6 » Mi hogar

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En la noche, Betty salió del baño de su habitación lista para dormir, pero suspiró al no ver a su esposo ahí, llevaba al menos dos horas en su despacho de la casa.

Bajó las escaleras y se dirigió al despacho, encontrando la puerta abierta y lo vió a él frente a una pantalla grande con la foto de una persona y datos de él a un lado, mientras en su mano derecha tenía un vaso de Whisky.

- Amor. -ella llamó su atención, haciendo que volteara a mirarla. - Vamos a dormir.

El suspiró, le dio un sorbo al vaso y lo dejó en la mesa tras él. - Nena, ahora no. -negó.

- ¿Que estás haciendo? -cuestionó acercándose.

- Planeo que hacer después de que consigan a Enmanuel. No quiero que ayudes con eso, lo harás muy rápido y necesito al menos tres días. -le explicó. - Deja solo a Brett.

Betty asintió pero miró algo confundida a Jughead, se notaba muy metido en sus pensamientos. Digo, estaba haciendo un plan y siempre se concentraba lo mayor posible, pero ella lo conocía bien... Había otra cosa.

- ¿Que pasa? -preguntó.

El negó. - Nada, amor. -le quitó importancia. - Solamente no encuentro una respuesta de qué hacer luego y me frustra un poco. -admitió.

Betty asintió. - Tengo sueño, Jug.

- Ve a la cama, te alcanzo en un rato, debo llamar a Toni para pedirle algo. -explicó.

Cuando Betty se fue, Jughead cerró la puerta con traba y marcó el número de su mejor amiga y socia. Cuatro tonos después, la llamada fue atendida.

- Jug. -respondió adormilada y el escuchó un bostezo. - Es casi medianoche, ¿Que pasa?

- Toni, ¿Estás sola?

- Con cher, pero está dormida.

- Sal un momento, necesito decirte algo importante. -pidió.

Toni se levantó a regañadientes y salió de la habitación haciendo el mayor silencio posible. - Habla.

- Desde mañana, quiero que mantengas a Betty rastreada todo el tiempo.

- Eso ya lo hago, a todos, no entiendo. -dijo confundida. - Siempre tenemos nuestras ubicaciones.

- Si, pero quiero que la tengas vigilada a ella. -murmuró. - Además a Sweet Pea y a Reggie que la estarán siguiendo mientras no esté conmigo.

- ¿Puedes decirme que está pasando? Es raro que digas que quieres tener a tu esposa vigilada.

- Los dos guardaespaldas que siempre están con ella me dijeron que hoy cuando fue a la agencia vieron varias veces el mismo auto negro. -explicó. - Te envié al correo todas las especificaciones de vehículo y placa.

- ¿Que auto es?

- Un Mercedes-Benz negro. -murmuró. - Creo que sabes de quién hablo.

- Jug. -ella murmuro. - No jodas, el gobierno usa esos autos, ¿Por qué la siguen? Si sospechan de ella en menos de lo que pensamos nos van a encontrar.

El asintió. - Lo sé, es por eso que la quiero segura y lo más alejada posible de la central, lo más probable es que el gobierno la tenga bajo investigación, y si es así, entonces sospechan de ella y probablemente sea por orden de la mafia italiana.

- Mierda, ¿Como no me habías dicho?

- Ellos hablaron sobre ese auto hoy conmigo, yo no sabía nada de esto. -explicó.

- ¿Betty lo sabe?

- No, pero debo decirle que vuelva a su departamento, al menos por un tiempo tiene que dejar de venir a nuestra casa y dejar de ir a la central.

- Bien, mañana a primera hora estaré en la central para encargarme de esto.

- Está bien, gracias, Toni.

Ella no dijo nada más y cortó la llamada. Jughead suspiró, quisiera o no, debía decirle todo a Betty. Subió a su habitación donde la vió dormida, pero cuando se acostó tras ella y la abrazó ella despertó.

- Amor, necesito hablar contigo. -murmuró.

Ella se volteó en sus brazos para mirarlo, y notó la preocupación en sus ojos. Acarició su mejilla. - ¿Que pasa, Jug?

Cuando terminó de explicarle todo, Betty lo miró con pesar. - ¿Cuanto tiempo? -cuestionó.

- Debes irte, amor, te están investigando. Y olvida lo que dije de que dejaras que Brett encuentre a Enmanuel, lo harás tú. Debes darle pruebas al gobierno de que tu y yo no estamos enlazados de ninguna manera.

Ella tragó en seco. - Me da miedo estar sola, Jug. -murmuró.

- No vas a estar sola, nena, no. -negó abrazándola. - Tendrás a mucha gente protegiéndote, mi amor. Voy a llenar ese jodido edificio de guardias solo para ti.

- Pero yo quiero estar contigo...

- Yo igual, nena, pero esto es necesario para que no nos descubran. -murmuró mirándola a los ojos. - ¿Lo entiendes? -cuestionó, limpiando sus lagrimas.

Betty asintió lentamente. - ¿No me siguieron a la central?

El negó. - No, bebé, los guardaespaldas se encargaron de perderlos, pero eso no podrán hacerlo una segunda vez. -suspiró. - Por eso debes ir a tu departamento.

- Mi casa es aquí, contigo. -ella hizo un puchero. - Mi hogar es este.

- Si, mi vida, claro que sí. -sonrió de lado. - Este siempre será tu hogar, y cuando esto termine, volverás conmigo.

Betty lo miró a los ojos y lo atrajo a ella del cuello, uniendo sus labios en un beso apasionado, en el que demostraban miles de emociones.


















¡Holis!

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Criminal Love | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora