joaquín y su equipo habían iniciado una pelea entre los prisioneros, volviendo todos un caos en pocos segundos.
Ellos se fueron justo por donde Joaquín les señaló, hasta salir sin problema alguno, excepto por el guardia que se toparon en el pasillo pero juntos lo dejaron en el piso, hasta llegar al auto negro y subir, y así, se fueron de ahí.
Pero aún faltaba la pelirrosa, que ahora se estaba convirtiendo en una preocupación para sus amigos... ¿Ella también podría salir tan fácil?
El chófer los llevó directamente a un hangar a las afueras de New York, donde bajaron del auto negro y subieron a otro. Luego las compuertas del hangar fueron abiertas y el jet salió por la pista para despegar con dirección a Puerto Rico.
Por supuesto ellos se fueron en el auto al que se cambiaron, solamente fueron hasta allá para generar confusión y pensaran que ellos iban en el jet.
Jughead conducía el auto y chocó los cinco con su amigo.
- Todo salió bien... Pero Toni me preocupa. -murmuró Jughead.
- Joaquín se las arreglará para sacarla de ahí. -Fangs se encogió de hombros. - Mientras tanto, intenta no cruzarte con Cheryl porque te matará. -se burló.
- Parece chiste, pero sé que lo intentará. -hizo una mueca.
Condujo directamente a la central, y ya que se había retirado un poco de la ciudad hacia el hangar, tardaron alrededor de media hora en llegar.
Al entrar, fueron recibidos por sus amigos.
- Están bien, dios. -Verónica los abrazó con fuerza a ambos.
A esta le siguieron Sweet Pea y Reggie quienes también los abrazaron.
- Me alegra que hayan salido ilesos, hermano. -le admitió Reggie a Jughead.
- ¡¿Llegó mi T-T?! -Cheryl, al escuchar el ruido salió de su oficina, pero al acercarse y no verla, su ceño se frunció. - ¿Donde carajos está mi novia?
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HOLAAA
¿Que creen que pasará con Toni?
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Criminal Love | Bughead | +18
Fiksi Penggemar¿Que harías si por tu profesión y trabajo tu compañero te pide ayuda en uno de los casos más importanten en el que debes atrapar al mafioso más grande es Estados Unidos? El cual también... Es el amor de tu vida. Esa pregunta se hacía Elizabeth todos...