Capitulo 20 Ahora estarás a salvo

182 14 19
                                    

Bruce Wayne:

Estaba conduciendo en el Batimóvil por la ciudad en busca de mi hijo y de Harls. Estaba junto a Dick.

—Papá creó que deberíamos regresar a la mansión—Dijo Dick con una mano en el estómago.

Supuse que tiene hambre así que me tocará llevarlo a la mansión para que almuerce y yo seguir buscando.

—Esta bien, te llevaré a casa—Dije empezando a agarrar camino hacia mí mansión.

Pero en eso sentí que mi celular comenzó a sonar.

No quería responder ya que pensé que sería algo relacionado a la empresa. Pero me di cuenta que era un número desconocido.

Espero que sea el Joker pidiendo rescate por ellos...

—Bruce Wayne ¿Quién habla?—Dije con fastidió.

Si es el Joker probablemente ya sabe de mi verdadera identidad. Además en estos momentos me vale un cerrado de mierda eso.

Que se entere quien se tenga que enterar. Al diablo con lo de ser Batman, si no consigo a mi hijo y a mi futura esposa no me importa nada.

—Hola Bats, adivina ¿Quién soy?

Cómo lo pensé es el Joker

—Un imbécil al que mataré a golpesDije ya de mal humor.

—No, no acertaste perdiste Batinena, soy yo tu mejor amigo El Rey de Gótica —Dijo con un tono feliz cosa que me hizo hervir la sangre.

—De lo único que eres rey es del reino de los idiotas, Joker ahora dime dónde demonios tienes a mi hijo y Harley

Le hable a Dick por medio de señas para que buscará a Damián y a Harls por medio de la llamada.

Sí, también se el idioma de señas y enseñe a mis tres hijos ese idioma para comunicarnos y que no se den cuenta.

El sicópata ese comenzó a reírse.

—Querido, te tengo una muy buena noticia te entregaré a tú hijo...

Lo interrumpí abruptamente.

—Y ¿Harley?—pregunte preocupado.

Dios mío se que nunca te pido nada pero ayúdame a que ella esté bien

—Ella se queda conmigo, porque es mía. Solo te la preste por un tiempo

La puta que lo parió

—Ella no es tuya, desquiciado de mierda ahora dime dónde demonios tienes a mi mujer si no quieres que te mate

—Batman no mata, querido y no creo que lo hagas no te creo capaz.

Pruébame, imbécil hazle algo a ellos y verás.

—Bueno como sea quiero que sepas que te dejaré tú pequeño demonio en la fábrica abandonada de juguetes

Dick me hizo una seña para que siguiera la llamada ya que aún no encontraba la ubicación exacta del idiota.

—Dime una cosa Joker—Dije sin pensar.

—¿Que?—pregunto el interesado en el tema.

—¿Cuánto quieres para entregarme a Harley?

El se quedó un momento en silencio.

—¿Alo? ¿Sigues ahí?—murmuré con mi tono serio más frío que un iceberg.

Hora de ir a casa QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora