Betty soltó un quejido de dolor al sentir una contracción en su vientre. Inmediatamente llevó su mano a donde sintió la punzada, y en eso, el pelinegro entró a la cocina preocupado.
- Mi amor, ¿Que pasa? -se acercó. - ¿Otra contracción?
- S-si... -dijo tomando largas respiraciones mientras esperaba que pasara el dolor.
- Ya es suficiente, nena, debemos ir al hospital.
Ella asintió. - Está bien. -se abrazó a su esposo con los ojos cristalizados. - Solo espera que se me pase un poco el-
La rubia dejó de hablar cuando sintió un líquido correr entre sus piernas. Ambos miraron hacia el piso sorprendidos y luego se miraron con los ojos abiertos como platos.
- Vamos. -él repitió mas seguro, tomándola en sus brazos ya que sus pies descalzos ahora estaban mojados.
La llevo a la habitación para secarla, ponerle otros pantalones y un par de zapatos cómodos. Luego bajaron de nuevo las escaleras y salieron de la mansión. Subieron al auto donde eran esperados por el chófer quién estaba preparado desde que a la rubia le dio la primera contracción el día anterior.
Jughead se subió en los asientos traseros con su esposa y la abrazó acariciando su cabello ya que el dolor había pasado, y mientras tanto envío un mensaje a su mejor amiga.
- Ya le dije a Toni que le avise a los chicos. -le informó él.
- Juggie, no quiero que me den más de esas... -ella murmuró. - En serio duele.
- Ya falta poco y tendremos a nuestro bebé con nosotros. -besó su frente. - Tu puedes, preciosa, no me iré de tu lado.
- Por favor no lo hagas. -ella pidió, un poco asustada por los dolores y por todo el dolor que sabía que aún le quedaba por soportar. - Tengo miedo... No sé si aguante tanto.
- Tu puedes, mi amor... Ya aguantaste todos estos meses muchos síntomas, esto pasará rápido, ya verás.
Exactamente seis minutos después de la última contracción la rubia sintió su vientre contraerse y un dolor casi insoportable, por lo que soltó un grito y clavó sus dedos en la pierna de su esposo ya que su mano estaba ahí.
Jughead hizo una mueca y acarició su cabello. - Respira conmigo, amor.
Ella lo hizo intentando olvidarse del dolor pero era casi imposible.
Al llegar al hospital fueron recibidos por dos enfermeras con una silla de ruedas donde dejaron a la rubia y la llevaron a su habitación asignada.
Jughead fue un momento a firmar algunas cosas (con una firma falsa) y luego fue con su esposa. Al entrar a la habitación, la doctora estaba con ella haciéndole algunas preguntas.
- Aún no estás lo suficientemente dilatada, Elizabeth, pero calculo que en al menos una hora podremos meterte a quirófano.
- ¿Una hora? -Betty preguntó con miedo. - Es mucho...
- Debemos esperar. Mientras tanto te recomiendo que camines un poco y es posible que eso acelere un poco el trabajo de parto... Pero durante las contracciones detente a respirar un poco hasta que pasen. -miró a Jughead. - Acompáñala, mis enfermeras estarán pendientes.
El asintió. - Claro.
La doctora se fue y Jughead ayudó a Betty a levantarse de la camilla, ya que su barriga era bastante grande y pesada. La rubia ya no tenía la misma ropa, ahora sólo tenía una bata azul que la doctora le había dado.
Entrelazó sus manos y juntos salieron de la habitación comenzando a caminar a lo largo del pasillo.
- Lo estás haciendo muy bien, preciosa. -Jughead le dijo al oído. - Eres muy muy fuerte, Liam y yo te amamos mucho... Y estamos orgullosos de ti.
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Criminal Love | Bughead | +18
Fanfic¿Que harías si por tu profesión y trabajo tu compañero te pide ayuda en uno de los casos más importanten en el que debes atrapar al mafioso más grande es Estados Unidos? El cual también... Es el amor de tu vida. Esa pregunta se hacía Elizabeth todos...