Hora de ir a casa Quinn

Capitulo 18 No debí dejarte sola

Cuatro semana después del cumpleaños de Harley....

Harley Quinn:

Hoy tengo planeado ver una película en el cine con mi batifamilia.

Quedé en encontrarme en el cine con Bruce y Dick. Ya que ellos se fueron a ayudar en no se que a la liga de la justicia.

También había invitado a Jason por medio de Dick pero creo que no vendrá por no ver a Bruce

Por mi parte estoy en la parte de afuera del cine esperando. Junto a Damián y a Alfred.

Hiedra está de viaje. Un viaje sabático tratando de salvar no se que planta en extinción.

Tipico de ella...

Los tres estamos muy elegantes.

Recuerdo lo que me dijo Dicky la noche que fui de fiesta con el. Ser elegantes es el sello de los Wayne.

Y eso lo estoy cumpliendo. Además ahora soy la prometida de Bruce Wayne alias Batsy.

Que bien se siente eso. Carajo.

—No creo que padre vaya a venir. O al menos no creó que llegué antes de que se acabe la película—Dijo Damián desanimado.

—Estoy seguro de lo que dice el señorito Damián —Murmuro Alfred en un tono serio.

—Yo estoy segura que si vendrá, chicos no sé desanimen—les asegure con una sonrisa confortante.

Una hora después....

No había rastro de que Bruce o Dick estuvieran en camino o ya hubiesen llegado. No creó que vayan a llegar a tiempo, así que arrastre a mi solecito y a Alfred a adentro del cine.

Pero...

En eso alguien nos atacó con una bomba de humo.

No podía ver absolutamente nada. Lo único que pude hacer fue agarrar fuertemente del brazo a Damián pero en eso sentí cuando me pusieron una especie de pañuelo húmedo en la boca.

—Mamá creo que..que nos están secues—no pudo terminar la oración ya que se desmayo por lo qué le pusieron el pañuelo en la boca al igual que a mí.

—Hijos de...—Tampoco pude terminar mi insulto porque caí profundamente dormida.

Una hora más tarde...

Desperté atada a una silla de pies y muñecas. Con un dolor de cabeza horripilante.

Damián estaba a mi lado aún inconsciente. De igual manera atado a una silla.

Tenía la nariz sangrando un poco. 

Pobrecito mi bebé

No veo por ningún lado a Alfred. Ojalá y este asalvo.

Mire a mi alrededor y me di cuenta que estamos en una habitación algo sucia y oscura.

Pero en una pared enfrente mío habían varias sonrisas dibujadas.

Esto solo puede ser obra de una persona y esa es...

El Joker

—Se que fuiste tú, ¡cerdo lunático! ¡Desatame de una puta ves!—Grite histérica, mirando a mi alrededor a ver en dónde están las cámaras que el Joker suele colocar en las habitaciones donde tiene gente en cautiverio.

—¿Mamá?—Murmuro Damián con voz adormilada.

—Si, cariño ¿Estás bien?

—Me duele la cabeza, y me sangra la nariz pero todo bien en lo que cabe—murmuro mirándome fijamente.