Criminal Love | Bughead | +18

81 » Tiempo

Betty se removió en la cama despertando, y luego de un par de segundos entendió que la había despertado: el sonido de su teléfono.

Lo tomó cansada y respondió, pero al ver la hora intentó que su voz sonara normal y no como que ya era mediodía y ella seguía durmiendo.

- ¿Jug? -habló lo más animada posible.

- ¿Estabas dormida? -escuchó la voz de su esposo divertida.

- No, como crees... -negó en un fallido intento de mentir.

El rió. - Te conozco, haces esa voz cuando estás recién despierta y quieres fingir que no.

Ella rodeó sus ojos. - Bueno, está bien, me atrapaste. -suspiró. - ¿Crees que es fácil lidiar con dos niños y una barriga de cinco meses?

- No, no creo que sea fácil y por eso mismo te dejé la casa sola, para que descanses. -admitió.

Ella sonrió. - Gracias. ¿Están en la central?

- Si. -el asintió. - Los niños están almorzando con Cher, yo estoy haciendo algunas cosas con los chicos... Levántate para que comas algo, amor, o pide que te preparen algo.

- Si, ya voy, muero de hambre. Si no me despertabas tu, mis tripas sonando lo iban a hacer. -admitió con burla.

Jughead soltó una risa divertido. - Te amo.

- ¡Deja de ser un baboso y ven, Jughead! -escuchó la voz de Toni al fondo.

Betty rió. - Te necesitan. Ve, te amo.

- Nos vemos más tarde. -fue lo último que Jughead dijo y cortó la llamada.

La rubia se levantó, fue al baño y bajó las escaleras, mientras pasaba por el pasillo que dirigía a la cocina sonrió viendo las fotos en las paredes, retratos familiares, de ella con su esposo y de sus hijos, y también de los cuatro juntos, por supuesto. Incluso había una reciente donde ella salía con su barriga ya notable.

Habían pasado ya cuatro años, que era la edad que tenía Liam ahora y en ese tiempo habían tenido otra niña que llamaron Siena, quién actualmente tenía dos años. Y por supuesto, no olvidemos el o la bebé que venía en camino.

Al llegar a la cocina encontró al chef ahí y le pidió que preparase su desayuno y que al llevárselas no se olvidara de sus vitaminas para tomarlas junto a la comida.

Por la tarde su esposo llegó con sus dos niños, quienes se acercaron a saludarla con emoción.

- ¡Mami! -exclamó Liam y corrió a abrazarla.

Siena sonrió y cuando Jughead la dejó en el piso también corrió hacia ella. - Mami, mami.

Betty rió y se sentó en el sofá ya que no tenía muchas fuerzas para agacharse, y ahí los subió para abrazarlos a ambos. - Hola mis amores. -dejó un beso en la frente de Siena y uno en la mejilla de Liam. - ¿Que hicieron con papi?

- Fuimos a ese lugar donde papi y tu trabajan, estuvimos en la sala de juegos con tía Cher y almorzamos con ella. -respondió Liam.

- ¿Tía Cher los cuidó?

- Si. -el niño asintió.

Betty sonrió. - Entonces papá no los cuido. -miró a su esposo con una ceja enarcada.

El se acercó quitándose la chaqueta de su traje. - Están tan protegidos ahí adentro como en esta casa. -le guiñó un ojo a su esposa. - ¿No piensas saludarme?

Ella suspiró. - Ven tu, no quiero caminar.

El soltó una risita y se acercó. La tomó del mentón y dejó un besito en sus labios.