67 » Bienvenido, pequeño Liam

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Betty soltó un quejido de dolor al sentir una contracción en su vientre. Inmediatamente llevó su mano a donde sintió la punzada, y en eso, el pelinegro entró a la cocina preocupado.

- Mi amor, ¿Que pasa? -se acercó. - ¿Otra contracción?

- S-si... -dijo tomando largas respiraciones mientras esperaba que pasara el dolor.

- Ya es suficiente, nena, debemos ir al hospital.

Ella asintió. - Está bien. -se abrazó a su esposo con los ojos cristalizados. - Solo espera que se me pase un poco el-

La rubia dejó de hablar cuando sintió un líquido correr entre sus piernas. Ambos miraron hacia el piso sorprendidos y luego se miraron con los ojos abiertos como platos.

- Vamos. -él repitió mas seguro, tomándola en sus brazos ya que sus pies descalzos ahora estaban mojados.

La llevo a la habitación para secarla, ponerle otros pantalones y un par de zapatos cómodos. Luego bajaron de nuevo las escaleras y salieron de la mansión. Subieron al auto donde eran esperados por el chófer quién estaba preparado desde que a la rubia le dio la primera contracción el día anterior.

Jughead se subió en los asientos traseros con su esposa y la abrazó acariciando su cabello ya que el dolor había pasado, y mientras tanto envío un mensaje a su mejor amiga.

- Ya le dije a Toni que le avise a los chicos. -le informó él.

- Juggie, no quiero que me den más de esas... -ella murmuró. - En serio duele.

- Ya falta poco y tendremos a nuestro bebé con nosotros. -besó su frente. - Tu puedes, preciosa, no me iré de tu lado.

- Por favor no lo hagas. -ella pidió, un poco asustada por los dolores y por todo el dolor que sabía que aún le quedaba por soportar. - Tengo miedo... No sé si aguante tanto.

- Tu puedes, mi amor... Ya aguantaste todos estos meses muchos síntomas, esto pasará rápido, ya verás.

Exactamente seis minutos después de la última contracción la rubia sintió su vientre contraerse y un dolor casi insoportable, por lo que soltó un grito y clavó sus dedos en la pierna de su esposo ya que su mano estaba ahí.

Jughead hizo una mueca y acarició su cabello. - Respira conmigo, amor.

Ella lo hizo intentando olvidarse del dolor pero era casi imposible.

Al llegar al hospital fueron recibidos por dos enfermeras con una silla de ruedas donde dejaron a la rubia y la llevaron a su habitación asignada.

Jughead fue un momento a firmar algunas cosas (con una firma falsa) y luego fue con su esposa. Al entrar a la habitación, la doctora estaba con ella haciéndole algunas preguntas.

- Aún no estás lo suficientemente dilatada, Elizabeth, pero calculo que en al menos una hora podremos meterte a quirófano.

- ¿Una hora? -Betty preguntó con miedo. - Es mucho...

- Debemos esperar. Mientras tanto te recomiendo que camines un poco y es posible que eso acelere un poco el trabajo de parto... Pero durante las contracciones detente a respirar un poco hasta que pasen. -miró a Jughead. - Acompáñala, mis enfermeras estarán pendientes.

El asintió. - Claro.

La doctora se fue y Jughead ayudó a Betty a levantarse de la camilla, ya que su barriga era bastante grande y pesada. La rubia ya no tenía la misma ropa, ahora sólo tenía una bata azul que la doctora le había dado.

Entrelazó sus manos y juntos salieron de la habitación comenzando a caminar a lo largo del pasillo.

- Lo estás haciendo muy bien, preciosa. -Jughead le dijo al oído. - Eres muy muy fuerte, Liam y yo te amamos mucho... Y estamos orgullosos de ti.

Criminal Love | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora